Monday, October 31, 2016

LA RIQUEZA SOCIAL: APROPIACIÓN PRIVADA, DISTRIBUCIÓN, EQUILIBRIO SOCIAL


   I.        La riqueza social: ¿de todos o de unos pocos?
II.        Fuentes de la riqueza nacional
III.        Privilegios monetizables
IV.        El statu quo pre-independentista en las Américas
  V.        Inestabilidad del statu quo post-independentista
VI.        Narcos y otros democratizadores de privilegios de clase
VII.        Roma antigua y Latinoamérica contemporánea
VIII.        Roma, riquezas y su distribución
IX.        La prosperidad romana y sus costos
  X.        La prosperidad desemboca en crisis social
XI.        Disparidad en la riqueza y crisis militar
XII.        Crisis política en Roma, asimetría social y reforma agraria
XIII.        Paralelo entre Roma y América Latina
XIV.        El futuro: retos y oportunidades en América Latina
14.1 Puja por el control de la riqueza social
14.2 control de información y distribución de la riqueza
14.3 Opciones de la clase dirigente


          
I.        La riqueza social: ¿de todos o de unos pocos?

Buena parte de la historia latinoamericana gira alrededor de la pregunta ¿qué clase social tiene derecho a beneficiarse de la riqueza colectiva y del progreso económico?

Los pueblos y la élite no han llegado a un acuerdo sobre la porción de las riquezas nacionales que a cada cual le toca. La élite está siempre tentando los límites de cuánto puede tomar para sí, las masas están siempre insatisfechas con su porción; ambas tratan de cambiar los términos del reparto en todo momento.

Casi siempre ausente de los debates públicos y sin hacérsela de manera explícita, los pueblos y su liderazgo han tratado de responder esta pregunta en elecciones, golpes de estado, protestas populares, guerras civiles, movimientos subversivos, escuadrones de la muerte, revoluciones y alianzas internacionales.

Aunque los conflictos sociales tienen múltiples causas (incluyendo la participación de inversionistas extranjeros en las economías locales y la injerencia de potencias internacionales en los asuntos domésticos) aquí me limito a hablar del juego que en ellos tiene la puja entre clase dirigente (élites) y clases inferiores (media, baja, profesionales, obreros, campesinos) por la distribución de la riqueza social.

        II.        Fuentes de la riqueza nacional

La riqueza social a que me refiero tiene múltiples fuentes:

1)   el trabajo, es decir, el esfuerzo humano para transformar la materia y convertirla en bienes, servicios y placeres,
2)   la tierra cultivable y urbanizable,
3)   los recursos naturales renovables y no renovables,
4)   el patrimonio del estado (que se distribuye en sueldos de funcionarios, en contratos de obras, provisiones o servicios, en subsidios a particulares, por ejemplo),
5) las rentas generadas por decisiones del gobierno (monopolios autorizados, restricciones a la importación o exportación de mercancías, protección de propiedades improductivas, valorización de la propiedad privada causada por inversiones estatales de capital, administración de la moneda y de las transacciones financieras, reglamentación de profesiones y negocios, por ejemplo),
6)   los fondos de ayuda internacional.

La clase dominante mantiene el control de estas riquezas y toma para sí la mayor porción, dejando el residuo para ser compartido entre las clases inferiores. Este control lo ejerce la clase dominante por apropiación directa o capturando la toma de decisiones en las agencias estatales encargadas de protegerlas y administrarlas.  

     III.        Privilegios monetizables

Existen además privilegios de facto que aumentan, protegen o exhiben la riqueza de sus beneficiarios.

1. El estado toma decisiones sobre estrategias de desarrollo y explotación de los recursos naturales. Esas decisiones tienen ganadores y perdedores.

Ganan quienes adquieren el derecho de explotar los recursos naturales o están en capacidad de aprovechar las oportunidades que se abren con los planes de desarrollo. Pierden quienes estaban activos en las áreas económicas y empresariales abandonadas o desestimuladas por dichos planes de desarrollo y quienes deben renunciar a sus derechos sobre los recursos naturales para que otros los exploten.

Los que toman decisiones a nombre del estado tienen la facultad de distribuir los costos y beneficios económicos de sus decisiones entre los sectores sociales afectados. Ellos determinan hasta dónde los ganadores comparten con el resto de la sociedad sus ganancias y hasta dónde es procedente compensar a los perdedores. En ello tienen un nivel de arbitrio que no siempre usan con imparcialidad. El control de ese poder decisorio es parte de los privilegios de las élites.

2. Las autoridades administrativas, judiciales y de policía también tienen un margen de arbitrio en la interpretación y ejecución de la ley, el cual pueden usar en favor de un individuo o clase social. Es lo que sucede, por ejemplo, cuando los miembros de la élite violan la ley: no son declarados culpables, no son investigados,  no pierden su libertad en cárceles comunes, no son forzados a indemnizar a sus víctimas, no asumen responsabilidad legal o política de sus actos. Solo les cae el peso de la ley, y no siempre con severidad, cuando sus acciones causan gran repudio social, perjudican a miembros más poderosos de la élite o hay un interés en eliminarlos de la vida política o económica.

