Saturday, August 11, 2012

RELACIONES INTERNACIONALES: ESTADOS UNIDOS Y AMERICA LATINA – Cont.


IV: LOS PRINCIPIOS POLITICOS Y LOS INTERESES MATERIALES

Realpolitik Anglosajón e Idealismo Revolucionario en las Américas

Corría el año de 1811 cuando la Junta de Gobierno de Caracas envió una misión de notables a obtener reconocimiento diplomático y ayuda militar y económica del gobierno inglés. Entre los miembros de la misión viajó Simón Bolívar.  La misión fue un fracaso.  "El proceder de la Inglaterra, les informó el secretario de relaciones exteriores, no será dictado por unos principios de libertad y generosidad perfectamente desinteresada; los ministros de SMB [Su Majestad Británica] solo deben tener a la vista los intereses de la Inglaterra". Los ingleses dejaron muy claro que la causa revolucionaria de las Américas y el consiguiente conflicto con la corona española no eran cosas que de por sí beneficiaran a Inglaterra y merecieran su apoyo. Esta actitud de darle prioridad a los intereses nacionales es una constante en las relaciones internacionales de los estados establecidos que los bisoños estadistas americanos no conocían todavía y que las elites que los sucedieron están por aprender.

La experiencia de los revolucionarios de la América meridional con los Estados Unidos no fue diferente. Se hacían ellos esperanzas, que resultaron infundadas, de que los Estados Unidos les respaldaría en las guerras de independencia. El gobierno estadounidense, en aparente contradicción con el reciente pasado revolucionario del país, se declaró neutral en la lucha entre los movimientos rebeldes nativos y el gobierno de España aunque expresó simpatía por la causa de los primeros, en un primer episodio del lenguaje doble que se convertiría en característica de su política internacional. En la práctica, los rebeldes americanos encontraron una hostilidad abierta de parte del establecimiento internacional estadounidense. Las compras de armas y avituallamientos por agentes de los revolucionarios eran consideradas violatorias de la neutralidad estadounidense; las mismas actividades por parte del gobierno español eran tratadas con una complicidad silenciosa. Los intereses de los Estado Unidos dictaban, por supuesto, una alianza con el gobierno español -como vecino que cercaba por el sur y por el occidente a los trece estados de la unión y contra quien no estaban en capacidad de hacer guerra- y una prolongación de las guerras de independencia -por las oportunidades que la ausencia de poderes soberanos creaba para el comercio de contrabando, incluyendo armas y pertrechos, en el Caribe-.

Guerras de la Independencia Americana y Relaciones con Estados Unidos

La política que los Estados Unidos siguieron durante la guerra de independencia en la América meridional fue un paradigma de las relaciones que establecerían con los nuevos países nominalmente soberanos. Esa política combinaba tres elementos: uno ideológico, de respeto retórico al derecho de rebelión de los pueblos americanos contra la corona española; uno práctico, de declararse neutral en el conflicto entre los rebeldes y la corona, y uno oportunista que les permitía aprovechar comercialmente la ausencia de un poder soberano en el Caribe y sus costas.  

Relaciones con Estados Unidos en la Post-Guerra Independentista

Una vez derrotada España sin ayuda de los Estados Unidos, las relaciones que estos establecieron con los débiles gobiernos que salieron de la guerra de independencia se basaron en los tres factores mencionados arriba. En lo ideológico los Estados Unidos hicieron declaraciones de respeto a los principios de independencia, soberanía nacional y gobierno democrático de los estados americanos; en lo práctico adoptaron una línea de acción que conservara en esos estados las debilidades internas resultantes de las guerras de independencia, lo cual era favorable a sus intereses, y mantuvieron una aparente neutralidad en los conflictos internos de los nuevos países y en los conflictos con las potencias europeas (repetidos como fueron bajo la excusa de cobrar deudas externas en mora) lo que los dejaba en libertad de aprovechar las oportunidades económicas y políticas que el conflicto les diera. Desde entonces hubo un entendimiento entre el establecimiento internacional estadounidense y las elites latinoamericanas para conservar asimétricas las relaciones de estado a estado. 

