EL UNIVERSO DE NUESTRAS CREENCIAS
PARTE B: CREENCIAS Y LIBRE PENSAMIENTO
Por Luis Mejia, doctor en derecho y en economía
Índice:
3. Cuestionemos lo que creemos
3.1 Una historia contestataria de la humanidad
3.3 Libertad de cuestionamiento vs logorrea
3.4 Medios sociales, vivero de creencias
3.5 Manipulación de creencias y control social
3.6 La propaganda, reto a nuestro poder de
cuestionamiento
3.7 Propaganda y libertad intelectual en la guerra
3.8 Políticas, distribución de riqueza, creencias
3.9 Creencias y valores en las políticas sociales
3.10 Creencias, su papel en la experiencia humana
3.11 Protección de la libertad de pensar y cuestionar
Este texto es continuación de la PARTE A: CONFLICTOS Y
RETOS, la cual se encuentra pulsando aquí.
3. Cambiemos lo que creemos
3.1 Una historia contestataria de la humanidad
Uno puede imaginar
que cuando la humanidad descubrió la inteligencia empezó a preguntarse qué
poder tenía sobre su entorno físico y cómo manejar las relaciones entre
miembros del grupo a que uno pertenecía y entre grupos vecinos.
Descubrimientos,
inventos de cosas útiles, acumulación de conocimientos, invención de leyendas,
transmisión de historias, han sido constantes en la vida social. Trabajar el
barro para moldear tiestos y moldear el lenguaje para comunicarnos con los
demás son cosas que hemos hecho con nuestra inteligencia. También constante ha
sido la tensión entre conservar intacto lo que recibimos de nuestros mayores y respetar
lo que la mayoría de la gente acepta o pensar si lo podemos revisar y mejorar.
A mí me gusta mirar
al pasado con reverencia, estudiarlo y tratar de conservar lo que sea posible. También
me gusta responder a las situaciones del presente reconociendo que las
creencias que heredé o adopté en el curso de la vida no necesariamente son las
más adecuadas.
Clifford convocaba a
cuestionar creencias propias y ajenas y a tener conciencia de que el
comportamiento de uno con respecto a los demás y a la naturaleza se basa en
esas creencias. En eso participa de una tradición humana muy antigua.
Cuando releo los
diálogos que Platón atribuye
a Sócrates (469-399 a. C.) imagino que sus conversaciones giraban alrededor de
las mismas preguntas: ¿cómo sabe Ud. lo que está diciendo?, ¿qué le hace creer
que es verdad?, ¿qué implicaciones tiene eso en su vida?, ¿qué consecuencias
tiene para la sociedad en la que vive?
A veces creo que para
Sócrates la pregunta y su discusión eran más importantes que la respuesta que
se pudiera dar en el momento.
Saltando varios
siglos encuentro algo similar en las historias atribuidas a Jesús
de Nazaret (4 a. C.- 30-33 d. C.).
El episodio de la mujer adúltera a quien sus malquerientes querían aplicar la
ley de apedreamiento me parece una invitación a preguntarse: ¿es la ley justa?,
¿por qué creen Uds. que están obrando correctamente? La expulsión de los
mercaderes que por tradición tenían sus negocios en el templo implica la
pregunta: ¿era correcta la tradición? Su conversación con Pilatos gira alrededor
de una pregunta implícita: ¿por qué cree Ud. que es correcto el uso que las
autoridades están haciendo de su poder?
Haciendo un salto aún
más largo en el tiempo, Francisco
Bacon (1561-1626) se pasó la vida invitando a la gente a juzgar por
sí misma los conocimientos que tenía a la mano, los que podía poner en duda y
los que podía agregar por su esfuerzo, lo que implicaba mirar con ojo crítico
los conocimientos heredados del pasado.
René
Descartes
(1596-1650) construyó su método para pensar cuestionando sistemáticamente todas
sus creencias.
A principios del
siglo XIX Simón Bolívar, Francisco de Miranda, José de San Martín, Bernardo
O’Higgins y sus compañeros revolucionarios se cuestionaron las creencias sobre
autoridad y organización social que dominaban la vida de sus pueblos, de la
misma manera que Toussaint
Louverture y Jean Jacques Dessalines habían cuestionado las creencias sobre el
papel de los negros y los esclavos en el mundo occidental a la vuelta del siglo.