3. Igualmente el monopolio de fuerza que tiene el estado puede ser ejercido para dar protección privilegiada a un sector de la población.

En general, y comparativamente hablando, la propiedad privada y las vidas de la clase dirigente reciben mejor protección del estado que la propiedad privada y las vidas de las clases inferiores.

Uno de los ejemplos más vivos de este privilegio se ve en los conflictos agrarios: con frecuencia los agentes armados del estado actúan rápida y efectivamente para desalojar campesinos invasores de latifundios pero nunca lo hacen para impedir que los latifundistas muevan los linderos de sus propiedades sobre los fundos de los vecinos vulnerables.

4. Hay una miscelánea de indignidades que miembros de la clase dirigente infligen a las clases inferiores para marcar su superioridad y demostrar que no son sus iguales, conductas que desconocen la dignidad de los demás y atacan las bases de la convivencia social.

Ejemplo de ello es exigir de los subalternos servicios ajenos a su condición de empleados o delegarlos para que usando sus nombres obtengan atención preferencial en el comercio y el gobierno mientas otros ciudadanos hacen cola, desobedecer las reglas de tráfico en las calles o bloquear estas con una flotilla de guardaespaldas, demandar atención inmediata de funcionarios públicos y hacerse esperar de sus visitantes, atemorizar a empleados de bajo rango con el peso de sus contactos de alto nivel (en Colombia se conoce como la amenaza de “usted no sabe quién soy yo”), exigir reconocimiento por títulos universitarios que no han ganado o por méritos que no han hecho, esperar de sus inferiores consideraciones, trato y zalemas que exalten su narcisismo, mantenerse en cargos altamente remunerados a pesar de su ineptidud, utilizar los fondos del estado para crear escenarios donde desplegar su vanidad.

       IV.        El statu quo pre-independentista en las Américas

Cuando las Américas eran colonia europea (española, portuguesa, inglesa, francesa) se impuso a sangre y fuego -con ayuda de epidemias importadas- un statu quo en el cual:

-      los descendientes de los primeros invasores y los que recibían mercedes de los gobiernos imperiales controlaban el poder y las fuentes de riqueza,
-      los indígenas supervivientes, los negros y los mestizos pobres estaban condenados a la servidumbre, y
-      algunos criollos y mestizos -como clérigos, artesanos, agricultores, comerciantes, profesionales- y los colonos europeos recién llegados vivían en un espacio de tolerancia que les permitía prosperar, ejercer cierto nivel de iniciativa privada y participar en la administración de sus comunidades siempre y cuando no amenazaran ese statu quo.

          V.        Inestabilidad del statu quo post-independentista

Las guerras de independencia del siglo XIX y el movimiento independentista de la segunda postguerra del XX no tuvieron impacto en la distribución social de la riqueza y el poder.

Consolidada la independencia formal de las colonias hubo un reacomodo de élites cuando los criollos ricos y los líderes independentistas entraron a formar parte de ellas en reemplazo de los notables europeos expulsados y perseguidos. 

Las élites no desaparecieron como élites; mantuvieron el control de las fuentes de riqueza y del poder estatal. Sin embargo, las ideas revolucionarias que usaron los jefes independentistas para ganar la solidaridad de las masas se hicieron parte del imaginario colectivo, reaparecen con regularidad en la vida política y amenazan la legitimidad del statu quo.

Los conflictos son inevitables cuando la clase dirigente trata de extender sus privilegios o las clases inferiores tratan de conservar lo poco que tienen o incrementarlo en mínima medida. De ello son ejemplo:

-      las guerras civiles y dictaduras militares en el siglo XIX,
-      la guerra de exterminio de los indios en las pampas argentinas, en el sur de Chile y en las planicies de Estados Unidos,
-      la Revolución Mexicana,
-      la masacre de las bananeras de Santa Marta, Colombia (cuando los estadounidenses retuvieron sus privilegios en las plantaciones de banano con la ayuda de esbirros nativos),
-      el golpe de estado contra Arbenz en Guatemala (que tuvo éxito porque los Estados Unidos también contaron con el apoyo de esbirros locales),
-      las guerras civiles de América Central en las últimas décadas del siglo XX,
-      el movimiento peronista en Argentina y el indigenista de Bolivia,
-      las dictaduras militares brasileñas y peruanas que unas veces se inclinan al populismo de izquierda y otras al de derecha,
-      la elección de un gobierno socialista en Chile y el golpe de estado en los años 70,
-      la subversión y la anti-subversión alrededor de Sendero Luminoso en el Perú,
-      la lucha por el reconocimiento de la agricultura en pequeña escala y la protección de asociaciones de productores campesinos frente al crecimiento de la agro-industria;
-      las guerrillas y las contraguerrillas colombianas,
-      la mal llamada revolución chavista de Venezuela.

