Kien & Ke trae en su última edición un par de gazapos que llaman la
atención por la originalidad de su bobería.
Kien & Ke Pone
Cronómetro a la Orfandad
Hablando de unas mujeres jóvenes, dinámicas, emprendedoras y atractivas, la
cronista que preparó el texto quiso desde el principio crear simpatía hacia
ellas, más allá que la que merecen por su esfuerzo y su éxito, y poner un toque
humano, demasiado humano, en la historia, y al pie de la foto que adorna la
introducción al artículo nos dijo: “[las cuatro] hermanas […] quedaron huérfanas en un minuto”. No estoy seguro de que esta
precisión cree simpatía. Al fin y al cabo la mayoría de nosotros quedamos
huérfanos de un momento para otro, en un parpadeo. Y frente a la muerte todos
somos tan iguales. Menos, claro, cuando uno tiene la fortuna de caer en manos
de una periodista que quiere ser literata –¡oh glorioso García Márquez, qué
daño nos has hecho con tu ejemplo!- y necesita que sus personajes sean
diferentes, especiales, superiores hasta en la desgracia y que el destino les
dé privilegios desconocidos para los no-personajes. Como el de quedar huérfanas
en más tiempo que el que nos toma a los demás.
Kien & Ke Usa Nueva Rata
Financiera Para Enviar Mensajes en Clave
En otra crónica de Kien & Ke otra periodista nos cuenta la historia de
los panaderos que se fueron a hornear a Estados
Unidos, donde tuvieron muchas dificultades pues “al principio los costos de producción en Norteamérica no superaban las
ganancias de las ventas”. Pero persistieron, lograron cambiar esa ecuación
y están triunfando. ¡Alto!, ¡alto un momento! ¿De qué estamos hablando aquí? Las
empresas comerciales generalmente se encuentran en una de tres etapas: a) sus
costos son superiores a sus ingresos, b) sus costos son iguales a sus ingresos,
y c) sus costos son inferiores a sus ingresos. Las ganancias aparecen en la
tercera etapa como un excedente de los ingresos de ventas sobre los costos de
producción. Al menos este es el cálculo básico. En el mundo de hoy se pueden
presentar circunstancias en las cuales las ganancias sean iguales o superiores
a los costos. De hecho es un fenómeno común, muy común en situaciones de
monopolio extremo, producción de artículos muy exclusivos de lujo, empresas
financieras y de inversión de platas ajenas, contratos con el estado
–especialmente el colombiano- y –toca mencionarlo- el negocio de las
substancias ilícitas; por ejemplo, la producción de “tapetusa”[1].
En este último caso, sin embargo, los costos de nómina se pueden disparar por
encima de las ganancias cuando hay que contratar los servicios de los
inspectores de la oficina de rentas fiscales pero eso es lo que llaman
internalización de una externalidad... Estos casos especiales obviamente nada
tienen que ver con los panaderos colombianos, a menos, claro, que la cronista
también esté jugando a literata, le haya dado por competir con “El secreto de da Vinci” y le
esté enviando mensajes en clave a las autoridades.
Huesos y Cadáveres en Boletín de Noticias
Es sorprendente la falta de respeto de algunos reporteros con respecto a
los muertos. Pareciera que cometen gazapos a propósito, con la certeza de que
el lector, cohibido por la tristeza del tema y por el dolor de los parientes de
las víctimas, no los criticará. Pero me parece a mí –y espero que a algunos de
mis lectores- que hablar de la muerte y, en especial de la muerte violenta de
alguien, no es patente de corso para decir estupideces.
Digo esto porque he encontrado el siguiente texto en una cosa llamada
BN - Boletín de Noticias,
de cuya publicación nadie se hace responsable y cuyo maltrato del idioma es
casi maltrato físico del lector. Juzguen por ustedes mismos.
“En estado cadavérico fueron encontrados
en zona rural del municipio de Mallama los cuerpos de dos estudiantes… Los
restos óseos fueron entregados en Medicina Legal en la ciudad de Túquerres”.
En castellano generalmente distinguimos entre cadáveres y restos óseos. Por
otra parte, el estado cadavérico de los cuerpos muertos es un giro literario
inédito hasta este momento. ¿Otro periodista que va de carrera a hacerse
literato?
[1] En Antioquia, aguardiente producido de
contrabando o destilado a escondidas de las autoridades que se guardaba en
botellas recicladas tapadas con tusa o mazorca de maíz sin los granos.
Luis Mejía – 30
de agosto de 2012
Publicado en
blogluismejia.blogspot.com
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