Adán
Smith (1723-1790) y Carlos Marx (1818-1883) se hicieron la pregunta: ¿es correcta la
manera como nuestros contemporáneos entienden los mecanismos de creación y
distribución de la riqueza producida por el trabajo de todos?
Bertrand
Russell (1872-1970), dio ejemplo de cómo cuestionar y mejorar los conocimientos
científicos existentes (ej., Principia
Mathematica), la filosofía de los antiguos y de sus contemporáneos (ej., Lógica y Conocimiento), y las creencias
políticas (ej., su crítica de la sociedad y la economía y su participación en
el Tribunal Internacional
sobre Crímenes de Guerra). Su ensayo El
libre pensamiento y la propaganda oficial (Free
thought and oficial
propaganda) es tan oportuno hoy como ayer.
Finalmente, Daniel
Kahneman (1934-) ha combinado conocimientos actuales sobre el
funcionamiento de nuestra mente para crear un compendio de técnicas que nos
permiten cuestionar más eficientemente nuestras creencias de todo tipo.
El lector informado puede agregar otros pensadores -y
no solo del mundo occidental- que se han dado permiso para preguntarse si sus
creencias personales, las de sus contemporáneos y las de los antepasados son la
manera más correcta de ver e interactuar con su entorno humano y físico.
3.2 Creencias tradicionales y
progreso social
Creo que puede haber un punto de equilibrio entre el
deber de cuestionar y el deseo de preservar la tradición y las creencias
sociales del momento.
Ambas cosas son valiosas para la sociedad aunque por
distintas razones y a niveles diferentes.
Cuestionar las creencias avanza el conocimiento,
elimina supersticiones y neutraliza falsedades. Pero hay creencias que ayudan a
crear comunidad de intereses, solidaridad de grupo, sentido de pertenencia,
arraigo en un lugar, sentido de un pasado compartido.
Las personas que desarrollan su capacidad de juicio
crítico pueden establecer un balance entre la libertad de pensamiento que
estimula el crecimiento personal y el progreso de la humanidad y la aceptación
de tradiciones que ayudan a la cohesión social.
3.3 Libertad de cuestionamiento
vs logorrea
Si uno le pone atención a las conversaciones regulares
de la gente o le da una mirada al material circulado en los medios sociales, a
las elucubraciones de comentaristas de prensa y a los comentarios de lectores
en las páginas web de los medios formales se da cuenta de que mucha gente es
indiferente a su propia libertad de pensamiento. Se contenta con sostener lo
que cree que sabe, repite lo que ha oído a alguien en quien confía aunque
carezca de fundamento, gasta su tiempo oyendo necedades, permite que los
ignorantes le digan estupideces siempre que lo hagan con tono de autoridad, exige
respeto a todo lo que se le ocurre decir independientemente de si es lógico,
probable o verdadero, y cuando alguien reta sus creencias responde con insultos.
Con frecuencia, la falta de pensamiento crítico se
combina con desconfianza a intelectuales, científicos, pensadores, personas que
hacen preguntas sobre lo que oyen. Esta desconfianza tiene efectos negativos en
el progreso de la humanidad.
Hay una diferencia entre pensar críticamente y hablar sin ton ni son. Lo primero implica
tener criterio, conocer los hechos, sopesar las evidencias, aplicar principios
de lógica. Lo otro es la charla vana de quien no sabe.
La clase dominante de una sociedad tiene interés en evitar
el cuestionamiento de las creencias que directa o indirectamente sostienen su
predominio. Por eso usa su control del estado y de los medios de comunicación
para limitar y no incentivar la libertad de pensamiento.
Las masas, que incluyen a analfabetas y a personas educadas
que no usan su capacidad de raciocinio, aceptan las restricciones a la libertad
de pensar mientras se sientan libres de hablar intemperadamente.
La educación, que los liberales del siglo XIX querían
universal, obligatoria y gratuita con la esperanza de liberar a la humanidad de
creencias falsas, no ha logrado este objetivo. Russell ha explicado que la
educación tiene dos propósitos, instruir y enseñar a razonar críticamente.
