Saturday, August 25, 2012

FERVOR OLIMPICO, ENTUSIASMO DE MASAS, PROYECTO DE NACION: DESFILE DE ATLETAS EN BOGOTA


Introducción

La periodista bogotana Gloria Ortega publica regularmente un blog llamado Sentipensantes en el que comenta acontecimientos del momento. Ella es también fotógrafa y acompaña sus artículos con sus propias ilustraciones. En una entrega reciente documentó la manera como los bogotanos recibieron a los atletas del equipo olímpico colombiano que se destacaron en los juegos de Londres. Dice ella en los apartes que más me emocionaron de su reporte:

Más deportistas, menos congresistas coreó con fuerza la exigua pero potente y emotiva multitud al arribo de la los olimpistas sobre la Calle de San Carlos. 

Los reyes del momento portaban sobre sus corazones el oro, la plata y el bronce. Sonreían, izaban sus trofeos y con gestos de grandeza y satisfacción agradecían a la naciente fanaticada que alborozada reconocía sus triunfos.

Los nuevos arquetipos de la utopía nacional ejecutaron con contundencia lo que mejor sabían hacer en la arena: competir. Aunque no consiguieron que en Colombia se suspendiera la guerra como en la antigua Grecia, sí lograron proporcionarnos un despertar distinto durante unos segundos que se  han convertido en días.

Si Colombia invirtiera muchiiiisimo más en educación y en deporte y muchiiiisimo menos en la guerra, tal vez  se podría comenzar a hablar de paz.

No somos capaces de ser todos para uno y uno para todos. Quizás esta sea nuestra principal característica como país: no tenemos un sueño común. Un proyecto general. Colectivo. No tenemos noción de lo significa ser Nación.

Por eso la gesta de estos jóvenes deportistas fue una proeza personal. Individual. Si acaso familiar. Nunca social. Jamás nacional. 

Son marcas y retos individuales, personales igual que lo son sus modalidades deportivas. Así como las millares de personas que día a día luchan por un espacio de inclusión. Es la historia de gente de vidas cruzadas por la violencia que por fin traen plata y no plomo al podio de la nación luego de asaltar el cielo de Londres”. 

Estos son los nuevos héroes que dejaron de ser anónimos para miles de jóvenes en el país por obra y gracia de sus proezas competitivas. Empuñaron su aliento con determinación pero sin ferocidad. Promesa de que todo puede ser mejor. Lo más parecido a lo que queremos en este territorio que no es el paraíso ni tampoco la meca de la felicidad.


Deporte y Fervor de Masas

En este artículo sobre atletismo y deporte en Colombia, la periodista Ortega toca temas importantes.

Desde el punto de vista antropológico y de cultura social es interesante el entusiasmo que despiertan los atletas que triunfan. y el contraste que la gente establece con los políticos. Me parece que hay una búsqueda colectiva de personajes modelos que nos muestren a alguien que triunfa por esfuerzo, dedicación, mérito propio; al contrario de los políticos de los cuales hay muchos que comienzan pero los que triunfan lo deben a su oportunismo, capacidad de arrimarse a un buen patrón y finalmente a una selección a dedo para una alta posición del estado.

Pero hay un efecto perverso en esa búsqueda del personaje modelo y el reconocimiento de méritos que lleva a muchos colombianos a identificarse con Alvaro Uribe, quien ha logrado proyectar una imagen de figurón hecho por sí mismo cuando en realidad es el perfecto ejemplo de alguien que hizo carrera empujado a dedo. Ello me indica que la gente tiene la aspiración correcta pero el conocimiento insuficiente para formar criterio.

Lo otro es su referencia a la falta de propósito nacional. Yo creo que hay un propósito nacional propuesto por las elites, y no hay uno propuesto por fuerzas alternativas. El propuesto por las elites es similar al "socialismo" de los países africanos en el que todo el pueblo trabaja para sacar adelante [enriquecer, dar poder, entregar la economía] a la familia y la tribu del presidente. Lo grave en Colombia es que hay un suficiente número de colombianos del montón -masas que llamamos- que por la razón que fuere subscribe a ese modelo y lo hace viable.

