DESCONTENTO POPULAR: ECONOMÍA Y PROTESTA

DEFENSORES DEL CAPITALISMO EXPLICAN EL DESCONTENTO SOCIAL

Por LUIS MEJÍA, Ph.D. en Economía

Índice:

¿Una sociedad que se rebela?

Defensores del capitalismo enfrentan el malestar social

Moisés Naim y Brian Winter

Ricardo Hausmann

Al Jazzera y The Economist

Jeffrey N. Sachs

Propuesta capitalista de bienestar popular

Panorama de insatisfacción económica

Capitalismo con movilidad social: ¿Promesa o espejismo?

Los analistas y sus credenciales en el mundo empresarial capitalista

¿Una sociedad que se rebela?

América Latina y muchas otras partes del mundo han visto una oleada de protestas populares en los últimos meses. En lugares como la Argentina, Bolivia, Chile, el Ecuador, Francia, Hong Kong, Haití, Irak, Irán, el Líbano, Zimbabue, la población se ha echado a la calle a expresar insatisfacción con medidas de los gobiernos o en contra de la corrupción o en denuncia de elecciones percibidas como fraudulentas. 

Los gobiernos, desconectados de la realidad y con el respaldo de los sectores de la sociedad que todavía aceptan la narrativa de que un país sin la élite que detenta el poder se va al caos, han respondido de manera represiva en muchos lugares, en otros han reconocido la gravedad de la situación y han intentado contemporizar y negociar un retorno a la normalidad.

Está abierta la discusión sobre las causas de esas protestas. Algunos gobiernos y sus amigos en los medios tradicionales y alternativos han echado la culpa a agitadores extranjeros. Amplios sectores de la población han rechazado justificadamente los actos de vandalismo que han ocurrido durante las protestas. Pero la intensidad de las protestas apunta a razones más profundas e importantes que la injerencia extranjera o el ánimo de saquear y destruir bienes públicos como motivadores de la movilización popular.

Defensores del capitalismo enfrentan el malestar social

Serios analistas del mundo de los negocios y del mundo académico, defensores del sistema capitalista que predomina en la economía mundial, han propuesto explicaciones basadas en las ciencias sociales y ofrecen soluciones que nada tienen que ver con propuestas populistas, comunistas o socialistas. 

Muchos son conscientes de que el sistema económico capitalista es una creación humana que como tal puede fallar y requiere medidas correctoras para hacerlo funcionar adecuadamente. Podemos asumir que son honestos en la fe que ponen en el sistema capitalista y en la capacidad de este para mejorar la sociedad si es bien administrado.

Los siguientes analistas, Moisés Naim y Brian Winter -dedicados defensores del capitalismo en América Latina-, Ricardo Hausmann -consultor de negocios muy apreciado en el mundo de la empresa privada-, Michael Reid -editor de la revista The Economist, uno de los medios informativos más importantes para el empresario global-, y Jeffrey Sachs -asesor de la Unión Soviética, la Federación Rusa y Polonia en la transición del comunismo al capitalismo y experto en la eliminación de la pobreza en un sistema de mercado capitalista- han analizado la protesta social contemporánea.

A continuación el lector encontrará un resumen de sus argumentos y una descripción de sus credenciales como promotores del sistema capitalista. Sus artículos originales en versión castellana se encuentran en este enlace.

Moisés Naim y Brian Winter

Dicen en su artículo América Latina estaba lista a explotar, ¿por qué?:

- ha habido graves disturbios en América Latina acompañados de rumores de injerencia cubana venezolana, validados por ministros y voceros de los gobiernos y organizaciones internacionales,

- pero el tamaño y duración de las protestas indican que hay causas que van más allá de la presencia de agitadores extranjeros,

- las teorías conspirativas son útiles a las élites que no quieren identificar la raíz de los problemas y solucionarlos,

- hubo una bonanza a principios del siglo que benefició a mucha gente en América Latina, disminuyó la pobreza y cien millones de personas entraron a la clase media,

- pero después de la bonanza el crecimiento económico ha sido mediocre, las inversiones han sido pocas, los salarios no han aumentado, el costo de vida ha subido y las oportunidades de mejora personal se han cerrado,

- la población perjudicada en la post-bonanza se ha vuelto menos tolerante con situaciones sociales ofensivas como la desigualdad y la corrupción,

- el acceso a internet -generalizado en América Latina- da a la gente un foro para compartir su frustración, enterarse de los gastos suntuarios de los más poderosos e informarse sobre el descontento social en otros lugares,

- la gente ha perdido confianza en la democracia y se inclina hacia líderes fuertes que prometen soluciones fáciles de difícil o imposible cumplimiento,

- los líderes democráticos deben anticiparse a las protestas populares, identificar prioridades fundamentales –por ejemplo, salud, infraestructura, seguridad, educación- y alrededor de ellas proponer reformas fundamentales y construir coaliciones nacionales amplias para ponerlas en ejecución.