Mucha gente se siente satisfecha con lo primero y rara vez toma la iniciativa
para explorar lo segundo. En esto la preferencia de las masas y los intereses
de las clases dirigentes se refuerzan mutuamente.
3.4 Medios sociales, vivero de
creencias
Los medios tradicionales y los medios sociales juegan
un papel muy importante en la creación y transmisión de creencias verdaderas y
falsas. Y los administradores de los mismos ejercen un poder oculto, sin responsabilidades
sociales o políticas, sobre lo que consumimos como usuarios de esos medios y sobre
lo que comparten con los servicios de inteligencia y policía de gobiernos
antidemocráticos.
De ahí que debamos prestar atención a lo que vemos y
oímos en los medios pues estos son parte de la cadena de comunicación que
avanza nuestras creencias correctas y que crea o refuerza nuestras creencias
incorrectas.
Los medios de comunicación de todo tipo ayudan a
nuestro progreso humano cuando se prestan, por ejemplo, para:
1. difundir información científica, noticias
censuradas por los gobiernos o suprimidas por los medios tradicionales,
convocatorias de protestas populares,
2. coordinar trabajo entre personas que no lo pueden
hacer cara a cara,
3. compartir pasatiempos y obras de arte,
4. comunicarnos con amigos y parientes ausentes,
5. amplificar denuncias de abusos del poder público y
privado.
Y retardan nuestro progreso[i]
cuando se prestan para:
1. falsear la realidad y publicitar necedades,
2. repetir mentiras y noticias falsas,
3. divulgar rumores, afirmaciones sin sustento
fáctico, textos bobos atribuidos falsamente a genios de la ciencia o la
literatura,
4. divulgar enseñanzas de psicología y moral humanas
derivadas del comportamiento de los animales,
5. condenar a personas e instituciones por conductas
toleradas o excusadas en otras,
6. circular generalizaciones injustificadas a partir
de eventos individuales o únicos,
7. circular frases y opiniones banales de individuos
famosos en la farándula y el mercado de entretenimiento como si se tratara de pensamientos
profundos,
8. expresar sentimientos irracionales de odio hacia
individuos, organizaciones o creencias de otras personas[ii],
9. difundir chistes, memes, insultos y caricaturas racistas,
sexistas o carentes de gusto, ingenio o respeto por la persona ajena.
Todos los medios sirven para promover nuestra
inteligencia y afianzar nuestra libertad de pensamiento igual que para
ayudarnos a escapar del mundo de la ciencia y la razón. Nosotros tenemos que
decidir para qué los usamos.
3. 5 Manipulación de creencias y
control social
El hábito de cuestionar creencias puede tener un
efecto perverso en el discurso público. Sucede cuando individuos o
instituciones (ej., organizaciones civiles o religiosas, empresas, agencias del
gobierno) se valen del vocabulario de la inquietud intelectual para sembrar
dudas sobre lo que sabemos, promover la ignorancia y atacar la ciencia y la
razón.
Cuestionar de manera productiva implica buen juicio y
se orienta a la búsqueda de hechos que confirmen o desvirtúen lo que creemos.
La mera siembra de dudas no garantiza que estemos buscando la verdad[iii].
Aunque no vamos a encontrar una verdad absoluta o una
opinión inmejorablemente objetiva, la humanidad ha mantenido un consenso
(siempre amenazado por las creencias falsas aceptadas o impuestas) sobre lo que
es verdad, suficiente para permitirnos avanzar en las ciencias y el
entendimiento de nuestra naturaleza[iv].
El ocultamiento o el desprestigio de creencias
verdaderas tiene por objeto negarle a la gente la oportunidad de usarlas como
base de sus decisiones. Sucede, por ejemplo, cuando empresas mineras,
petroleras, embotelladoras de aguas azucaradas, productoras de cigarrillos,
opioides o asbestos ocultan lo que saben o niegan lo que otros saben sobre los
efectos que sus actividades tienen en la salud de los seres vivos o del medio
ambiente. Sucede también cuando funcionarios del gobierno ocultan sus
decisiones o desinforman sobre sus consecuencias. Sucede cuando los
profesionales de las ciencias sociales desfiguran los hechos o los interpretan
con sesgos personales o de clase social.
Debemos manejar los discursos de líderes políticos,
sociales y religiosos y la propaganda de la empresa privada con los mismos
criterios que aplicamos a lo dicho por personas de autoridad[v].