       VI.        Narcos y otros democratizadores de privilegios de clase

1. Los narcotraficantes de las últimas décadas, en su mayoría salidos de las clases inferiores, han tratado de usurpar los privilegios de las élites, en especial (1) la impunidad con respecto a crímenes de sangre, (2) la apropiación de diversas fuentes de riqueza social, en especial el robo o compra a menos precio de propiedad raíz y (3) la capacidad de subvertir las  normas de convivencia.

Pablo Escobar y sus colegas en Colombia y los carteles de México han demostrado que solo se necesita dinero y armas y la voluntad de usar ambos para crear un espacio de hegemonía económica y legal. Poniendo en posiciones de poder a sus agentes o sobornando e intimidando a los funcionarios públicos, controlan el estado desde adentro o lo reducen a la impotencia. La violencia narco ha abierto un camino para democratizar los privilegios de las élites.

Miembros de la clase dominante se beneficiaron de los narcotraficantes actuando como socios comerciales, inversionistas en sus negocios o testaferros para ayudarles a ocultar y lavar sus capitales.

2. Las celebridades, los nuevos ricos y los miembros de las clases inferiores que llegan a posiciones de poder por capricho de los más poderosos o veleidad del voto popular tienen una irrefrenable propensión a imitar y exagerar los comportamientos de las élites tradicionales contrarios a la convivencia social[i].

3. Los paramilitares colombianos fueron un movimiento popular de protección, expansión y consolidación de los privilegios de la élite frente a la amenaza de organizaciones populares independientes y de las guerrillas. Igual que los paramilitares que participaron en las guerras civiles de fin de siglo en Centro América.

Ellos lograron construir un espacio de violencia e impunidad aprovechando la inoperancia del estado y la protección que recibieron de sus agentes: asesinaron activistas cívicos, líderes sindicales y campesinos, robaron las tierras de agricultores medianos y pequeños, controlaron las actividades de funcionarios gubernamentales y se apropiaron los fondos públicos de departamentos y poblados periféricos.

Las élites se beneficiaron de sus crímenes: los latifundios se expandieron, las élites afianzaron su capacidad de canalizar el gasto público en beneficio propio, los campesinos pequeños y medianos perdieron influencia económica y política, el movimiento sindical independiente se paralizó o sufrió un retroceso en la ciudad y en el campo, los movimientos políticos reformistas perdieron capacidad de convocatoria popular, las instituciones encargadas de preservar los registros de propiedad de la tierra participaron en su falsificación y alteración.

4. Las guerrillas colombianas empezaron como un movimiento de protección de la propiedad de colonos, aparceros y pequeños agricultores; luego propusieron una redistribución de la propiedad rural y urbana y finalmente se convirtieron en una milicia armada sin poder revolucionario pero con capacidad sostenida de perturbar el orden público. En el proceso de la lucha armada perdió énfasis la agenda social y las acciones de guerrillas y contraguerrillas se hicieron más brutales. Los ejércitos oficiales y paraestatales forzaron a las guerrillas a replegarse a zonas remotas y aisladas. La clase dirigente aprovechó el repliegue de los guerrilleros para tomar control de los territorios abandonados por ellos con exclusión de los agricultores y ganaderos que los cultivaban anteriormente.

    VII.        Roma antigua y Latinoamérica contemporánea

La aristocracia y la plebe de la republica romana tuvieron que enfrentar una pregunta similar: ¿A quién pertenecen los beneficios económicos del imperio?

De  esa historia podemos aprender algunas lecciones.

Si bien es cierto que establecer paralelos entre épocas y sociedades tan diferentes como la romana antigua y las latinoamericanas contemporáneas puede ser criticado por quienes consideran que todos los procesos históricos son únicos e irrepetibles, hay, sin embargo, algunas coincidencias que pueden ser útiles en el estudio de los problemas contemporáneos.

Maquiavelo[ii] justificó su estudio comparativo de la Roma antigua y la Italia de su época con el argumento de que el pasado daba ejemplos que los príncipes y gobernantes, los generales y los ciudadanos del común podían estudiar para hacer un mejor trabajo cuando se proponían “establecer una república, mantener un estado, gobernar un reino, organizar un ejército, hacer la guerra, administrar justicia y consolidar un imperio”.

 VIII.        Roma, riquezas y su distribución[iii]

La república romana se convirtió en un imperio cuando impuso su hegemonía militar sobre el resto de la península itálica y en la cuenca del Mediterráneo. Luego se extendió al resto de Europa y el Medio Oriente.

En el último siglo y medio de la era precristiana vivió una serie de conflictos sociales y guerras civiles causados por la manera como se distribuía la riqueza adquirida por el esfuerzo colectivo y por la concentración de la propiedad rural.

La prosperidad romana surgió de su expansión territorial armada e incluía:

1)  el botín de guerra, que estaba constituido por ciudades saqueadas, rescate de rehenes, cautivos reducidos a la esclavitud, tributos pagados por los pueblos derrotados, confiscación de sus tierras;
2)   los contratos de servicios entre particulares y la ciudad de Roma o sus provincias, que incluían recaudo de impuestos, venta de cautivos de guerra, abastecimiento de equipo y vituallas a los ejércitos, construcción de obras públicas, y
3)   el comercio en el territorio del imperio, facilitado por los medios de comunicación y la pacificación de las provincias que caracterizaban la ocupación romana.