Ricardo Hausmann

Dice en su artículo Cuando los mercados chocan con la movilidad:

        - las protestas en Chile han tenido respaldo de un público que simultáneamente ha condenado la violencia y la destrucción del momento,

        - en el Ecuador hay que tener en cuenta que la abolición de los subsidios a los combustibles tiene fundamentos económicos sólidos: los subsidios son ineficientes, ambientalmente nocivos y muy injustos pues benefician más a los ricos que a los pobres,

        - sin embargo, los argumentos económicos para subir tarifas de transporte o eliminar subsidios no reflejan cosas invaluables como la belleza de un paisaje, la seguridad de un barrio, el descanso en un parque o la movilidad que nos permite llevar una vida social activa,

        - la movilidad facilita ir al trabajo, de compras, a la escuela, a vernos con otras personas,

        - los ricos escogen donde vivir y al hacerlo empujan a los pobres a lugares periféricos;

        - para los ricos el costo del transporte es irrelevante, no afecta su existencia como sí afecta a los pobres para quienes el costo del transporte se mide en tarifas (con efectos sobre sus ingresos) y en tiempos de viaje (que afectan el tiempo sobrante para hacer otras cosas),

        - el transporte costoso o de grandes distancias es una trampa de pobreza: si uno no puede ir a donde hay buenos empleos (o buena educación, o buenos contactos de empleo) se queda pobre,

        - el transporte no puede tener precios de mercado porque excluiría a los que no pueden pagarlos,

        - tampoco pueden tener precios de mercado los lugares públicos compartidos; por ejemplo, los parques sometidos al mercado se convertirían en clubes campestres privados,

        - las sociedades tienen que decidir qué cosas se dejan a la libertad del mercado y qué cosas subsidia para ponerlas al alcance de un mayor número de personas, pues entre más cosas haya que comprar con dinero tanto más duro es ser pobre,

- es importante reconocer que cuando la seguridad de un barrio, la oportunidad de un buen empleo o el acceso a un espacio público dependen de la capacidad de pago que uno tenga, es decir, dependen de las condiciones que ponga el mercado, los pobres tenderán a ver como injusta la manera como ese mercado distribuye esas oportunidades.

Al Jazzera y The Economist

En un artículo titulado El costo del neoliberalismo en Chile Al Jazeera, agencia de noticias vocera del gobierno capitalista petrolero de Qatar, reporta la entrevista que le hizo a Michael Reid, editor del The Economist, en la que este dice:

        - ha habido en la última década en América Latina una insatisfacción generalizada que ha desatado protestas ocasionales, pero en este momento la situación es más seria dada la coincidencia de multitudinarias manifestaciones pacíficas con actos simultáneos de violencia y vandalismo,

        - en Chile, bajo el gobierno de Pinochet se impuso una economía de mercados libres sin restricciones, llamada neoliberalismo, que fracasó, pero los gobiernos democráticos que lo sucedieron la mantuvieron,

        - Chile tuvo buen crecimiento económico y gran reducción de la pobreza pero se consolidó una desigualdad que ha creado una brecha entre las élites (política y de negocios) y el pueblo,

        - el pueblo chileno percibe en este momento el capitalismo como menos incluyente y menos democrático que antes,

        - por eso las élites chilenas tienen que revisar su modelo económico pues las políticas originales que forzaban a la gente a pagar de su bolsillo servicios sociales como salud, educación y pensiones no han funcionado como se esperaba,

        - en consecuencia, Chile necesita un cambio en el que el estado provea más servicios sociales y las personas pudientes paguen impuestos más altos.

Jeffrey N. Sachs

Dice en su artículo Las ciudades prósperas se rebelan, ¿por qué?:

        - los gobernantes de Francia, Hong Kong y Chile han perdido contacto con sus pueblos y han tomado decisiones que han despertado un rechazo masivo,

        - el gobierno de Francia subió los impuestos a los combustibles, el de Hong Kong quiso autorizar la deportación a China continental de ciudadanos acusados por esta de algún delito y el de Chile ordenó un incremento en las tarifas del metro de Santiago,

        - las tres ciudades son líderes en crecimiento del producto interno bruto (PIB) per cápita y se distinguen por su competitividad en negocios privados,

        - a pesar de los buenos resultados de la economía en general la gente joven de esas ciudades no se hace ilusiones sobre sus vidas y saben que las oportunidades para encontrar trabajo decente o vivienda a su alcance son remotas,

