Nota informativa: Una versión corta de este ensayo
apareció en la edición del 17 de diciembre del 2017 de Razón Pública,
importante revista colombiana de análisis y opinión[i].
Índice:
1. Inmigración: ¿un problema?
2. La burocracia estadounidense contra los inmigrantes
3.
Daca (Deferred
Action for Childhood Arrivals)
4.
Dapa (Deferred
Action of Parents of Americans and Lawful Permanent Residents)
5. Daca y el partido demócrata
6. TPS (Temporary protection status)
7. Pacto mundial sobre migración
8. Ciudades santuario
9. Violencia discriminadora
10. Los
inmigrantes, víctimas de odio y discriminación
1. Inmigración: ¿un problema?
El gobierno estadounidense dirigido por Donald Trump se
ha caracterizado hasta ahora por la intemperancia de sus declaraciones
públicas, la improvisación en la toma de decisiones, el desmonte de las
protecciones legales del medio ambiente y los consumidores, la falta de
coordinación entre sus diferentes agencia y los roces entre estas y el personal
de la Casa Blanca, el nombramiento de funcionarios no calificados para cargos
de importancia –lo que es especialmente preocupante en el caso de jueces
ignorantes de su ciencia pero leales a la ideología republicana que
desempeñarán sus cargos de por vida-, la espontaneidad errática de las
declaraciones de Trump en los medios sociales y la frecuente desconexión entre estas
declaraciones y las acciones de algunos de sus subalternos.
Las mayorías
republicanas que dominan el congreso federal no permiten que este cuerpo ejerza
imparcial y diligentemente su tarea de controlar y remediar los excesos del
gobierno.
En este panorama resalta la diligencia desplegada por
Trump con el respaldo del partido republicano para cumplir las promesas de campaña relacionadas con la
eliminación de inmigrantes indocumentados y la reducción del flujo de
refugiados e inmigrantes regulares. Solo la protección de los intereses de los
ciudadanos más ricos y corporaciones más poderosas ha ocupado un lugar
comparable en la atención del gobierno y en la actividad legislativa de su partido.
La inmigración puede ser un problema económico si los
inmigrantes no participan en el mercado de trabajo, si al participar desplazan
al personal nativo o inducen una baja en sus salarios o si se convierten en una
carga para los servicios públicos. Estudios respetados indican que la
contribución neta de los inmigrantes al crecimiento económico es positiva, que
pagan impuestos y aportan a los fondos de seguridad social y que no desplazan a
los nacionales de empleos que estos
quieran desempeñar.
Los inmigrantes pueden ser un problema social si
cometen más crímenes que la población nativa y si no interactúan con otros
grupos étnicos o con los nacionales. Análisis de las estadísticas de
criminalidad indican que los inmigrantes cometen proporcionalmente menos
crímenes que los nativos y que es normal un grado de aislamiento social en los
recién llegados y en la primera generación.
Y los inmigrantes pueden ser un problema cultural si
hay una cultura dominante cuyos promotores quieren forzar en los recién
llegados y resienten que estos conserven el idioma, la religión y algunos de
los hábitos de vida de su lugar de origen. La intolerancia que surge de esta
actitud abre las puertas a la violencia de grupo y el extremismo político.
De hecho los 11 millones de inmigrantes indocumentados
en Estados Unidos enfrentan problemas relacionados con la precariedad en el
empleo, la falta de protección legal frente al abuso de empleadores y el robo
de salarios, la indefensión frente a criminales comunes, el aislamiento social
y cultural causado por el temor a ser deportados, las amenazas a la estabilidad de sus familias, las
dificultades de acceso a los servicios de salud y educación, la imposibilidad
de conseguir licencias de conducir, el dilema de no pertenecer a los Estados
Unidos y no poder regresar a casa y el acoso de los supremacistas blancos.