Parte del botín de guerra se destinaba al  tesoro público y parte se repartía entre los soldados pero la mayor porción quedaba en manos de los comandantes, que eran casi siempre miembros de la aristocracia. Las tierras confiscadas a los enemigos se convertían por ley en propiedad pública (del fisco) que debía dividirse en lotes a los que tenían derecho todos los ciudadanos.

       IX.        La prosperidad romana y sus costos

Los ejércitos de la primera etapa de expansión eran reclutados de entre los ciudadanos con patrimonio suficiente para costear su propio equipo: los ricos servían en la caballería, los pobres y los jóvenes en la infantería ligera y la mayoría en la infantería pesada. El grueso de las legiones salía de la población agrícola pues la tierra era la propiedad más común.

Al principio las campañas eran cortas y los campos de batalla cercanos. El soldado tenía tiempo de ir a la guerra, participar en una victoria lucrativa y regresar a su tierra a cultivar y cosechar.

Con el paso del tiempo las campañas se alargaron y las conquistas hicieron necesaria la presencia de guarniciones permanentes en tierras lejanas. 
Los soldados agricultores vivían con el riesgo de que durante su ausencia sus granjas cayeran en el abandono y sus familias en la insolvencia.

          X.        La prosperidad desemboca en crisis social

Los aristócratas invertían su botín de guerra en propiedades rurales; estas se consolidaban en latifundios trabajados por esclavos, abundantes y  baratos gracias a las mismas guerras. Aprovechando su influencia extendían sus latifundios sobre las parcelas de los soldados empobrecidos, se apropiaban de las tierras de patrimonio público y hacían sociedades para contratar con la ciudad o invertir en el comercio.

Los agricultores romanos sin tierras y sin trabajo en el campo se mudaban a las ciudades, especialmente a Roma, donde engrosaban la plebe. Algunos lograban hacerse artesanos y jornaleros, otros vivían de la generosidad de los pudientes, de la distribución de trigo y aceite que el gobierno decretó para evitar disturbios populares, de la compra de votos en las elecciones de magistrados y de la participación en las fuerzas de choque organizadas por los aristócratas en sus luchas por el poder.

       XI.        Disparidad en la riqueza y crisis militar

La acumulación de la propiedad rural en pocas manos redujo el número de ciudadanos que tenían suficientes bienes de fortuna para ser llamados a filas. A la larga los agricultores soldados que debían lealtad a la ciudad fueron reemplazados por voluntarios a sueldo que debían lealtad a los comandantes que compartían el botín de guerra con ellos.

Los soldados, insatisfechos con su remuneración y con la falta de medios de subsistencia una vez dados de baja, se convirtieron en un factor de inestabilidad interna con sus repetidas asonadas, su vulnerabilidad a las dádivas de los pretendientes al poder supremo y su respaldo a quienes les prometieran distribución de tierras.

    XII.        Crisis política en Roma, asimetría social y reforma agraria

El liderazgo romano era consciente de la situación pero permanecía inactivo. Su inactividad creó oportunidades para que algunos aristócratas ambiciosos apostaran al poder que la plebe les podría dar si intentaban solucionar sus problemas.
 
Entre los años 133 y 30 a. de C. hubo varias guerras civiles y una serie de líderes populares que impulsaron leyes de distribución de tierras públicas, recuperación de tierras robadas al fisco, parcelación de tierras confiscadas a enemigos derrotados en guerras civiles y adquisición de tierras privadas para asentar a los pobres de Roma y a los veteranos de guerra.

Julio César fue el autor de las reformas más ambiciosas. En el 46 a. de C. puso en marcha un plan de colonización agrícola para asentar sus veteranos. Era continuación de la reforma que había iniciado en el 59 cuando propuso incluir también 20.000 familias pobres de Roma y que disponía:

1)   la adquisición de tierras que los propietarios quisieran vender al precio registrado en el último censo,
2) el reconocimiento de la posesión de buena fe de todas las tierras ocupadas, independientemente de cómo hubieran sido adquiridas y
3)   la prohibición a los nuevos colonos de vender sus tierras antes de veinte años.

La aristocracia hizo oposición cerrada a todas las reformas. La mayoría de los reformadores fueron asesinados[iv]. A veces las reformas fueron implementadas con el respaldo de aristócratas moderados o impuestas por caudillos con respaldo del ejército.

La república dio paso a la monarquía y esta a la dictadura militar. La ciudad pasaba por periodos de desórdenes populares y represión. Los cambios de gobierno terminaron siendo frecuentes, con participación de la plebe y los soldados en favor de una u otra facción de las élites. La aristocracia no desapareció pero su membresía cambiaba con cada gobierno. El liderazgo romano no pudo establecer un equilibrio mutuamente aceptable entre sus privilegios y las aspiraciones de la plebe.

 XIII.        Paralelo entre Roma y América Latina

Aunque los paralelos entre la crisis romana y la crisis latinoamericana parecen obvios hay diferencias de época, civilización, talento político del liderazgo y actitudes de las masas.