        - los costos de vivienda fuerzan a la gente a vivir lejos de sus lugares de trabajo lo que las hace sensibles a los costos de transporte, en las tarifas del transporte público o en el precio del combustible,

        - los gobiernos se atienen a medidas de bienestar social, como el BID o el ingreso per cápita, que no captan la distribución del ingreso, la percepción popular de desigualdad e injusticia, la sensación de vulnerabilidad financiera, la libertad que uno tiene para escoger la vida que quiere vivir, la confianza que despiertan las autoridades de que actuarán correctamente y demás cosas que afectan la calidad de vida individual,

        - es importante tener presente que crecimiento económico sin justicia es una fuente de desorden social, es decir, abre la puerta a protestas y disturbios.

Propuesta capitalista de bienestar popular

Uno puede intuir que estos analistas y otros similares parten de la observación de sentido común de que uno no trabaja ni como empresario ni como asalariado por el gusto de estar ocupado sino porque espera que su trabajo le dé con que tener casa, techo, alimentación, educación y descanso decentes, para sí mismo y para su familia. 

Los ingresos de cada persona y los impuestos que colecta la sociedad deben combinarse para cubrir un mínimo de necesidades. Si el sistema económico no garantiza la satisfacción de esas necesidades a la población algo está funcionando mal.

Por eso ellos opinan que las protestas de este momento están justificadas. Aunque en su trabajo reconocen que el capitalismo ha producido grandes avances en el desarrollo del mundo y ha sacado de la pobreza a una parte de la población, en estos artículos aceptan que el capitalismo vigente le ha fallado a una parte importante de la sociedad y que se necesita hacer reformas en los mecanismos del mercado para garantizar que las oportunidades no se concentren en pocas manos, las necesidades satisfechas no sean las de unos pocos y las bondades del desarrollo capitalista se extiendan también a la población pobre[i].

Panorama de insatisfacción económica

Hay una realidad que la clase media media y la clase media baja comparten con la clase obrera: tienen una posición muy precaria en el mercado de trabajo. El empleo en muchas economías contemporáneas es incierto, de corta duración y aleatorio. Salarios y honorarios profesionales por lo mismo son también inciertos, caprichosos, no van a la par con el costo de vida. 

Simultáneamente, los avances técnicos que hacen la vida más cómoda lanzan al mercado una gama de productos de caducidad programada que hacen necesario su reemplazo periódico. La propaganda comercial agrega un nivel adicional de necesidades ficticias o artificiales pero reales para la masa de consumidores que la reciben.

Hemos de agregar a eso el entorno en que se vive la gente. La calidad de vida disminuye por la polución ambiental –visual, auditiva, química-, la vivienda y el sitio de trabajo de espacios cada vez más estrechos, la arquitectura urbana monótona y apabullante, el hacinamiento de personas en los espacios públicos, el costo de los espectáculos de entretenimiento de masas, las distancias de viaje para ir al trabajo o visitar amigos, la incomodidad de los medios de transporte masivo, las hordas de turistas y paseantes de fin de semana indiferentes a las sensibilidades de la población local. 

La corrupción política y empresarial y las tasas altas de criminalidad y violencia añaden un nivel de deterioro en la vida de los ciudadanos del común sea porque son víctimas directas, sea porque crean ineficiencias y distorsiones debilitan el crecimiento ordenado y la diversificación de la economía en general.

Las élites políticas y económicas no conocen la angustia de vivir así y les cuesta dificultad aliviarla a pesar de que está en sus manos hacerlo.

En estas condiciones la mayoría de la población vive en un presente inestable y un futuro incierto, está siempre preguntándose si podrá pagar sus gastos ordinarios a mediano plazo, mantener un nivel de consumo apropiado a sus necesidades, ahorrar para la vejez, capitalizar en inversiones de vivienda o negocios, cubrir gastos inesperados en caso de accidente o enfermedad incapacitante, sostenerse en caso de inflación aguda o recesión económica, escapar aunque sea brevemente al estrés de su existencia. 

Esta situación produce ansiedad, depresión y frustración. La protesta colectiva se convierte en una opción para manejarla al menos a nivel emocional.

Capitalismo con movilidad social: ¿Promesa o espejismo?