En ocasiones hay razones para aceptar como verdadero lo que nos dicen. Pero
también hay ocasiones para dudar: ¿nos dicen lo que saben, hasta donde lo
saben?, ¿pretenden saber cuando en realidad no han estudiado el tema o no están
en capacidad de entenderlo?, ¿nos dan los hechos que necesitamos conocer para
formar una opinión informada?, ¿nos manipulan para que tomemos una decisión
emocional, sin pensarlo mucho?
Vale la pena reiterar lo dicho. Las clases dirigentes
tienen interés en desincentivar el pensamiento crítico en las masas. Una de las
motivaciones que tienen es que así pueden romper en la conciencia popular el
conocimiento que permite conectar las acciones y decisiones de los poderosos
con las consecuencias que esas acciones y decisiones tienen en la salud humana,
en el medio ambiente o en el bien común.
Para las clases dirigentes es suficiente con que la
mayoría de nosotros limitemos nuestra participación en la vida pública al voto
periódico y la protesta ocasional y dejemos en sus manos -pero sin exigirles
responsabilidad- las decisiones de guerra y relaciones internacionales, el
manejo de conflictos con enemigos internos, las reformas al funcionamiento del
estado o al régimen de impuestos, el presupuesto nacional de ingresos y gastos,
la disposición de tierras y bienes públicos, la designación de altos
funcionarios y la escogencias de contratistas oficiales, el diseño del modelo
económico nacional y, en general, las cosas que influyen en el bienestar de
todos.
Y todo esto lo logran, para empezar, si las masas
están acostumbradas a aceptar creencias infundadas. Esto se logra promoviendo
el culto de la ignorancia, como lo describe Isaac
Asimov en un artículo de 1980 traducido para este blog
y discutido en el ensayo
El culto global de la ignorancia.
3.6 La propaganda, reto a nuestro poder de
cuestionamiento
1. La propaganda en
el mundo contemporáneo se ha convertido en un pilar de la economía y la
política. Siempre ha tenido un papel en la formación de imagen de naciones,
ciudades, gobernantes y hombres de negocios, pero en nuestro tiempo ha
adquirido mayor importancia por el uso que hace de la psicología social e
individual, la antropología y la historia y por su capacidad de movilizar los
recursos emocionales y técnicos de toda la población.
Aunque en ocasiones
la propaganda sirve para educar a las masas en asuntos de importancia
colectiva, es usada regularmente para inhibir nuestra capacidad de pensar
críticamente e inducirnos a tomar decisiones irracionales o aceptar creencias
infundadas.
La propaganda está presente
día y noche en el mundo contemporáneo, excepto por algunas sociedades aisladas
de la economía avanzada y la globalización y algunas comunidades diminutas de
monjes que han escogido eliminar o moderar la presencia de los medios y la
tecnología virtual en sus vidas. Así que muchos tenemos que vivir con ella,
gústenos o no, y por eso nos conviene saber a qué atenernos.
2. Los empresarios la
usan intensamente. La justifican diciendo que sirve para informar a los
consumidores sobre las especificaciones y uso de los productos.
Sin embargo,
una observación superficial de la propagada que nos bombardea constantemente
nos muestra un uso relativamente moderado de la informativa y una
preponderancia de la manipuladora de deseos.
Los empresarios
también nos dicen que ella no tiene efecto apreciable en la decisión de compras
entre el público al que está destinada (ej., personas inclinadas a los gastos
suntuarios, personas de poca educación, consumidores cuyos recursos debieran
forzarlos a tener prioridades vitales, consumidores infantiles y juveniles,
etc.).
Uno puede cuestionar
la veracidad de estas afirmaciones. Proceden de personas expertas en generar
ganancias. ¿De verdad tiene sentido en el mundo de los negocios gastar inmensas
cantidades de dinero en una actividad que no va a generar ninguno?
3. Los políticos
también la usan con la expectativa de generar en sus seguidores y votantes
ilusiones sobre lo que ellos pueden darles, confianza en sus propuestas y
decisiones y temores sobre lo que podrían hacer sus rivales.