1. La clase dirigente latinoamericana, como la aristocracia romana, rehusa ceder voluntariamente una parte de las riquezas que ya tiene o que espera tener.

Uno puede argumentar que la prosperidad colectiva genera mayores riquezas que la pobreza colectiva y crea un ambiente de armonía social que permite disfrutarlas con tranquilidad. Las élites, al contrario, parecen actuar sobre el supuesto de que las reformas sociales son una transacción en la que pierden lo que ceden a las clases inferiores. En cambio, aceptan como un truismo la noción falsa de que la riqueza acumulada en sus manos gotea e irriga a las clases inferiores.

2. La crisis social en ambos lugares está caracterizada por las mismas variables: la acumulación de riqueza, la expansión del latifundio, la desposesión de pequeños agricultores, el desempleo de la población agraria y el desplazamiento de esta a la ciudad donde tampoco encuentra empleo.

3. Las crisis políticas antiguas y modernas son similares. La clase dirigente no soluciona los problemas de las clases inferiores, hace oposición a los movimientos de protesta civil y reforma social y política y cuando finalmente permite legislación social esta es inefectiva o ejecutada sin entusiasmo. Los líderes populares son cooptados, neutralizados políticamente o asesinados.

Las crisis políticas se agravan cuando la clase dirigente se divide en facciones que rivalizan por el control del estado y de las fuentes de riqueza o cuando la ambición de algunos de sus miembros los impulsa a jugar la carta populista para derrotar a sus rivales. Las clases inferiores son cooptadas por las facciones enfrentadas y siempre pierden. Como dice el ensayista colombiano William Ospina[v]: "cuando [las clases dirigentes] se odian es para ponernos a pelear entre nosotros, y cuando se unen es para borrarnos“.

4. La clase dirigente latinoamericana no ha sufrido una crisis militar similar a la romana aunque la rebelión de los soldados estaría justificada dada la corrupción de la cadena de mando, la pobreza de sus salarios, la escasez de vitualla, los abusos de los oficiales superiores, el entrenamiento insuficiente para las misiones que les encomiendan y el abandono en que quedan cuando son dados de baja.

La misión de los soldados en muchos países latinoamericanos es proteger con sus vidas las propiedades y privilegios de élites ausentes e incompetentes; los ejércitos son usados con más frecuencia en la supresión de disidencias domésticas que en la protección de las fronteras o de la soberanía nacional.

Una senadora del partido colombiano de extrema derecha ha descrito el ejército de su país como “una fuerza letal que entra a matar”[vi]. Eso es lo que su clase social ha esperado del ejército cuando las demandas populares han puesto sus intereses en peligro y eso es lo que el ejército ha hecho con frecuencia; cuando no lo hace es objeto de serias críticas.

5. En América Latina, de otra parte, la membresía de las élites es hereditaria y se aumenta con la admisión de individuos útiles de las clases inferiores. Algunos de estos son visitantes temporales, mientras cumplen la tarea que se espera de ellos, y luego son descartados.


   XIV.        El futuro: retos y oportunidades en América Latina

La élite y los pueblos de América Latina enfrentan retos propios en el siglo XXI.

14.1    Puja por el control de la riqueza social

Las riquezas generadas en el mundo de hoy por los avances de la ciencia aplicada y de la técnica, por el inmenso número de trabajadores y consumidores y por las redes de transporte y comercio son suficientes para eliminar la pobreza por primera vez en la historia. Pero esta no parece ser la meta de la actual clase dirigente latinoamericana.

Las riquezas son abundantes pero no ilimitadas. El crecimiento demográfico de las élites y la necesidad que sienten de hacer gastos cada vez más conspicuos crean competencia entre sus miembros por aumentar su porción personal  y una compulsión como clase a disminuir la porción que queda en manos de las clases inferiores. Las fricciones internas y entre clases son inevitables[vii].

Al mismo tiempo, el cubrimiento que los medios hacen de la vida y gastos de las élites nos ponen en frente inmensas disparidades con respecto a la calidad de vida y a las oportunidades de adquirir y disfrutar riquezas personales. La propaganda comercial, además, crea en las clases inferiores necesidades artificiales y aspiraciones a una opulencia que no está a su alcance. La insatisfacción que estas desarrollan con sus condiciones de vida se puede imputar a un anhelo de justicia social o a envidia o resentimiento de pobre. La dinámica social no cambia con el nombre que se le dé: los intereses de la clase dirigente y de las clases inferiores son antagónicos.

La parte educada de las clases inferiores desarrolla ambiciones de enriquecimiento y reconocimiento que deben ser canalizadas dentro de las profesiones y oficios legítimos de la sociedad. Si esa población no gana los salarios u honorarios adecuados a sus calificaciones se corre el riesgo de alienarla y de convertir a algunos de sus miembros en líderes de movimientos para cambiar el statu quo. Es una situación que resumió el líder de la Revolución Francesa Georges-Jacques Danton: “El régimen antiguo nos llevó a la revolución pues nos dio una buena educación pero no creó oportunidades para que pudiéramos aplicar nuestros talentos”[viii].