Una sociedad con sentido de equidad reconocería su
ética de trabajo, los aportes que han hecho a la prosperidad de Estados Unidos,
los impuestos que pagan, los aportes que hacen a los fondos de seguridad social
sobre los cuales no tendrán derecho alguno en la vejez y el hecho de que sus
envíos de dinero a los países de origen alivian los problemas sociales y
económicos de socios y aliados de Estados Unidos. Pero el gobierno dirigido por
Donald Trump, sus aliados republicanos y los votantes que todavía lo respaldan
han optado por expulsar a los indocumentados y limitar el número de posibles
inmigrantes regulares.
2. La burocracia estadounidense contra los inmigrantes
Invocando su deber de hacer cumplir las leyes y usando
el poder discrecional que le dan los reglamentos migratorios vigentes Trump ha construido
lo que el diario el Chicago Tribune llama “barrera burocrática a la
inmigración”. Esta barrera, más práctica y efectiva que una muralla divisoria
entre México y los Estados Unidos, se basa en la interpretación literal de las
leyes relativas a inmigración. Es una táctica significativa ya que cuando se
trata de proteger los intereses de corporaciones y millonarios el régimen Trump es muy flexible en su
aplicación de la ley.
Algunos elementos de esta barrera son:
- La reducción del 60% en el número de refugiados
aceptados anualmente,
- Una política agresiva de deportaciones,
- La suspensión durante seis meses de programas de
reasentamiento de refugiados,
- Formalización de un chequeo exhaustivo de cualidades
y antecedentes personales de solicitantes de refugio,
- La eliminación de la opción rápida de ciudadanía
para soldados voluntarios,
- La prohibición a ciudadanos de países musulmanes de
viajar a Estados Unidos,
- La construcción de un muro en la frontera mexicana,
- La consolidación de bases de datos compartidas entre
agencias de inmigración y departamentos locales de policía,
- Las restricciones a la libertad condicional por
razones humanitarias de inmigrantes indocumentados arrestados o detenidos por
infracciones leves,
- La participación de funcionarios estatales y
municipales en la persecución de indocumentados,
- La propuesta de reducción de visas de residente de un
millón a medio millón al año,
- La eliminación de la lotería de visas que anualmente beneficiaba a 50.000 emigrantes de países con baja representación demográfica en los
Estados Unidos,
- La propuesta para aumentar el número de jueces de
inmigración, los centros de detención y los guardias fronterizos,
- La propuesta del Departamento de Justicia de incluir
una pregunta sobre la ciudadanía de los encuestados en el próximo censo de
población.
El perdón presidencial a Joe Arpaio, un jefe de
policía que abusó de los poderes de su cargo para perseguir indocumentados
hispanos, envió un mensaje de lo posible a los agentes del orden y uno de
amenaza a los inmigrantes y sus defensores.
Estas acciones complementan las decisiones de Trump para
eliminar políticas de amparo a los inmigrantes que fueron aprobadas por
gobiernos anteriores, tales como el Daca, el Dapa, el TPS y el pacto mundial
sobre migración.
Al mismo tiempo, las actividades anti-inmigratorias
del gobierno han despertado un movimiento popular de oposición personificado en
las ciudades santuario.
3. Daca
(Deferred Action for Childhood
Arrivals)
En 2012 la administración Obama creó el programa de
aplazamiento de deportación de inmigrantes indocumentados llegados al país como
menores de edad (Daca, por sus siglas en inglés) para facilitar el acceso de
estos a la universidad y al mercado de trabajo. Usó para este efecto el poder
de discreción que la ley da a las autoridades para posponer sus acciones contra
alguien.
Cerca de 800.000 jóvenes que eran menores de 16 años
cuando entraron al país se inscribieron en este programa; para beneficiarse de
él entregaron al gobierno toda su información personal, incluyendo su domicilio
y el de sus padres.
En la campaña presidencial Trump prometió terminar
este programa al que llamó amnistía
ilegal. Después de cambiar públicamente de opinión en favor y en contra varias
veces firmó la orden de terminación a partir de abril del 2018 a menos que el
congreso determine otra cosa. Y el Congreso, de mayoría republicana enemiga del
programa, se abstendrá de hacerlo, permitiendo su terminación sin asumir
responsabilidad.