Ellos se apoyan en la
propaganda para hacer que las masas:
- les den un mandato
para legislar, ejecutar y juzgar sin cuestionar la seriedad o estupidez de las
premisas en las que ellos basan sus decisiones,
- no participen en la
selección de opciones, ni cuestionen los resultados, ni tengan voz en el
castigo o premio de los equipos de gobierno que toman decisiones,
- no entiendan si las
acciones de quienes están en los altos niveles del gobierno y la economía las
benefician o las perjudican.
3.7 Propaganda y libertad intelectual en la guerra
La guerra, o la
amenaza de guerra, provee el mejor ejemplo del poder de la propaganda en manos
de políticos y empresarios:
- hay que convencer a
la población de hacer sacrificios de vidas y haciendas y que a su nombre se
cometan atrocidades inhumanas,
- hay que darle una
narrativa de victimización, restablecimiento de derechos perdidos y victoria, y
- hay que mantenerla
ignorante de los errores de sus estrategas civiles y militares, de los
privilegios de quienes nada sacrifican y del enriquecimiento de los
especuladores de guerra.
En asuntos de guerra
los poderosos se dan la tarea de crear y sostener una ignorancia colectiva. Y
lo logran, muchas veces con la colaboración de la elite intelectual de la
sociedad.
En 1919, poco después
de la primera gran guerra europea del siglo XX, el dramaturgo y novelista
Romain Rolland publicó el Manifiesto por la Independencia Mental[vi] con
la firma de intelectuales del mundo. Resumió el papel de la elite intelectual
europea durante la guerra diciendo:
“Muchos intelectuales pusieron su ciencia, su arte y su inteligencia al
servicio de los gobiernos […] Los pensadores, los artistas, añadieron una
cantidad incalculable de odio envenado a la plaga que asolaba a Europa. Del
arsenal de sus conocimientos, de su memoria, de su imaginación, extrajeron
razones para justificar el odio, razones frescas y añejas, razones históricas,
científicas, lógicas, poéticas. Hicieron un esfuerzo para destruir las bases
del entendimiento y el amor entre los hombres. Al hacerlo desfiguraron,
profanaron, rebajaron y degradaron la Inteligencia de la que eran
representantes. La hicieron un instrumento de las pasiones y una herramienta de
los intereses egoístas de una clase social o política de un estado, una patria,
una clase”.
Sus palabras
describen con exactitud el papel de la propaganda en un conflicto armado. Es lo
que uno ve en la historia reciente, en la guerra de Vietnam, en la persecución
de minorías étnicas y religiosas en Siria, Afganistán, Burma, Ceilán, la India,
Israel, Ruanda y Burkina Faso, en las guerras civiles de América Central, Perú
y Colombia.
Ante el secuestro de
la razón y el pensamiento crítico por la propaganda uno querría que la
humanidad entera se congregara alrededor de la Inteligencia para ponerla al
servicio del ser humano, “el que sufre, el que lucha, el que cae y se levanta
para seguir adelante, el que avanza por un camino que ha humedecido con su
sudor y su sangre”, como dice el mismo Rolland.
3.8 Políticas, distribución de riqueza,
creencias
Las decisiones sobre cómo dirigir una sociedad y
administrar sus recursos se basan en creencias fácticas y éticas. Podemos
repetirlo, la clase dominante toma las decisiones sociales que prefiere con
base en sus creencias y las clases dependientes también tienen creencias que
inspiran lo que desean del estado, la economía y la sociedad. Esas creencias fácticas
y éticas deberíamos discutirlas abiertamente.
Las creencias fácticas se apoyan en los indicadores de
desarrollo socioeconómico: índices de crecimiento, industrialización,
inflación, empleo, pobreza, concentración de riqueza, natalidad, mortalidad, comercio exterior, cubrimiento
de servicios públicos, criminalidad y encarcelamiento, etc.
Las creencias éticas tienen que ver con la pregunta de
si es conveniente o correcto que el estado beneficie más a un sector de la
población que a otro, y si esa disparidad de beneficios es correcta, qué tan
grande puede ser y por cuánto tiempo ha de mantenerse.