14.2    Control de información y distribución de la riqueza

Los medios de comunicación social pueden ser usados por la clase dirigente para generar en las clases inferiores consentimiento a su predominio, difundir falsedades contra sus enemigos, mantener una guerra psicológica contra los disidentes y críticos del statu quo y enervar los movimientos populares favorables al cambio social.

La veracidad o pertinencia de la información circulada en los medios sociales es hasta cierto punto irrelevante. La opinión de las clases inferiores, poco entrenadas en la crítica de lo que oyen y leen, puede variar al vaivén de las emociones y los temores despertados por el mensaje que reciben y por la fe o el escepticismo que les despierte el originador del mensaje[ix]. Hay algunos sectores de la población que son racionales, críticos, bien informados, pero su influencia será siempre limitada tanto entre las élites como entre las masas.

Con todo, los medios sociales tienen un potencial permanente para desconocer el poder de la clase dirigente y promover un movimiento social no controlado por esta sino influido por comunicadores independientes o disidentes, similar a lo que ocurrió con la Primavera Árabe.

Al final, el control de la información y de los medios no es substituto de las políticas de  bienestar social y reconocimiento de los intereses de las clases inferiores. Tampoco es substituto de la represión y el terror estatal si es este el método que la clase dirigente prefiere para mantener el poder.

14.3    Opciones de la clase dirigente

El dominio sobre una sociedad tiene dos fuentes: el consentimiento de los gobernados y la coerción. Alrededor de ambas giran las opciones de la clase     dirigente para aumentar su porción de las riquezas sociales.

En las últimas décadas hemos visto desde la masacre de las clases subalternas en las guerras civiles de Centroamérica hasta la combinación de violencia estatal y paraestatal, libertades civiles relativas, partidos políticos, elecciones periódicas, libertad de prensa y reunión en la parte urbana de Colombia así como despojo de tierras, desplazamiento de campesinos, asesinato de activistas cívicos y sindicales y ausencia planeada del estado en la parte rural[x]; desde el régimen policivo de Cuba y las dictaduras militares derechistas de Argentina y Chile[xi] hasta la estabilidad producida por instituciones democráticas formales, ineficiencia del estado, corrupción y programas de alivio a la pobreza en el Brasil.

Hay una opción óptima y es la de encontrar un punto de equilibrio entre los privilegios de la clase dirigente y las necesidades y aspiraciones de las clases inferiores. De ello son ejemplo el “New Deal” de la administración Roosevelt en Estados Unidos y el estado de bienestar de los países nórdicos en la postguerra.

Sin embargo, considerando la historia latinoamericana podemos anticipar periodos de fuerte conflicto social alternados con periodos de convivencia más o menos pacífica de las clases sociales. Para llegar a una solución estable en el reparto de la riqueza social en la región se necesita genio político, sentido realista del interés propio, egoísmo inteligente, liderazgo competente y despotismo ilustrado, cualidades raras en la clase dirigente latinoamericana.



[i] Los notables colombianos dan ejemplos diarios de cómo no ser igual ni a las masas ni a otros notables: Dos meses después de dejar el cargo un exprocurador colombiano se hace acompañar de 48 guardaespaldas, 16 vehículos blindados y 4 motocicletas mientras en su casa hacen guardia 2 policías 24 horas diarias, por cuenta del erario público: http://www.semana.com/nacion/articulo/alejandro-ordonez-y-su-esquema-de-seguridad-del-estado/502524 
[ii] Nicolás Maquiavelo, Discursos sobre los diez primeros capítulos de Tito Livio.
[iii] Resumen de la historia de Roma tomado de César: La biografía definitiva por Adrian Goldsworthy, Ed. La esfera de los libros, 2007.
[iv] Julio César fue el más famoso de los reformadores romanos asesinados. Sus asesinos aristócratas lo acusaron de numerosas infracciones legales de poca monta para justificarse: Joe Patrice, Beware the Ides of March: The petty criminal charges that killed Julius Caesar, Above the law, March 15, 2013.
[v] William Ospina, El país invisible, El Espectador, 7 octubre 2016.
[vii] Este artículo habla de acuerdos y rivalidades dentro de la clase dirigente y logra hacerlo sin mencionar las causas que explican las divisiones dentro de ellas: Eduardo Posada Carbó, De acuerdos y de élites, El Tiempo, 20 octubre 2016.
[viii] Citado por Graeme Fife, The terror: The shadow of the guillotine: France 1792-1794, St. Martin’s Press, New York, 2004, p. 13.
[ix] Excelente descripción de la ignorancia de las clases inferiores en asuntos de programas y políticas de gobierno y su vulnerabilidad al discurso irresponsable de los políticos en: George Monbiot, Lies, fearmongering and fables: that’s our democracy, The Guardian, October 4, 2016.
[x] Esta colección de artículos describe el proceso de desposesión violenta de campesinos y crecimiento del latifundio en Colombia: http://www.observatoriodetierras.org/articulos-de-investigacion/
[xi] El golpe militar contra el gobierno socialista y democrático de Salvador Allende es un caso descarnado de la clase dirigente tradicional recuperando la porción de las riquezas transferido a las clases inferiores; una excelente descripción de esta transición se encuentra en Orlando Letelier, The ‘Chicago boys’ in Chile: Economic freedom’s awful toll, The Nation, August 28, 1976.