Los beneficiarios del programa ahora corren el riesgo
de que los inspectores de inmigración los busquen y deporten usando la
información personal que entregaron a las autoridades federales cuando se
enrolaron en el programa. Podemos anticipar que el régimen de Trump será
indiferente a la pérdida de confianza ciudadana en el gobierno cuando esto
ocurra.
4. Dapa
(Deferred Action of Parents of
Americans and Lawful Permanent Residents)
La administración Obama también creó en el 2014 un
programa de aplazamiento de deportación de los inmigrantes indocumentados cuyos
hijos fueran ciudadanos o residentes legales de Estados Unidos (Dapa, por sus siglas en inglés).
Este
programa fue demandado por ilegal y suspendido por el juez de conocimiento. En junio
pasado el gobierno dio por terminado el programa alegando que no había un
camino viable para continuar defendiéndolo en las cortes.
5. Daca y el partido demócrata
En septiembre el gobierno estaba a riesgo de
paralizarse porque el congreso no había apropiado fondos para su funcionamiento
y el liderazgo republicano se negaba a discutir una resolución de gastos a
corto plazo. Trump acudió a los líderes demócratas del congreso para eludir el
boicot republicano.
Los demócratas le ayudaron a pasar una resolución que
financiaba los gastos gubernamentales hasta diciembre en el entendimiento de que Trump protegería
Daca. Poco después la Casa Blanca negó la existencia de un acuerdo sobre el
particular y condicionó el mantenimiento de Daca a la aprobación en el congreso
de un plan de reforma migratoria de 70 puntos. Los republicanos, a pesar de ser
mayoría, no han tomado la iniciativa para incluirlo en un proyecto de ley. Los
demócratas lo rechazaron como era de esperar.
A principios de diciembre el gobierno se vio de nuevo
en situación de pedir al congreso una autorización de gastos a corto plazo.
Esta vez los republicanos apoyaron a Trump para neutralizar cualquier capacidad
negociadora que hubieran podido tener los demócratas si sus votos hubieran sido
necesarios.
6. TPS (Temporary protection status)
Aproximadamente 320.000 inmigrantes indocumentados –
el 3% de los 11 millones de indocumentados- se benefician de la protección temporal contra la deportación ofrecida a nacionales de 10 países con base en legislación aprobada en 1990 y cuya aplicación fue extendida por la administración Obama.
La ley faculta al gobierno para crear este programa
cuando las desgracias de un país hacen imposible que sus ciudadanos regresen o
cuando el gobierno de ese país no está en condiciones de recibirlos.
Los beneficiarios del programa han vivido en Estados
Unidos 19 años en promedio, el 69% está empleado, participan en actividades
cívicas y tienen un total de 275.000 hijos nacidos en Estados Unidos que tienen
derecho a la ciudadanía. La repatriación de los padres romperá la unidad
familiar. La mayoría (300.000) son originarios de Haití, El Salvador y
Honduras.
Aunque económica y culturalmente enriquecen a los
Estados Unidos, caen dentro de las metas de Trump y son fáciles de identificar
y arrestar pues el gobierno federal tiene información al día sobre su paradero.
El gobierno ha decidido que las condiciones de vida de
los países de origen ha mejorado y que los beneficiarios del programa pueden
regresar a hacer sus vidas, de paso beneficiando a sus países con las
habilidades laborales y los principios democráticos aprendidos en Estados
Unidos y con los ahorros que hayan hecho, como han dicho funcionarios defensores de la medida.
El programa terminará en marzo del 2018 para los
salvadoreños, en enero del 2019 para los nicaragüenses y en julio del 2019 para
los haitianos. Los hondureños serán los próximos.
La situación de estos inmigrantes es particularmente
irónica. Sus países son pobres y violentos gracias a la ineptitud y la
corrupción de elites gobernantes aliadas y sostenidas en el poder por los
Estados Unidos.
