Saturday, May 19, 2012

Conflicto Armado, Reparación de Víctimas y Restitución de Tierras en Colombia: Un Seminario en Columbia University

El viernes 11 del presente mes el Instituto de Estudios Latinoamericanos de Columbia University en Nueva York patrocinó un seminario llamado “Conflicto Armado, Reparación de Víctimas y Restitución de Tierras en Colombia”. Bajo la coordinación de José Antonio Ocampo, profesor de la Universidad, participaron Guillermo Rivera, miembro de la Cámara de Representantes de Colombia, Rodrigo Uprimmy, investigador de DeJusticia, Ana María Ibáñez, directora del CEDE en la Universidad de los Andes en Bogotá, Aldo Civico, Director del Instituto Internacional de Paz de Rutgers University en Nueva Jersey, Alejandro Reyes, Consultor del Ministerio de Agricultura de Colombia, Paula Gaviria, Directora de la Oficina de Reparación de Víctimas del gobierno de Colombia, Marc Chernick, del Centro de Estudios Latinoamericanos de Georgetown University en Washington D.C., Elvira María Restrepo, profesora de la Universidad de Miami en la Florida, y Jackie Klopp, investigadora del Instituto Tierra de Columbia University.

A continuación presento un resumen de las presentaciones hechas por los participantes. Lo que atribuyo a los panelistas es basado en las notas que tomé durante la jornada; por supuesto, los errores que haya en el texto son resultado de notas incompletas o de una mala interpretación de sus palabras. Este reporte consta de tres partes que responden a tres tópicos de discusión: 1. Orígenes y alcance de la ley de restitución de tierras, 2. Ejecución y obstáculos de la ley de restitución de tierras, y 3. Crítica de la conferencia y barreras no discutidas a la ejecución de la ley de víctimas

Primera Parte: Orígenes y Alcance de la Ley de Restitución de Tierras

1.1 Historia del Proceso Legislativo de la Ley de Víctimas, Guillermo Rivera
1.2 Víctimas, Pobreza y Restitución de Tierras, Ana María Ibáñez
1.3 Restitución y Redistribución, Rodrigo Uprimmy
1.4 Tierra, Violencia y Democracia, Aldo Civico
1.5 Preguntas del Público

1.1 Historia del Proceso Legislativo de la Ley de Víctimas - Presentación de Guillermo Rivera

En 2005 el Congreso colombiano aprobó la llamada ley de justicia y paz que se enderezaba a la desmovilización y penalización de paramilitares pero que no incluyó reparación de víctimas.

En 2007 la Fundación Víctimas Visibles promovió una serie de reuniones con miembros del Congreso colombiano para informar sobre las violaciones de derechos humanos que habían ocurrido en Colombia en los últimos 30 años y sobre las condiciones en que vivían las víctimas de esas violaciones y explicar los beneficios de una acción legislativa que les hiciera justicia. El Partido Liberal Colombiano fue muy receptivo a esta iniciativa, no así los partidos de gobierno como el de la U.

También en 2007 el senador Juan Fernando Cristo y el representante Guillermo Rivera a nombre del Partido Liberal presentaron en el Congreso un primer proyecto de ley de reparación de víctimas. La discusión del mismo fue muy polarizante. Hubo oposición a aspectos centrales del proyecto, como la inclusión de quienes habían sido víctimas de agentes del estado. El proyecto tenía el respaldo del Polo Democrático Alternativo y de la comunidad internacional pero el gobierno movilizó a los congresistas de los partidos oficialistas y logró que se archivara.

En 2010 J.M. Santos ganó las elecciones presidenciales y propuso a los partidos una coalición de gobierno. El Partido Liberal aceptó bajo la condición de que el presidente y su gobierno respaldaran una política de reparación de víctimas. Se presentó ante el Congreso un nuevo proyecto con respaldo del gobierno, especialmente del Ministerio de Agricultura. Inicialmente el Polo Democrático Alternativo le dio respaldo a este proyecto pero lo retiro porque no hubo acuerdo partidista sobre la fecha de corte que serviría de base para determinar quien podría beneficiarse de la ley.