Luis Javier Mejía Maya
31 de octubre del 2016
Publicado en blogluismejia.blogspot.com

28 comments:

  1. Un comentario del economista Jeffrey Sachs sobre la distribución social de las ganancias generadas por los llamados tratados de libre comercio:

    http://www.bostonglobe.com/opinion/2016/10/16/the-truth-about-trade/UWtu8jpAo8LTsTFlffaZ0K/story.html?p1=Article_Recommended_ReadMore_Pos17

    ReplyDelete
  2. Este artículo describe la clase dirigente, la faccionalización de la clase dirigente y los nuevos ricos que comparten intereses de clase con la dirigente pero que no tienen la misma cultura de clase:
    http://www.elespectador.com/opinion/sombrero-encintado-y-chupa-de-boda

    ReplyDelete
  3. Elogio de la clase dirigente colombiana por un miembro de la clase dirigente y evasión de responsabilidades políticas y gerenciales de la misma:

    http://www.elespectador.com/noticias/economia/el-estado-tiene-dos-funciones-cobrar-impuestos-y-el-mon-articulo-664175

    ReplyDelete
  4. Asesinato de reformistas y líderes cívicos en Colombia:

    http://www.eltiempo.com/politica/proceso-de-paz/asesinatos-de-lideres-sociales-en-2015/16546681

    ReplyDelete
  5. Descripción del problema de propiedad de tierras y su explotación económica en Colombia:

    http://www.elespectador.com/opinion/regularizar-los-derechos-de-propiedad

    ReplyDelete
  6. Ejemplo de apropiación de espacios públicos por la clase dirigente colombiana, un privilegio monetizable:

    http://www.pulzo.com/nacion/calles-publicas-privadas-bogota/PP164846

    ReplyDelete
  7. This comment has been removed by the author.

    ReplyDelete
  8. Ejemplo de cómo evaden sus responsabilidades legales y políticas los miembros de la clase dirigente colombiana:

    http://www.elespectador.com/opinion/el-abogado-del-diablo

    El abogado del diablo
    Yohir Akerman

    ReplyDelete
    Replies
    1. Abundando en información:

      http://www.elespectador.com/opinion/ademas-de-privilegiados-intocables-columna-685030

      Delete
  9. Dos documentos complementarios sobre la psicología de los “derechos adquiridos” entre los miembros de la clase dirigente:
    Uribe Noguera, el Club El Nogal y la sociopatía institucional
    Por: Daniel Emilio Mendoza
    http://blogs.eltiempo.com/delator/2016/12/09/uribe-noguera-el-club-el-nogal-y-la-sociopatia-institucional/

    Yo fui alumna del papá de Rafael Uribe Noguera
    Alexa Cuesta
    http://www.eluniversal.com.co/blogs/el-ojo-de-morgana/yo-fui-alumna-del-papa-de-rafael-uribe-noguera

    ReplyDelete
  10. Un toque de humor:

    aunque este articulo es una farsa la verdad es que la clase dirigente es tal como queda descrita:

    http://www.actualidadpanamericana.com/nobel-tutina-conoce-malala-yousafzai-le-dice-ahora-no-monita-al-regreso/

    ReplyDelete
  11. Un ejemplo de conflicto entre una comunidad con derechos ancestrales sobre la tierra y un grupo de inversionistas respaldados por las autoridades que invaden esa tierra en beneficio personal es dado por el enfrentamiento sobre las plantaciones comerciales de eucalipto en un quilombo de negros en el Brasil:

    http://www.aljazeera.com/indepth/features/2016/11/brazil-quilombos-face-eucalyptus-giant-land-war-161123122742103.html

    ReplyDelete
  12. Bello ejemplo de como miembros de la clase dirigente colombiana evaden la justicia por sus actos criminales:

    http://www.elespectador.com/noticias/judicial/familia-de-victor-maldonado-denuncia-presiones-del-esta-articulo-674109

    ReplyDelete
  13. Los plebeyos llegados a más tienen el hábito de querer que los traten, y se tratan entre sí, como si fueran aristócratas:

    http://www.semana.com/opinion/articulo/el-ultimo-regalo/513514

    ReplyDelete
  14. Los miembros de la clase dirigente colombiana encuentran maneras de usar los bienes y servcios del estado sin pagar el precio comercial:

    http://www.eltiempo.com/politica/justicia/irregularidades-en-arriendos-en-islas-del-rosario/16810237

    ReplyDelete
  15. El autor de esta nota menciona algunos ejemplos de apropiación de bienes sociales por la elite económica:

    http://www.elespectador.com/opinion/capitalismo-de-embudo-columna-689276

    ReplyDelete
  16. en mi opinión de observador y estudioso de fenómenos sociales la corrupción -que es una manera de apropiarse de riqueza social que uno no ha ganado con su trabajo- tiene que ver con los principios de moral social que inspiran la vida pública y privada de la clase dirigente. si hay algo que tenga "trickle down effects" es la moral social de la élite.