Otra cosa me llama la atención de este fervor que han despertado los atletas olímpicos: es un fervor similar al que despierta cualquier colombiano que reciba reconocimiento internacional en las artes o las ciencias. Es como si 40 millones de colombianos se sintieran solidaria y mancomunadamente autores, gestores, participantes, inspiradores y financistas en el esfuerzo de quien ganó el reconocimiento. Es obviamente una satisfacción espuria, aunque entendible. Se presenta en el contexto de unas elites que ignoran a tantos colombianos con méritos para ser reconocidos por su trabajo real, eficiente, transformador, en beneficio de la sociedad, mientras promueven, premian, homenajean y "enmedallan" a tanto mediocre surgido de sus filas o útil a sus intereses.


Luis Mejía – 25 de agosto del 2012

Publicado en blogluismejia.blogspot.com

1 comment:

  1. Mi querido Luis Javier,

    Gracias por compartir el blog de tu amiga Gloria Ortega. Muy buenas las fotos y lo que escribió. Tu comentario al blog de tu amiga lo encontré muy interesante y muy
    acertado con relación a los políticos.

    Mi comentario es que los colombianos se sienten orgullosísimos cuando sus compatriotas adquieren galardones en el exterior porque saben que no es fácil obtener medallas de oro, plata, bronce u otros premios en el exterior. Ellos entienden que estos deportistas, artistas, científicos, etc., con talento, tremendo esfuerzo, sacrificio y visión lograron obtener la admiración en el extranjero lo que es extremadamente difícil y entonces ahora con los atletas olímpicos el pueblo colombiano les quiere demostrar cuánto aprecian sus esfuerzos y talentos y que también los han llenado de orgullo durante las olimpiadas
    porque no hay nada más emocionante que ver a un compatriota recibir una medalla olímpica y verlos envueltos en nuestro tricolor en Londres o donde sea. Yo por lo menos eché un par de lagrimotas cuando a la atleta/ciclista Mariana Pajón le colgaron su medalla de oro en estas olimpiadas en Londres y al que ganó la de bronce, ¿Carlos Oquendo?

    Sí, es verdad que el gobierno colombiano necesita invertir más dinero en la educación, los deportes, las ciencias, la tecnología y la investigación y esto ayudaría a mejorar el sistema de vida para los jóvenes y para todos. Una inversión de buenas proporciones en todo lo mencionado antes traería enormes adelantos a la gente y al país.

    Otro comentario: creo que esta vez enviaron un número grande de atletas: 104, que es el mayor número que Colombia haya enviado a competir en las olimpiadas desde 1932 cuando parece que empezó a participar en los juegos olímpicos. Las atletas colombianas eran más numerosas que los hombres! Y la verdad que esta es la primera vez que yo pude ver que colombianos ganaron medallas de oro, plata y bronce. Nunca antes vi a ningún colombiano participando en otras olimpiadas. Pero puedo estar equivocada pues solo miro la tele por la noche y por no más de dos horas que es lo que me permite mi vida de trabajadora empedernida.

    La mala reputación que los medios de comunicación han difundido por más de cuatro décadas acerca de los colombianos y la droga y la violencia nos han dejado el espíritu y el ego muy maltratados y más bien yo diría heridos profundamente. Así que cuando alguien o algo pasa bueno con los colombianos o al país el espíritu y el ego se llenan de euforia pues nos vindicamos un poco con el mundo entero con cada cosa buena que pasa y que es publicada. Así que creo y veo tan sincera la muestra de alegría y de orgullo de los colombianos que salieron a recibir a sus atletas victoriosos de las olimpiadas del 2012.

    Luz Leguízamo

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