En 2011 el Congreso aprobó la ley de reparación de víctimas algunos de cuyos aspectos principales son:

1.      Reconocimiento del derecho internacional humanitario y de los derechos
humanos internacionales como parte de la normatividad nacional;
2.      Se definieron como víctimas para efectos de la ley todas las personas que
hubieran sufrido violación de esos derechos;
3.      Se reconoció la existencia de un conflicto armado interno;
4.      Se crearon dos modalidades de asistencia a las víctimas: a) una humanitaria o
de atención subsiguiente a una violación de derechos, y b) una social
que comprende servicios permanentes de salud, educación y vivienda;
5.      Se ordenaron medidas de reparación cuyo propósito es aproximar a
las víctimas a la situación en que vivían previamente a la violación
de sus derechos y que consisten en:
a)      indemnización administrativa por muerte de un pariente,
b)      medidas de satisfacción que tienen un carácter moral y simbólico,
como actos en honor de las víctimas y reconocimiento público de
responsabilidad del estado,
c)      medidas de rehabilitación física y psicológica de individuos y
comunidades afectados y medidas de reparación colectiva,
d)      restitución de tierras o restitución patrimonial que establece una
presunción de favorabilidad para las víctimas y reversa la carga de la
prueba en caso de disputas sobre la propiedad de predios afectados por
despojo violento de manera que el ocupante o propietario actual debe
probar que adquirió el predio por medios no violentos.

La población rural colombiana sufrió un proceso de despojo patrimonial que tuvo diferentes modalidades, la más vergonzosa de las cuales fue la que ocurrió con complicidad del estado.

Sectores sociales muy poderosos se han opuesto a la noción misma de una ley de reparación de víctimas y restitución de tierras arrebatadas a sus dueños originales. El éxito de esta ley dependerá de que las víctimas se conviertan en sujetos políticos, para lo cual se requiere que se organicen dentro de un movimiento de defensa y protección de sus derechos. Existe un compromiso de las autoridades nacionales de hacer efectiva esta legislación pero ese compromiso no será suficiente si no hay una acción organizada de las víctimas para mantener viva la presión sobre las agencias del estado.

1.2 Víctimas, Pobreza y Restitución de Tierras - Presentación de Ana María Ibáñez

El momento social y político en que se hace presente la ley de reparación de víctimas encuentra muchos retos entre los cuales se cuentan:

1.      La desmovilización de los paramilitares ha sido incompleta y todavía quedan
focos de conflicto con la presencia de bandas criminales, que son restos de los
frentes paramilitares pero sin la organización y la coordinación que tuvieron
estos;
2.      Las guerrillas continúan activas en partes del territorio nacional;
3.      La victimización de la población rural ocurrió en forma masiva y el volumen de la población afectada tiene un impacto en la eficiencia y rapidez con que se hará la restitución de tierras a sus cultivadores originales;
4.      Se espera que la restitución de tierras genere un movimiento de retorno al
campo.

Durante la década de 1980 los capos narcotraficantes y los terratenientes crearon los primeros frentes paramilitares y generaron una primera oleada de despojo de tierras. Lar organizaciones paramilitares crecieron en la segunda mitad de la década de 1990 y el desplazamiento de población campesina llego a su clímax en la primera década del siglo 21.

Hubo una estrategia de desplazamiento de la población rural por medio de ataques deliberados y aleatorios a terratenientes, campesinos, líderes comunitarios y cívicos y redes sociales.

El despojo y apropiación de tierras fueron masivos y afectaron aproximadamente 11.4 millones de hectáreas.

Había y todavía hay un problema de informalidad en la documentación de derechos sobre la tierra relacionado con la inexistencia o precariedad de los títulos de propiedad y con la ocupación de tierras baldías o vacantes.

El desplazamiento forzado de la población rural hacia las ciudades ha tenido consecuencias económicas; por ejemplo:

1.      la población desplazada a la fuerza queda atrapada en condiciones de pobreza por falta de educación, desempleo, pérdida permanente de patrimonio, trabajo infantil forzoso, deserción escolar de las generaciones más jóvenes;
2.      la llegada de la población campesina a las ciudades tiene efectos secundarios
en cuanto se aumenta la mano de obra, se establece una competencia con la
población urbana por las fuentes de empleo existentes, bajan los salarios y
crece el sector informal.

La población desplazada que retorna al campo llega a regiones caracterizadas por:

1.      dificultades de distinta índole para reiniciar la producción agrícola;
2.      aisladas de los mercados de consumo y procesamiento de las cosechas
eventualmente producidas;
3.      una población numerosa que subsiste a niveles de pobreza;
4.      una base industrial precaria;
5.      mercado concentrado de propiedad raíz;
6.      derechos de propiedad informales;
7.      bajos niveles de inversión;
8.      escasa provisión de bienes y servicios públicos;
9.      persistencia del conflicto armado y de riesgo de violencia contra los
que regresen.