    pienso que cuando el niño Nule de vergonzosa recordación dijo que la corrupción es natural al ser humano nosotros, es decir, los intelectuales como usted y yo, debemos entender que realmente está diciendo: en el mundo en que yo nací, me crié y he hecho negocios la corrupción es una conducta normal.

    http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-4434744:

    "Ayer, en Miami, el senador Iván Moreno y los Nule se vieron por primera vez cara a cara desde que estalló el escándalo de la contratación en Bogotá, pero no hubo saludo, solo tensión. Miguel Nule dijo que "la corrupción en Colombia, como en cualquier país del mundo, es inherente a la naturaleza humana..."

    Un repaso general de corrupción en Colombia:

    http://www.semana.com/nacion/articulo/cartel-de-la-contratacion-debacle-de-interbolsa/368205-3

    ReplyDelete
  17. Anticipando el colapso de una civilizacïón

    Un trío de profesores universitarios han propuesto la hipotésis de que las sociedades se autodestruyen por la acumulación insostenible de riqueza en pocas manos o por un abuso desmesurado del medio ambiente.

    Su artículo se encuentra en este enlace:

    http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0921800914000615

    Un resumen del mismo se encuentra en:

    http://www.bbc.com/future/story/20170418-how-western-civilisation-could-collapse

    ReplyDelete
  18. Familia de la alta burguesía evade pago de deudas a sus empleados de la clase baja:

    http://www.elespectador.com/noticias/judicial/las-maniobras-enganosas-de-jose-roberto-prieto-articulo-692591

    ReplyDelete
  19. Casa por cárcel y reduccion de penas por delación de cómplices: un privilegio de los delincuentes de la clase dirigente

    http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/andres-hurtado-garcia/con-licencia-para-robar-rebajas-de-penas-en-colombia-91142

    ReplyDelete
  20. Interesante comentario sobre el origen y evolución de la corrupción con énfasis en el papel de la clase que dirige la política y la economía:

    ¿Por qué tanta corrupción en Colombia?: una respuesta sociológica

    http://www.razonpublica.com/index.php/conflicto-drogas-y-paz-temas-30/10015-%C2%BFpor-qu%C3%A9-tanta-corrupci%C3%B3n-en-colombia-una-respuesta-sociol%C3%B3gica.html

    ReplyDelete
  21. La corrupción, tanto en la empresa privada como en el gobierno, tiene, en mi opinión, dos dimensiones: 1] moral, en el sentido del comportamiento correcto, y su expresió n como moral social, es decir, lo que es correcto cuando el comportamiento de uno afecta a otros miembros de la comunidad, y 2] económico, en cuanto afecta la distribución de recursos entre las clases sociales y la asignación de recursos a diferentes momentos o áreas del proceso productivo. El siguiente análisis toca el tema moral pero no se refiere al papel que las elites tienen en la creación de una moral social:

    https://www.the-tls.co.uk/articles/public/corruption-paul-collier/

    ReplyDelete
  22. Sobre la corrupción como fenómeno sistémico en Colombia:

    http://www.elespectador.com/opinion/la-paz-o-la-corrupcion-columna-706501

    ReplyDelete
  23. Distribución de la carga tributaria en Colombia:

    http://www.elespectador.com/opinion/las-exenciones-tributarias-columna-706772

    ReplyDelete
  24. ¿Una "nobleza" criolla? Cuán profundo es el elitismo en Colombia y qué implica para el país

    http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-41329392

    ReplyDelete
  25. ¿Por qué tanta corrupción en Colombia? El Estado como botín, por Eduardo Lindarte Middleton

    https://www.razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/10602-por-qu%C3%A9-tanta-corrupci%C3%B3n-en-colombia-el-estado-como-bot%C3%ADn.html

    ReplyDelete
  26. Dice Catalina Ruiz Navarro:

    "La justicia en Colombia suele ser más dura con los más pobres y mucho más laxa con los privilegiados. Ciertos niveles de privilegio son una garantía de impunidad. Cuando alguien suelta la conocida amenaza “usted no sabe quién soy yo” lo que está diciendo es “yo soy alguien para quien no aplican las reglas y la justicia”.

    https://razonpublica.com/index.php/econom-y-sociedad-temas-29/9924-privilegiados-y-vulnerables-la-estructura-social-detr%C3%A1s-de-la-muerte-de-yuliana-sambon%C3%AD.html

    ReplyDelete
  27. The rich are better because they are rich, says Larry Kudlow nominated to be Trump's director of the National Economic Council:

    https://www.nationalreview.com/2016/12/trump-transition-going-great-economy-needs-attention-now/

    Review of Kudlow's qualifications at:

    https://www.huffingtonpost.com/entry/larry-kudlow-is-the-perfect-embodiment-of-republican-economics_us_5aabcd91e4b0337adf832bf5

    ReplyDelete