Wednesday, July 6, 2016

LIDERAZGO NACIONAL, IN FORMACIÓN, PROPAGANDA Y OPINIÓN PÚBLICA – Parte II

Herramientas de control social

Durante la Guerra de Vietnam el liderazgo estadounidense enfrentó un serio reto dentro del país cuando los negros y los estudiantes se rebelaron contra el statu quo, los primeros porque decidieron desobedecer las normas y costumbres vigentes de discriminación racial y los segundos porque se rebelaron contra la guerra.

Para neutralizar ese reto el liderazgo nacional se esforzó en controlar la información que recibían las masas sobre los conflictos internos y sobre el curso de la guerra.

En dos artículos publicados en este blog [pulsar aquí] periodistas estadounidenses describen la manera como la comunicación pública fue y ha sido manipulada por el liderazgo nacional y los medios para engañar a las masas. El hecho, claro está, no es exclusivo de los Estados Unidos sino representativo de lo que sucede en todo lugar donde no haya una opinión educada, independiente y contestaría.

La información que reciben las masas influye sobre la confianza -o la indiferencia- que ellas sienten con respecto a la capacidad del liderazgo para manejar los asuntos públicos. Por eso en Estados Unidos en ese momento, como en cualquier país en todo momento, el liderazgo sentía la necesidad de controlar el flujo y contenido de esa información.

La manipulación de información no es, por cierto, la única herramienta de control de las masas pero combinada con la propaganda tiende a ser la favorita pues evita o aplaza el uso de medios más directos como el fraude electoral, la intimidación, la fuerza bruta, el silenciamiento de disidentes con ayuda de personal complaciente de la policía y la justicia.

Acatamiento del liderazgo

El liderazgo de un país contemporáneo se afianza en el control que ejerce del estado y de las instituciones que lo gobiernan; sus delegados o representantes ejercen el poder público, son “las autoridades” que en la percepción de las masas mantienen el orden, administran los bienes comunes y protegen vidas y haciendas.

A su turno, la permanencia y estabilidad de ese liderazgo depende de la aquiescencia de las masas, de su acatamiento a las autoridades.

Cuando las masas dejan de obedecer -en una revuelta, asonada, revolución, huelga general, movimiento de desobediencia civil- se produce una crisis de gobierno que se soluciona con actos de represión o con la substitución de una facción del liderazgo por otra en un golpe de estado. De ahí la importancia de controlar, hasta donde sea posible, lo que saben, piensan y sienten las masas, es decir, los gobernados.

El liderazgo de un país siempre teme que las masas se tornen contra él, dejen de creer en su capacidad de actuar y dejen de obedecerle.

El poder de desacato de las masas se manifiesta (1) en las elecciones que cambian la facción de la clase dirigente al frente del gobierno -como sucede por lo regular- o que  le entregan parte del poder a un liderazgo alternativo -como en Venezuela en 1999 y Bolivia en 2006-, y (2) en protestas populares que impiden el arraigo de una facción en el gobierno -como en el Ecuador entre 1996 y 2007-.

También hay un desacato cuotidiano que ocurre en medio de grupos de la población y en áreas geográficas o en sectores de la economía donde el estado aunque presente es inefectivo -por ejemplo, en barriadas pobres y tugurios, economía informal, zonas alejadas de los centros urbanos, explotaciones agrícolas o mineras que el gobierno decide no vigilar-; en estos casos la población acepta  autoridades y normas paralelas a las del estado, vigentes mientras el liderazgo no se sienta amenazado o disminuido.

Una desobediencia generalizada al liderazgo de un país ocurre en situaciones extremas y casi siempre impredecibles en cuanto a momento y lugar. Por lo regular, hay una combinación de inercia social, indiferencia a cuál de las facciones de la clase dirigente controla el gobierno, tolerancia de la corrupción y de la ineptitud de los agentes del estado, aceptación activa del statu quo, rechazo a los cambios políticos, temor al caos social, que favorece al gobierno de turno y en últimas al liderazgo existente. Por eso ni el manejo inepto de los asuntos públicos, ni la corrupción del gobierno y de la empresa privada, ni la represión ni los golpes de estado por sí solos generan revoluciones.

Comunicación, información, propaganda, opinión

Para ponernos de acuerdo sobre los términos de esta discusión sugiero que llamemos comunicación al acto de transmitir o divulgar hechos, circunstancias, ideas, conjeturas, rumores, discursos, propaganda. Por eso hablamos de medios de comunicación de masas y medios de comunicación social. Lo mismo sirven para divulgar conocimientos y opiniones educadas que para divulgar fantasías y disparates.

Información es la transmisión de hechos o circunstancias, la descripción de eventos; tiene una implicación de objetividad, de lealtad a la realidad, de que merece credibilidad pues en principio uno puede constatar su veracidad con los propios ojos. Quienes valoramos el pensamiento racional y científico tendemos a considerar la información como su soporte irremplazable.  

