En 1991, a raíz
de la unificación de Alemania, todo mundo estaba de acuerdo en que Berlín
necesitaba un aeropuerto adecuado a su condición de capital del país. Los
planes empezaron a hacerse en 1996, la construcción empezó en el 2006 y la
inauguración se fijó para el 2011 pero ha sido pospuesta cuatro veces.
El presupuesto
inicial de 2.4 mil millones de euros ya va por los cuatro mil millones.
Dos
políticos, el alcalde de Berlín y el primer ministro de Brandemburgo están a
cargo de la obra. El primero tuvo que renunciar a dirigir la obra el pasado 7
de enero. Una firma de ingenieros y una de arquitectos han sido terminadas.
El
vocero de la obra dice que hay que juzgar las cosas en comparación con otras
obras de infraestructura en el país. Una estación gigantesca del metro en
Stutgart y un salón de conciertos en Hamburgo también están demorados. El
puerto más grande del país tuvo varias demoras y solo una sección está
funcionando. Los servicios de espionaje no han podido mudarse todavía a su
nueva sede.
Esto
lo reportan la revista Economist y el diario The New York Times.
Los
colombianos conocen demoras y sobrecostos en las obras públicas. Pero les
faltaba la excusa perfecta: hay que mirar las cosas en comparación con las obras
de infraestructura de un país con más capacidad técnica y más recursos, como
Alemania, por ejemplo. Así los fracasos nacionales son más aceptables.
Luis Mejía –
10 de enero del 2013
Publicado en blogluismejia.blogspot.com
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