Estudiosos de los movimientos migratorios de población
han identificado factores que inducen a la gente a abandonar la tierra de su
nacimiento y factores que la inducen a escoger un lugar de destino. Las
políticas de intervención de los Estados Unidos mantienen regímenes políticos y
económicos generadores del atraso y la inseguridad que empujan a la gente a emigrar, mientras que la
visibilidad que adquieren por su intervención en el gobierno y economía locales
los convierten en un magneto para los inmigrantes.
El común de los votantes no
entiende esta situación en ningún país del mundo, especialmente en tiempos de
estancamiento de salarios y mercado laboral quieto. Y el liderazgo populista de
Trump y del partido republicano se beneficia de la ignorancia y xenofobia de
los votantes.
7. Pacto mundial sobre migración
La asamblea general de 2016 de las Naciones Unidas
aprobó una declaración de derechos y garantías para inmigrantes y refugiados y
puso en marcha la preparación de un tratado mundial que haga la migración “segura, regular y ordenada” con base en
principios comunes, que proteja los inmigrantes vulnerables y reparta de manera
más equitativa la carga de acoger, proteger y apoyar a los refugiados.
Esta iniciativa, igual que la declaración de derechos
humanos, la protección de la libertad de prensa y la condena a Israel por su
ocupación de Palestina, carece de poder coercitivo.
Sin embargo, Trump ha ordenado el retiro de los
Estados Unidos alegando que esa iniciativa no es compatible con la soberanía
nacional y no coincide con las políticas del gobierno.
La embajadora ante las Naciones Unidas dijo que las
decisiones sobre política de inmigración deben ser tomadas por los
estadounidenses solos.
Esta decisión tiene un valor simbólico. Es un mensaje
que valida la xenofobia de algunos estadounidenses en consonancia con la
actitud general del gobierno.
8. Ciudades santuario
Una oleada de inmigrantes indocumentados
centroamericanos llegó al país en los
años 80, durante las guerras civiles patrocinadas por Estados Unidos en la
región. Rechazados por el gobierno, fueron protegidos por la sociedad civil,
especialmente iglesias opuestas a la intervención oficial en el exterior. Así
nacieron los santuarios.
La presión del régimen trumpiano sobre los inmigrantes
ha llevado a muchas iglesias a reasumir su viejo papel y a gobernantes
estatales y municipales, liderados por la
ciudad y el estado de Nueva York, San
Francisco y Chicago, a declarar santuarios a sus jurisdicciones. Hacia
el mes de mayo ya había un total de 171 santuarios: 37 ciudades, 4 estados y
130 provincias.
Al declararse santuario las municipalidades rehúsan
colaborar con el gobierno federal en la búsqueda y deportación de inmigrantes
indocumentados.
En represalia el régimen ha amenazado con suspender
transferencias presupuestales del gobierno federal a los gobiernos locales.
Sometido el asunto a la consideración de un juez, este determinó que el
gobierno no puede cambiar la destinación de fondos presupuestados por el
Congreso.
Igual que el “ferrocarril clandestino” que crearon los
abolicionistas antes de la guerra civil estadounidense para proteger a los
esclavos sureños que escapaban hacia el norte, los santuarios gozan del respeto
de la gente progresista y el rechazo de la derecha. Así que los republicanos en
el congreso están procesando legislación que prohíba a las ciudades declararse
santuarios.
El jefe de la oficina de inmigración y aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) dijo que estas ciudades han preferido
proteger a la gente que ha cometido un crimen contra el país, usando lenguaje
apropiado para crear sentimientos de rechazo y temor en las masas. El crimen a
que se refiere es el incumplimiento de reglamentos administrativos migratorios.
Por supuesto, nunca se expresará en los mismos términos contra la violencia de
los supremacistas blancos ni contra las masacres de quienes se benefician del
libre tráfico de armas en el país.