En términos generales hay una tendencia hacia la reducción de la pobreza en el país pero esta tendencia es menos pronunciada en las áreas rurales.

La restitución de tierras es un primer paso hacia un mejor nivel de vida de la población colombiana pero no es suficiente para superar la pobreza de quienes regresen al campo.

Los mayores retos que enfrenta el país en este campo son dos: a) proteger las nuevas generaciones y asegurar su capacidad de subsistencia en el futuro, y b) hacer que la población que regrese al campo sea económicamente viable.

1.3 Restitución y Redistribución - Presentación de Rodrigo Uprimmy

Restitución es justicia correctiva, es volver a la víctima a una situación previa, borrar los efectos de un crimen. Redistribución es justicia social distributiva, es definir cómo se distribuyen las cargas, oportunidades y bienes en una sociedad.

El análisis de la ley de víctimas debe incluir dos variables: a) la población víctima de violaciones masivas de derechos humanos, y b) la población no víctima de dichas violaciones. Esto genera cuatro grupos: pobre víctima, pobre no víctima, rico víctima y rico no víctima.

Dado que los recursos del estado y la sociedad para hacer justicia correctiva son escacos, una ley que orden el desembolso de recursos públicos para reparar y restituir a las víctimas va a generar conflictos entre esos grupos. La pregunta latente es: se usan los recursos públicos para restituir a los ricos víctimas aun si a estos les ha quedado patrimonio suficiente sobre el cual pueden reconstruir la situación que tenían antes de ser víctimas?

En el contexto histórico y económico del país, el despojo de tierras de la población rural fue una contra-reforma agraria que venia de tiempo atrás, se intensificó en la década de 1980 y llegó a su clímax en la década de 1990.

Una sociedad que ya era desigual quedó más desigual a consecuencias del conflicto armado y del despojo de la propiedad rural.

La ley de restitución de tierras parte del supuesto de que lo importante en este momento es lograr una restitución justa, retornar la propiedad o posesión de la tierra a quien le fue arrebatada violentamente; pero la ley no tiene propósitos distributivos, su propósito no es alterar la estructura de la propiedad agraria.

La gran mayoría de la población que sufrió despojo de la tierra era pobre o fue empujada a la pobreza a raíz del despojo. Esta es la población beneficiada por la ley de restitución.

Si la ley tiene éxito se reducirían los niveles dramáticos de pobreza de los desplazados y el coeficiente Gini podría regresar al punto donde estaba antes, lo cual tendría efectos redistributivos.

La restitución de tierras ayudaría a proteger las comunidades rurales “étnicas” –esto es, negros e indios-.

La restitución de tierras genera tensiones sociales y exige pensar en las políticas que deberán implementarse después de que se haga la restitución. Entonces surgirá la pregunta: ¿qué pasará con el modelo de desarrollo rural? El modelo actual da preferencia a los proyectos agroindustriales y a los cultivos en gran escala. La restitución de tierras exige repensar el modelo e implica medidas que le den viabilidad económica a la propiedad rural de pequeña y mediana extensión.

Conclusiones: La restitución de tierras es necesaria, su ejecución será difícil y por sí sola es insuficiente:

1.      es necesaria por razones de justicia y por motivos políticos,
2.      es difícil pues el conflicto armado continúa, los enemigos violentos de la
restitución siguen activos, las instituciones rurales fueron debilitadas por los
actores del conflicto y hay que fortalecerlas a pesar de la oposición que habrá;
3.      es insuficiente pues requiere acción e inversión adicional del estado para
mantener vivo el proceso de restitución y hacer económicamente viable el
retorno de los antiguos trabajadores de la tierra.

1.4 Tierra, Violencia y Democracia - Presentación de Aldo Civico

El foco de esta presentación es la vertiente del río Cauca donde se ha concentrado la acción gubernamental de restitución de tierras.