Circula en los medios sociales un texto anónimo que
describe el conflicto de creencias que separan a los defensores y los
opositores de la disparidad de beneficios en una sociedad; dice:
“Hablar de desigualdad social no es resentimiento,
señalar la corrupción no es envidia, denunciar los delitos no es odio, exigir
recursos para salud y educación no es querer todo regalado”. Se complementa con
otro que dice: “El hecho de que yo reclame mis derechos y ejercite mis
libertades no me hace terrorista”.
3.9 Creencias y valores en las
políticas sociales
Tenemos aquí dos conjuntos de creencias claramente
contrapuestas:
1. las relativas a hechos, comprobables y medibles:
desigualdad, corrupción, delincuencia, extensión de los servicios públicos,
limitaciones a los derechos individuales;
2. las relativas a valores antagónicos de dos grupos
de ciudadanos:
a) los
que creen que la humanidad progresa a medida que un mayor número de personas se
benefician de la acción del estado y del desarrollo económico y ven protegidos
sus derechos políticos, libertades civiles, vidas y patrimonios, autonomía
personal y potencial de crecimiento personal,
b) los
que creen que esa noción de progreso humano es utópica y que los beneficios del
desarrollo económico y social deben reservarse para un sector limitado de la
población.
En la vida contemporánea la mayoría de las sociedades
ha logrado un equilibrio –más o menos estable, más o menos precario- entre
ambos conjuntos de creencias, a sabiendas de que hay una tensión constante para
hacer que ese equilibrio cambie en un área o en muchas.
Como se trata de un conflicto de valores son con frecuencia los líderes
morales los que toman la iniciativa para mover a un pueblo en una dirección u
otra. Así, en América Latina, Arnulfo Romero, Enrique Ángel Angelelli, Helder
Camara, Gerardo Valencia Cano, Paulo Freire, por ejemplo, han guiado a sus
pueblos en la formación de creencias más favorables al progreso humano. Por
supuesto, otros ha habido que han echado en dirección opuesta, pero yo creo -y
quiero- que el futuro de la humanidad vaya en el sentido de mayor bienestar
para el mayor número.
3.10 Creencias, su papel en la
experiencia humana
Este ensayo habla solo de creencias pero eso no quiere
decir que la evolución social, la búsqueda de la verdad, el crecimiento de la
ciencia y el desarrollo histórico giren únicamente alrededor de ellas. Es
similar a lo que pasa con una ecuación de dos o tres variables para explorar un
momento económico o sociológico. Para mantener la discusión enfocada uno asume
que todo lo demás permanece constante. Las creencias no son el único factor
determinante en la vida individual y social, aunque tienen un papel importante,
como lo hemos visto en este ensayo.
3.11 Protección de la libertad de
pensar y cuestionar
El hecho de que muchos miembros de una sociedad no
usen su libertad de pensamiento (que es también su libertad de cuestionar
creencias) no quiere decir que esta libertad sea inútil o innecesaria.
Las sociedades y los gobiernos deben crear
protecciones para la libertad de pensamiento como una puerta permanentemente
abierta al desarrollo de la ciencia y a la búsqueda de la sabiduría. Ojalá,
soñamos algunos, toda la humanidad traspase esa puerta; por el momento algunos
lo harán y todos nos beneficiaremos.
Luis Mejía
1 de octubre
del 2019
Publicado en
blogluismejia.blogspot.com
[i] El periodista británico Robert Fisk ha
comentado sobre el empobrecimiento intelectual y el incremento de la vulgaridad
en el lenguaje que parecen ser facilitados por los medios sociales, en https://www.independent.co.uk/voices/comment/robert-fisk-our-addiction-to-the-internet-is-as-harmful-as-any-drug-and-what-passes-for-comment-9433535.html
[ii] Paul Krugman describe a las personas que expresan
odio irracional ideológico, en https://www.nytimes.com/es/2019/03/15/paul-krugman-capitana-marvel/
[iii] Una táctica favorecida por
políticos y activistas de toda laya para desacreditar algo o alguien es la de
sembrar dudas sobre su honestidad o veracidad sin proveer fundamentos fácticos
y gira generalmente alrededor de la expresión “¿no parece extraño que…?” Quien
la usa no necesita probar nada para poner algo en entredicho. Donald Trump, por
ejemplo, ha hecho su carrera sobre esa base: https://www.axios.com/donald-trump-attack-opponents-suspicion-8d6be62d-bf84-4c4a-a2f9-e33afcdef5d6.html
[iv] Con intención meramente ilustrativa uno pude decir
que hay verdades teológicas, que tienden a ser absolutas u reveladas, verdades
filosóficas, que derivan de la discusión sobre lo que sabemos y cómo lo sabemos
y que varían según la escuela a que uno se afilie, verdades científicas, que
dependen del estado del conocimiento sobre el mundo en un momento dado, y
verdades prácticas, que son las que nos permiten llevar una vida de estudios, descubrimientos
prácticos y conversaciones más o menos racionales con los demás.
