Monday, January 14, 2013

EXTRANJERO EN SU TIERRA: EL RETORNO DE UN COLOMBIANO - III



Día 3: El Riesgo De Moverse En Bogotá

Bogotá es una ciudad maravillosa
Si uno tiene un millón de pesos
Y vive en París.
Atribuido a Porfirio Barba Jacob

He tomado taxi para viajar dentro de la ciudad. Ha cambiado tanto que no soy capaz de orientarme ni siquiera donde viví en el pasado. No me siento capaz de orientarme si uso el sistema público de transporte. Las calles son una pesadilla. Hay huecos y desniveles en todas partes. Los choferes tienen que andar alerta para evitarlos y proteger sus vehículos de desgaste y desajuste. Esto no se ve en ninguna ciudad de los Estados Unidos ni al final de uno de esos crudos inviernos cuando el hielo, la sal para derretirlo y las palas recogedoras de nieve se combinan para dañar las calles. No es problema de dinero pues Bogotá tiene recursos financieros y humanos adecuados para mantener las calles en buen estado.

La congestión de vehículos, la mala calidad de los combustibles, el pobre mantenimiento de los mecanismos de combustión de los mismos vehículos y la polución del aire que esto genera hacen de un paseo por la ciudad una pesadilla para mis vías respiratorias y mis ojos. Pienso en los costos que esto genera si muchas otras personas son afectadas de la misma manera: tratamiento de enfermedades respiratorias, consumo innecesario de combustible, pérdida de tiempo productivo. Es una situación incomprensible en un país cuya elite reclama el derecho de gobernar y apropiarse de una proporción desmedida del producto social por su supuesta capacidad técnica para modernizarlo, administrarlo y crear riqueza.

Me llamó la atención la manera como la mayoría de los choferes de la ciudad hacen su trabajo con prudencia, paciencia y habilidad. Dadas las condiciones de las calles yo esperaría una tasa de accidentes muy elevada. Si no sucede así es por el cuidado que los choferes ponen en su trabajo. Merecen que las autoridades hagan su tarea con respecto a ingeniería de vías, técnica en la coordinación de servicios de policía de tránsito y legislación aplicable a la circulación de vehículos.

La arquitectura de la ciudad es un popurrí de estilos, materiales y decoraciones que va desde lo simplemente feo y barato a lo elaboradamente feo y caro; todo tan disparejo e irregular que por cuadras y cuadras da la impresión de improvisación y presenta una imagen consistente de mal gusto. Por supuesto que aquí y allí uno encuentra el barrio elegante, el edificio atractivo, la casa bella, el monumento de calidad artística, pero no son suficientes para darle carácter a la ciudad y distinguirla de los miles de urbes contemporáneas que han aparecido y crecido en todo el mundo sin plan ni concierto ni sentido de la belleza.

Luis Mejía –  14 de enero del 2013
Publicado en blogluismejia.blogspot.com

No comments:

Post a Comment