El conflicto continúa. El valle del río Cauca y Antioquia son el foco de la para-economía.
La semana pasada fue asesinado Daniel Aguirre, líder de los sindicatos de cortadores de caña en el Valle del Cauca. Fue un asesinato de gran impacto; él era un trabajador de la caña en una compañía de propiedad de Ardila Lule. Había organizado dos huelgas importantes y era parte del equipo negociador en representación de los trabajadores en conversaciones con los administradores de la refinería de azúcar.

Podemos pensar en la siguiente genealogía para este crimen. Aguirre era reconocido como un líder sindical en la región. Había sido amenazado de muerte en el pasado pero no recientemente. Fue asesinado en frente de su esposa y sus vecinos, en un área altamente militarizada con fuerte presencia de bandas criminales (BACRIM) y grupos de seguridad privada, y, coincidencialmente, poco después de que el gobierno anunciara la implementación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. Este asesinato es parte de una persecución sistemática de líderes sindicales en una región donde los sindicatos de los cortadores de caña son percibidos como una amenaza a la hegemonía de los barones de la caña.

Hay otra genealogía posible de este asesinato. La región del Valle del Cauca se caracteriza por un desarrollo industrial basado en la concentración de la propiedad de la tierra, lo que ocurrió especialmente después de la Guerra de los Mil Días. Las elites locales usaron la violencia durante el siglo XX para concentrar la propiedad de la tierra y consolidar la hegemonía de la industria del azúcar. En esta región se enfrentan dos ideas de democracia: [1] los mecanismos electorales, y [2] la participación e inclusión de otros sectores sociales, como los trabajadores, que no encuentran respaldo en los mecanismos electorales. La violencia continua, y con ella el asesinato de Aguirre, tiene un impacto en la manera como se construye la democracia y la calidad del proceso democrático.

Conclusión: el asesinato de Aguirre pone en evidencia la necesidad de cambiar el paradigma político para profundizar el proceso democrático.

1.5 Preguntas del Público

Estos son los comentarios hechos por los panelistas en respuesta a las preguntas del público asistente:

Rivera

Hay que blindar la ley para hacer efectivo su cumplimiento e impedir que sea debilitada o derogada. Existe una voluntad institucional [de parte del gobierno nacional] para hacerla cumplir pero es necesario que las víctimas se conviertan en sujetos políticos para que mantengan presión sobre las agencias del estado y contrarresten los esfuerzos de quienes se proponen usar su poder económico y político para hacerla fracasar. Hay sectores de las fuerzas armadas que respaldan la ley, así como los hay que por sentido de culpa no la apoyan.

Ibáñez

Para que la ley tenga adecuado cumplimiento se necesita una voluntad política del gobierno, los partidos y la sociedad. Igualmente se necesita fortalecer la eficacia del estado que tradicionalmente ha sido muy débil para prestar servicios en las regiones alejadas de los centros urbanos. Aunque el objetivo de la ley no es sacar a la gente de la pobreza, el gobierno y la sociedad tienen que dar pasos adicionales para lograrlo.

Uprimmy

El Frente Nacional fue un proceso diferente del de restitución de tierras y reparación de víctimas. Sin embargo, hay lecciones que se pueden aplicar. El Frente Nacional fue un acuerdo de cúpula, legitimizado por un plebiscito. La ley que discutimos ahora, en cambio, fue discutida ampliamente en el país y fue aprobada tras largos debates en el Congreso; además, puede tener efectos adicionales tal como minar las bases de poder de los paramilitares y otros sectores económicos. Si falla esta ley, se agudizarán los problemas de la democracia en Colombia.

Civico

Los paramilitares están dentro y fuera del estado colombiano, como la mafia siciliana. Las acciones violentas en Colombia se enmarcan dentro de dos realidades sociales: un problema de impunidad que es sistémico y un problema ético derivado de que la sociedad tolera y acepta a los que se benefician de la violencia (ejemplo de esto es, por ejemplo, el hecho de que el hijo de un financiador y benefactor de los paramilitares sea elegido por voto popular como alcalde de una de las ciudades más importantes del país). Para combatir la impunidad hay que romper el silencio. Por eso debería ser intolerable el silencio del gobierno y del presidente Santos cuando Daniel Aguirre, o cualquier otro sindicalista, es asesinado, cuando al mismo tiempo tiene voz para estigmatizar las propuestas de la Marcha Patriótica y señalar como antipatrióticas las propuestas alternativas y críticas de sectores independientes o de oposición. 

Luis Mejía – 19 de mayo de 2012

Publicado en blogluismejia.blogspot.com

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