[v] La poetisa colombiana Piedad Bonnett
escribió un comentario muy perceptivo sobre las diferencias en la autoridad del
intelectual y del agitador político, en https://www.elespectador.com/opinion/sobre-la-idolatria-columna-838785
[vi] Ce manifeste a été publié dans l'Humanité du
26 juin 1919; http://www.gutenberg.org/files/37306/37306-h/37306-h.htm?fbclid=IwAR1_rr_NgnCbOYfQaoaiNzjeepFMqm08FG2c2AGG6iPruFty0Fpls-h0XpU#page_221
Lista de creencias infundadas,
ReplyDeletepor Bertrand Russell:
https://revistas.unal.edu.co/index.php/revistaun/article/view/12347/12961
Hannah Arendt Explains How Propaganda Uses Lies to Erode All Truth & Morality
ReplyDeletehttp://www.openculture.com/2017/01/hannah-arendt-explains-how-propaganda-uses-lies-to-erode-all-truth-morality.html
Pensar libremente es dudar
ReplyDeletePor Moisés Wasserman
https://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/moises-wasserman/pensar-libremente-es-dudar-columna-de-moises-wasserman-343040
El lenguaje de la política degenera hacia la simpleza
ReplyDeleteEl estudio de cientos de miles de discursos de las últimas décadas en varios países indica que el habla de los líderes pierde complejidad y pensamiento analítico
Por Javier Salas
https://elpais.com/elpais/2019/02/23/ciencia/1550934862_240733.html?id_externo_rsoc=TW_CM
What passes for comment on internete these days is often simply foul abuse
ReplyDeleteBy Robert Fisk
https://www.independent.co.uk/voices/comment/robert-fisk-our-addiction-to-the-internet-is-as-harmful-as-any-drug-and-what-passes-for-comment-9433535.html
El abandono del pensamiento crítico
ReplyDeletePor Tahar Ben Jelloun
Cuando el pensamiento crítico abandona la partida, dejando el campo libre a todas las extravagancias, y cuando la duda, sea metódica o estratégica, se ausenta, es el individuo el que renuncia a su condición de tal, se pierde en la muchedumbre y se convierte en elemento insignificante, ahogado y no reconocido
En castellano:
https://unesco.bibliomondo.com/ark:/48223/pf0000099224_spa
En inglés:
https://www.questia.com/magazine/1G1-16476551/the-abdication-of-thought
Scientific thinking - A good review of relevant issues
ReplyDeleteBoston Review
“Listen to the Science”
http://bostonreview.net/reading-lists-science-nature/matt-lord-boston-review-%E2%80%9Clisten-science%E2%80%9D
Attorney General William P. Barr and the promotion of beliefs with a political purpose
ReplyDeletehttps://www.justice.gov/opa/speech/attorney-general-william-p-barr-delivers-remarks-law-school-and-de-nicola-center-ethics
Beliefs promoted by the powerful that aim at a control of people's minds:
ReplyDeleteMichael R. Pompeo, U.S. Secretary of State, says in his Being a Christian leader speech: "As believers, we draw on the wisdom of God to help us get it right, to be a force for good in the life of human beings."
https://www.state.gov/being-a-christian-leader/
In Defense of Disbelief: An Anti-Creed
ReplyDeleteWe should doubt all theories and theologies that claim to solve the problem of who we really are
By John Horgan
https://blogs.scientificamerican.com/cross-check/in-defense-of-disbelief-an-anti-creed/
Razonamiento crítico, adaptación castellana de Asking the Right Questions. A Guide to Critical Thinking, Brown& Stuart, por Moris Polanco
ReplyDeletehttps://www.academia.edu/583670/Razonamiento_Cr%C3%ADtico