9. Violencia discriminadora
En la campaña presidencial Trump alentó la violencia
de grupo. En sus manifestaciones hubo episodios de agresión física contra
participantes que portaban carteles de oposición a su candidatura. Él minimizó
la gravedad de los eventos, prometió pagar las costas judiciales de sus
simpatizantes que fueran arrestados por actos violentos y culpó a saboteadores
enviados por sus enemigos.
Como jefe de estado ha tendido a contemporizar con los autores de actos de violencia y hostigamiento contra miembros de minorías sociales; ocasionalmente los ha condenado pero lo ha hecho sin entusiasmo y solo bajo dura presión de la opinión pública.
En el gobierno ha mantenido un lenguaje beligerante
contra su antecesor, el presidente Obama, y contra sus oponentes.
Su lenguaje empodera y valida los prejuicios raciales
y la xenofobia de sus seguidores.
El Centro Legal sobre Pobreza en el Sur (Southern
Poverty Law Center) considera que Trump “ha abierto las puertas de la Casa Blanca
de dos maneras: consulta con grupos de odio políticas que pueden debilitar los derechos
civiles en nuestro país y facilita la infiltración de ideas extremistas en el
discurso y la agenda de la administración”. El Centro cita declaraciones y
decisiones de Trump y documenta el pasado racista de personas nombradas o
nominadas para el gobierno o el sistema judicial federal.
Una lista de 917 grupos de odio activos en 2016
elaborada por el Centro incluye grupos ‘patrióticos’ antigubernamentales,
células del KKK, nacionalistas blancos, neo-nazis, anti-musulmanes, anti-GLBT y
grupos separatistas negros. Utilizando datos del FBI documentó un aumento del
25% en crímenes de odio en los últimos tres meses del 2016.
Por su parte el Centro para el Estudio del Odio y elExtremismo de la Universidad del Estado de California reportó 827 crímenes de
odio en 13 ciudades mayores en 2017 con base en datos del FBI. Un incremento
sobre los 690 que hubo en 2016.
Los inmigrantes son víctimas frecuentes de estos
crímenes.
10. Los inmigrantes,
víctimas de odio y discriminación
Trump y su equipo justifican sus decisiones como
correcciones a las decisiones ilegales de la administración Obama, han
eliminado la expresión inmigrante indocumentado y usan la de inmigrante ilegal
y llaman criminal la violación de reglamentos administrativos sobre
inmigración. Hacen uso del poder emocional de los crímenes cometidos por
individuos aislados para inferir el peligro que representan 11 millones de
indocumentados.
Trump prometió en la campaña mejorar las condiciones
de vida y empleo de las clases media y baja, repatriar empleos y empresas,
mantener los beneficios de seguridad social (jubilación y cuidado de la salud),
restablecer las manufacturas y la minería del carbón, aumentar el salario
mínimo, aumentar impuestos a los ricos, eliminar la influencia de grupos de
cabildeo empresarial en la legislación y en el funcionamiento del gobierno.
Dijo que con nadie le iría mejor a los negros que con él.
El presupuesto
sometido al congreso, la reforma impositiva aprobada por este y las políticas
implementadas en el curso del año contradicen esas promesas además de que hizo
algunas sin importarle los obstáculos que para su realización crea el mundo
real.
El partido republicano, por su parte, se ha hecho
abanderado de la célula familiar tradicional y en su campaña contra modalidades
alternativas de familia ha hecho alianza política con iglesias cristianas
integristas. Para el partido y las iglesias, sin embargo, la unidad de la
familia inmigrante es tan trivial como lo fue la unidad de la familia negra
para los esclavistas del pasado y la unidad de la familia de los pueblos
aborígenes para los misioneros cristianos y los creyentes en la superioridad
blanca.
Para distraer la atención de sus seguidores Trump y el
liderazgo republicano enfilan sus baterías contra los inmigrantes como
criminales, generadores de inseguridad entre sus vecinos y ladrones del empleo que
merecen los nativos. En su régimen de gobierno el odio y el hostigamiento a las minorías sociales es el premio de consolación que ofrecen a sus
seguidores tan engañados como lo fueron los líderes demócratas.