Un comentarista estadounidense, de familia obrera, graduado de universidad, inteligente y dispuesto a trabajar en condiciones adversas, describe así su experiencia en el mercado de trabajo actual:

“Mi pertenencia a la clase media de ninguna manera estaba garantizada, no importaba qué tan duro trabajara. Llegué a sentirme engañado por el espejismo de la movilidad ascendente. Después de diez años de trabajar de manera ininterrumpida, de hacer todo lo que era “correcto” hacer, yo no tenía nada a mi nombre, ni propiedad raíz, ni acciones en la bolsa de valores, ni inversiones, ni patrimonio, ni herencia, ni más malla protectora o respaldo que unos miles de dólares en mi cuenta de ahorros. Un solo desastre –despedido del trabajo, problema serio de salud, tener que ayudar a un amigo en situación desesperada- podría dejarme limpio. Si me llegara a pasar algo así, ¿qué me quedaría después de esos diez años?”. (Enzinna, Wes. Gimme shelter: The cost of living in the Bay Area. Harper’s Magazine, December 2019, p. 25 ss)

Es una realidad, como explica Hausmann, que el sistema capitalista puede crear condiciones de vida que lo atrapan a uno en la pobreza. Es obvio que lo mismo se puede decir de cualquier sistema social cuando las élites y las masas que las toleran olvidan que el propósito de la vida en sociedad es el bienestar del mayor número.

Los analistas y sus credenciales en el mundo empresarial capitalista

Moisés Naím fue ministro de industria y comercio durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez, el hombre de negocios que fue presidente de Venezuela dos veces. Es periodista y presentador de televisión con una agenda pro-empresarial y pro-capitalista. Es miembro del Foro Económico Mundial, la asociación de grandes inversionistas que se reúne anualmente en Davos, Suiza. Es presidente del Grupo50, una asociación de los empresarios latinoamericanos más poderosos, y miembro emérito del Fondo Carnegie para la Paz Internacional.

Brian Winter es coautor con el expresidente colombiano Álvaro Uribe del libro No hay causa perdida y se desempeña como vicepresidente de políticas de la Sociedad de las Américas / Consejo de las Américas. Fue reportero de Reuters en Suramérica y escribe regularmente sobre perspectivas de negocios en la región para empresarios e inversionistas.

Ricardo Hausman ha dedicado su vida a a la promoción de la empresa privada en América Latina como escritor y como consultor. Fue economista en jefe del Banco Interamericano de Desarrollo bajo la gerencia de Enrique V. Iglesias (quien ha hecho una carrera en la banca privada) y ministro de planeación y miembro de la junta directiva del banco central de Venezuela durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Actualmente es profesor de la escuela de gobierno y director del laboratorio de crecimiento económico de Harvard University, opera una compañía privada de consultoría de negocios y es asesor de Juan Guaidó.

Jeffrey D. Sachs fue un asesor de los gobiernos de la Unión Soviética, la Federación Rusa y Polonia en la transición del comunismo al capitalismo. Es profesor de Columbia University y director del Centro de Desarrollo Sostenible de la misma universidad así como de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Es un experto en políticas de reducción de la pobreza dentro de un sistema  capitalista. Es uno de los creadores del Índice Mundial de Felicidad que mide la satisfacción de las personas con la vida que llevan. Es autor de obras como El fin de la pobreza, La riqueza de todos y La era del desarrollo sostenible.

Al Jazeera es una agencia de noticias parcialmente financiada por el gobierno de Qatar, una de las grandes economías petroleras dentro del sistema capitalista global.

The Economist, la revista internacional de noticas y comentario con sede en Londres, Gran Bretaña, a la que están subscritos los grandes empresarios del mundo, representa los puntos de vista de inversionistas y ejecutivos con influencia global.

Fondo Carnegie para la Paz Internacional (Endowment for International Peace) es un centro de estudios sobre conflictos internacionales y su solución con herramientas apropiadas para el sistema capitalista global. La mayoría de los miembros de su junta directiva son altos ejecutivos de corporaciones multinacionales.

La Sociedad de las Américas (Americas Society) es un foro de discusión y presentaciones académicas y artísticas para divulgar información sobre el momento político, económico y cultural en el hemisferio occidental. El Consejo de las Américas (Council of the Americas) es una organización de las empresas internacionales más grandes del hemisferio occidental dedicada a promover el desarrollo económico dentro de los parámetros del sistema capitalista. La juntas directivas de ambas entidades están formadas por inversionistas y ejecutivos de las empresas con mayor presencia en el mercado latinoamericano. 

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[i] Cuando era muchacho oí a mis tíos conservadores decir que el estribillo favorito de Mariano Ospina Pérez en los discursos de la campaña electoral que lo llevó a la presidencia de Colombia en 1946 rezaba: Para el campesino colombiano prometo garantizar la vaquita lechera y la huerta casera. Una expresión, a mi parecer, de capitalismo del pueblo paralelo al capitalismo del latifundista y del gran empresario

Luis Mejía

20 de noviembre del 2019

Publicado en blogluismejia.blogspot.com