Realpolitik y Discurso Demo-Liberal

Las declaraciones públicas del establecimiento internacional estadounidense resuenan siempre con ecos de las ideas demo-liberales que inspiraron a los fundadores de la república y redactores de la constitución del país. El gobierno, como vocero del establecimiento internacional, justificará sus acciones en América Latina diciendo que cuanto hace es para proteger la seguridad colectiva, impedir el crecimiento del comunismo (o cualesquiera otra amenaza oportuna, sea ella el tráfico de narcóticos, el fanatismo musulmán, el expansionismo comercial de otra potencia, o el nacionalismo anti-estadounidense) y promover las libertades individuales y la democracia política. 

Ha sido tradicional entre los académicos estadounidenses, con pocas e importantes excepciones, aceptar que los altos principios morales y políticos incorporados en el lenguaje oficial de los agentes del establecimiento internacional estadounidense son expresión honesta de sus convicciones y que, en consecuencia, determinan las opciones políticas que ellos están dispuestos a considerar en relación con los demás pueblos del mundo y sus líderes. Las políticas y decisiones que no se ajustan a tales principios son, consecuentemente, tratadas por los académicos como situaciones de excepción. La credibilidad que los académicos dan al discurso oficial los hace muy confiables como patriotas, no tanto como analistas de la realidad. El estudioso del tema debe dejar a los académicos hablar del dilema en el carácter nacional estadounidense que dizque se debate entre realismo e idealismo, internacionalismo y aislacionismo, libertad de mercados y proteccionismo, y aceptar como obvia su inhabilidad para deducir los principios de política de su país de la substancia de sus acciones.

También en ocasiones las elites latinoamericanas cometen errores de percepción cuando creen que el establecimiento internacional será consecuente con su discurso demoliberal. Sucede, por ejemplo, cuando una elite reformista da por sentado que sus ideas de libertad y justicia social gozarán de respaldo en Estados Unidos y se embarca en acciones que pueden dañar los intereses económicos -reales o imaginarios- de algunos estadounidenses o afectar la concepción que el establecimiento internacional tiene del prestigio nacional. Tal elite provocará al establecimiento estadounidense a tomar medidas para hacer reversar el curso de las reformas empezadas. 

En última instancia, el lenguaje del establecimiento internacional se explica porque sus agentes -al igual que los gobernantes latinoamericanos- quieren parecer liberales, demócratas, progresistas, humanitarios, dignos de confianza social, íntegros y religiosos, en otras palabras, quieren ser percibidos como si ocuparan una posición moral dominante. Esta apariencia es fundamental en el respaldo que ellos obtienen del pueblo de los Estados Unidos. Si su lenguaje fuera tan cínico, materialista, oportunista y amoral como sus acciones el pueblo no los respaldaría y el mantenimiento de su posición internacional exigiría mayores dosis de poder desnudo.

La retórica demoliberal de los estadounidenses tiene un efecto perverso.  El dictador –o aspirante a dictador- latinoamericano se apropia de las fórmulas piadosas y legalistas con que ellos visten sus acciones internacionales  para describir su propio régimen. Las declaraciones de amor a la democracia, respeto a los derechos individuales y políticos, adhesión a la constitución, progreso social y lucha por las libertades populares, tan caras a los estadounidenses, adquieren un tono humorístico involuntario en boca de Pérez Jiménez, Trujillo, Batista, Somoza, los hermanos Castro, Ortega, Chávez, Correa o Uribe.

Luis Mejía – 11 de agosto de 2012

Publicado en blogluismejia.blogspot.co

1 comment:

  1. Operaciones encubiertas en los países latinoamericanos

    https://www.lrb.co.uk/v41/n02/seymour-m-hersh/the-vice-presidents-men

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