La actitud de Trump con respecto a los inmigrantes es tanto más extraña cuanto más ligada está la historia de su familia con la historia de los extranjeros que encontraron un hogar en los Estados Unidos. Su abuelo paterno hubiera pasado por uno de los inmigrantes mexicanos que él ha expuesto a escarnio, su madre fue una mujer tan humilde como cualquier inmigrante centroamericana y dos de sus esposas realizaron el sueño de tantas mujeres inmigrantes pobres de casar con estadounidense rico y darle hijos.
La actitud de Trump con respecto a los inmigrantes es tanto más extraña cuanto más ligada está la historia de su familia con la historia de los extranjeros que encontraron un hogar en los Estados Unidos. Su abuelo paterno hubiera pasado por uno de los inmigrantes mexicanos que él ha expuesto a escarnio, su madre fue una mujer tan humilde como cualquier inmigrante centroamericana y dos de sus esposas realizaron el sueño de tantas mujeres inmigrantes pobres de casar con estadounidense rico y darle hijos.
La página web de Altright, que junto con Breibart y
Fox News es una fuente de comentario, hechos alternativos y noticias falsas
favorita de Donald Trump, ofrece la justificación para el odio racial en los
siguientes términos:
“Estos dos grupos, los negros y los hispanos, no van a
tratar a los blancos con amabilidad y generosidad. Ellos han tomado lo que los
blancos del planeta crearon y aportaron y lo han arruinado […] es obvio para la
mayoría de nosotros que el camino a la reconciliación pacífica se ha cerrado
–si es que existió alguna vez- y debemos prepararnos para el momento en que no
seremos atacados por individuos aislados disparando un revólver en un evento
público”[ii].
Luis Mejía
2 de enero
del 2018
Publicado en
blogluismejia.blogspot.com
ONE YEAR OF IMMIGRATION UNDER TRUMP
ReplyDeletehttps://theintercept.com/2017/12/31/one-year-of-immigration-under-trump/
IGNORING VIOLENCE IN EL SALVADOR, TRUMP ENDS YEARS OF SPECIAL PROTECTIVE STATUS FOR IMMIGRANTS
ReplyDeletehttps://theintercept.com/2018/01/08/el-salvador-immigration-tps-trump/
Saladoran immigrants living in danger in el Salvador and in the US
ReplyDeletehttps://www.newyorker.com/magazine/2018/01/01/the-teens-trapped-between-a-gang-and-the-law
When Deportation Is a Death Sentence
ReplyDeleteHundreds of thousands of immigrants in the U.S. may face violence and murder in their home countries. What happens when they are forced to return?
https://www.newyorker.com/magazine/2018/01/15/when-deportation-is-a-death-sentence
Trump Ending DACA Was Never About the Law. A Federal Judge Noticed.
ReplyDeletehttp://nymag.com/daily/intelligencer/2018/01/judge-reverses-trump-daca-decision.html
"...the White House is working steadily and efficiently to turn the president’s rhetoric into policy and to advance the goals of the conservative ideological and business interests that backed his candidacy."
ReplyDeletehttps://slate.com/news-and-politics/2018/01/how-the-white-house-is-winning.html
"Trump no es accidental. Representa la plutocracia norteamericana, pero se afianza en los trabajadores blancos empobrecidos, más por las políticas públicas impulsadas por ella misma que por los inmigrantes latinos y árabes o por los impactos del comercio internacional. No es un remedio, sino la propia enfermedad".
ReplyDeletehttps://www.elespectador.com/opinion/el-nuevo-desorden-global-columna-733308
Reopening the wounds of racial grievance will be Donald Trump’s most lasting achievement.
