Tuesday, January 29, 2013

EXTRANJERO EN SU TIERRA: EL RETORNO DE UN COLOMBIANO



El año pasado estuve en Colombia por dos meses. He escrito una crónica de mis experiencias en 13 capítulos que listo a continuación:
Día 1: El Riesgo De Quedarse
Día 2: ¿Un País De Exageraciones O Un Autor Que Exagera?
Día 3: El Riesgo De Moverse En Bogotá
Día 4: Viaje A La Provincia
Día 5: Armenia, Una Ciudad de Parques Feos
Día 6: Armenia, Una Ciudad de Parques Bellos
Día 7: Cabalgata En La Ciudad
Día 8: De Paseo Por Medellín
Día 9: De Paseo En Los Alrededores de Medellín
Día 10: De Viaje Entre Medellín y Armenia
Día 11: De Paseo Por el Quindío
Día 12: Aprendiendo De Los Colombianos
Día 13: Hablando Como Los Colombianos

5 comments:

  1. ¡Extraordinario, señor Mejía! Mis respetos (!). Yo soy un colombiano emigrado a Estados Unidos en 1964, con cortos períodos de servicio para TNT Latinoamérica y CNN En Español, y perdidamente enamorado de mi idioma. No puedo menos que felicitarlo por su enfoque, y pedirle, "no deje caer el carriel". Cordial saludo.

    ReplyDelete
  2. Estoy cansada de nuestros políticos: ¿cuál es el menos corrupto? Estoy cansada de la guerrilla: son pura farsa. Estoy cansada de los narcos: tienen a nuestras ciudades desintegradas. Estoy cansada de las BACRIM: han acabado con nuestros barrios. Estoy cansada con nuestros jueces: no imparten justicia, solo injusticia. Estoy cansada con mis colegas: ¡cuánta podredumbre!

    Lo único que tengo es una cuadra de tierra en el campo. Aquí se me olvida por unas horitas que vivo en LOCOMBIA .

    Me leí todas tus experiencias sobre tu paseo. Quedaste corto para describir nuestra realidad.

    ReplyDelete
    Replies
    1. Esta nota apunta a dos realidades que yo también experimenté en mi estadía en Colombia:

      1) las personas encargadas de hacer funcionar las instituciones del país han hecho tan mal trabajo que han logrado alienar a los sectores más sensibles de la sociedad;

      2) los campos colombianos son tan bellos que adquieren un poder de sanación emocional si uno logra hacerse a un pedacito de tierra en una región relativamente pacífica.

      Delete
  3. Con respecto a la primera entrega de su viaje a Colombia: me reconocí en la primera parte, cuando menciona el comportamiento de algunos pasajeros (especialmente mujeres) que parecen que (como dice usted) estuvieran viajando en su jet privado y no en uno de transporte público. Algunas veces son tan antipáticas/os, arrogantes e irrespetuosas/os (se creen "el culito del niño dios") que hasta me dan pesar, por su ignorancia, estupidez, etc.

    Yo no he viajado por Bogota, así que no conozco cómo funciona inmigración allá; cuando he llegado a Cali no he tenido problemas para nada, todos los vuelos han sido tranquilos y no he vuelto a encontrar a ese tipo de compañeros de viaje tan desagradables.

    La segunda entrega la leí de paso. Me pareció un poco pesada. Creo que hay que detenerse para leerla y conocer un poco más sobre la situación política de Colombia, de la cual yo no estoy muy "empapada" últimamente, porque en estos momentos estoy más enfocada en la lucha diaria de sobrevivir en NYC. De todos modos sus artículos me permiten mantener el contacto con Colombia y estar informada de lo que está sucediendo.

    ReplyDelete