ReplyDeletehttps://slate.com/news-and-politics/2018/01/the-lasting-damage-of-donald-trumps-bigotry.html
Remittance Flows Worldwide in 2016
ReplyDeletehttp://www.pewglobal.org/interactives/remittance-map/
Trump’s Rhetorical Tradition
ReplyDeletehttps://www.lrb.co.uk/blog/2018/01/23/amir-ahmadi-arian/trumps-rhetorical-tradition/#more-26899
De Amin Maalouf:
ReplyDeleteEn los muchos países en que hoy conviven una población autóctona, portadora de
la cultura local, y otra llegada en tiempos más recientes con otras tradiciones
distintas, se manifiestan tensiones que influyen en los comportamientos
individuales, en el clima social, en el debate político.
Es por eso aún más imprescindible que esas cuestiones tan pasionales se
contemplen con cordura y serenidad.
La cordura es una estrecha senda que discurre por la cresta de una montaña entre
dos precipicios, entre dos concepciones extremas. En el caso de la inmigración, la primera de esas dos concepciones extremas es que la ve el país de acogida como
una página en blanco en la que cada cual puede escribir lo que quiera, o, peor aún,como un solar desocupado en el que cada cual puede instalarse con armas y
bagajes, sin cambiar lo más mínimo sus gestos ni sus costumbres. En la otra
concepción extrema, el país de acogida es una página ya escrita e impresa, una
tierra cuyas leyes, valores, creencias y características culturales y humanas ya se habrían fijado para siempre, de manera que los inmigrantes no tienen más remedio que ajustarse a ellas.
A mi juicio, estas dos concepciones son por igual carentes de realismo, estériles y nocivas.
https://centroderecursos.cultura.pe/sites/default/files/rb/pdf/s_identidades_Asesinas.pdf
Quoting from Amin Maalouf:
ReplyDeleteIn the many countries where a native population with its own local culture lives side by side with another, more recently arrived population, with different traditions, tensions arise that not only influence the behaviour of individuals but also affect the atmosphere prevailing in society as a whole and have an impact on political debate. This makes it all the more necessary to take a calm and judicious view of these highly emotional questions.
Wisdom is a view from on high, from the narrow path between two precipices, two extreme ideas. In the matter of immigration, the first of these extreme ideas is that which regards the host country as a blank sheet of paper on which everyone can write whatever he pleases, or, worse, as a wasteland where everyone can set up house with al his own impedimenta without making any changes in his habits or behaviour.
The other extreme idea sees the host country as a page already written and printed,a land where the laws, values, beliefs and other human and cultural characteristics have been fixed once and for all, and where all that immigrants can do is conform to them.
Both notions strike me as equally unrealistic, sterile and harmful.
http://veraznanjemir.bos.rs/materijal/in_the_name_of_identity_-_maalouf.pdf
"El Estados Unidos de Trump no es el paraíso aislado ni el policía del mundo: es el país que se cansó de perder. Esta es una idea estúpida o por lo menos simplona, pero es la clave de la elección y del gobierno de Trump:
ReplyDelete-El extranjero (y los extranjeros) son los culpables del naufragio económico y cultural de los obreros blancos y los campesinos evangélicos que le dieron el triunfo electoral a Trump;
-Y Trump gobierna para ese tercio de los americanos, sin importar la desesperación de la mayoría con su vulgaridad, sus mentiras y su continuo deshacer de los principios, conquistas y derechos que son la auténtica “grandeza de América”.
https://www.elespectador.com/opinion/la-gran-niveladora-columna-737026
Melania Trump could have been deported and banned from the US if Donald Trump had been president when she was working as a model in the 1990s, immigration attorneys have said.
ReplyDeletehttp://www.independent.co.uk/news/world/americas/melania-trump-first-lady-deportation-priority-donald-immigration-rules-modelling-work-visa-us-a7597221.html
...an abrupt decision from the Trump administration that upends the asylum system and affects more than 300,000 people living in the United States.
ReplyDeletehttps://theintercept.com/2018/02/14/aslyum-seekers-trump-uscis/
Cataloguig US hate groups:
ReplyDeletehttps://www.newyorker.com/magazine/2018/03/05/how-to-make-a-hate-map
US hate groups:
ReplyDeletehttps://www.splcenter.org/hate-map