Opinión es el juicio que hacemos de un evento o una persona, es la importancia, relevancia, credibilidad y respeto que le damos a algo o alguien; por lo mismo, tiene un componente subjetivo y depende de los pocos o muchos conocimientos y experiencias que hayamos acumulado.

La opinión es propia cuando la formamos con nuestras propias luces, es prestada cuando la tomamos de alguien cuya autoridad científica, moral o política aceptamos. Como todos tenemos una opinión muy elevada de nuestro carácter y nuestras propias habilidades tendemos a pensar, a veces contra toda evidencia, que somos autónomos y originales en nuestras opiniones.

Propaganda es la comunicación que se hace para atraer seguidores, clientes, creyentes. Por el mismo propósito que tiene combina circunstancias reales y ficticias que sirven para despertar emociones y sentimientos de amistad y antagonismo, inferioridad y superioridad, colaboración y rivalidad, seguridad e inseguridad, acatamiento y rebeldía.  Su conexión con la realidad, los hechos comprobables y el conocimiento científico si existe es tenue.

Información, opinión y propaganda tienen áreas de yuxtaposición en las que se difuminan las diferencias entre ellas. Pero eso no elimina la existencia de espacios de lo real y de lo ficticio que podemos identificar con la ayuda de la razón y los sentidos. De ahí la importancia del pensamiento crítico y la educación científica para ayudarnos a formar una opinión propia y a seguir la ajena cuando sea pertinente.

Existe además lo que llamamos opinión pública, la cual no es la suma de opiniones personales sino un estado colectivo de emociones y sentimientos con respecto a temas religiosos, políticos, sociales, económicos y culturales. Esa opinión lo mismo puede ser segmentada, voluble e impredecible como estable, predecible, de amplia aceptación en la población. Los psicólogos sociales difieren en la interpretación de cómo se forma y se expresa, su prevalencia y duración, en tanto que los políticos, mercadotecnistas, activistas sociales, misioneros y mitómanos de agencias de publicidad se esfuerzan por identificarla para guiarla o dejarse guiar de ella según convenga.

Liderazgo y opinión pública

El liderazgo de un país apunta a capturar la opinión pública y a constreñir la opinión individual a fin de que las masas no pierdan la fe en su capacidad de dirigir la sociedad y gerenciar el patrimonio colectivo y no se sientan inclinadas a desobedecerlo.

El liderazgo tiende a crear una realidad virtual para alimentar las masas. Por eso se espera que

-      magnifique logros,
-      aminore fracasos (ej., los funcionarios de la administración Bush Jr. responsables de la agresión y ocupación de Irak y sus aliados extranjeros como el primer ministro británico Tony Blair todavía insisten en que el desastre subsiguiente no fue hechura suya) ,
-      eluda responsabilidad por los errores (ej., no fui yo, fue un subalterno que actuó por su propia cuenta),
-      niegue delitos cometidos por sus agentes (ej., la manzana podrida en una canasta de frutos impecables)
-      y haga esguinces publicitarios para distraer la atención con temas baladíes o que despiertan curiosidad inmediata.

Cuánto más incompetente en la gerencia y menos respetuoso de las leyes sea el liderazgo tanto más majestuoso y deslumbrante el oasis de espejismos que ofrece a las masas.

Los medios y lo que comunica el liderazgo

Los medios juegan un papel como caja de resonancia de lo que comunica el liderazgo. Dentro de los medios comerciales hay una tensión interna entre (1) mantener el acceso a los fondos públicos y privados de propaganda que controla el liderazgo y que son su vida financiera, (2) mantener el acceso a los altos funcionarios del estado y del mundo empresarial que proveen las primicias noticiosas y (3) mantener credibilidad ante los lectores. De esa tensión resulta un compromiso en el que los medios se dan permiso para escoger de entre el acervo noticioso qué y cuánto necesita saber el lector.

En consecuencia, los medios comerciales se autocensuran. Pero el tamiz que ellos aplican a la comunicación ha sido parcialmente debilitado por la abundancia y libertad de palabra de los medios sociales de comunicación usados por reporteros profesionales y amateur independientes.

Control de la comunicación independiente

Para recuperar el control de la comunicación el liderazgo de cuatro países ha dado la pauta de lo que se puede hacer:

-      en Rusia se combina un discurso de patriotismo presidencial, hostigamiento por parte de las autoridades policiales y judiciales y la intervención de agresores violentos nunca identificados por las autoridades para limitar las actividades de los comunicadores independientes,
-      estos son inhibidos en la China por medio de bloqueos de internet y ataques cibernéticos,
-      en Israel por una censura social estimulada por un discurso violentamente patriótico  
-      y en Bengala son atacados impunemente por criminales comunes disfrazados de fanáticos religiosos.

En el pasado y en algunas situaciones contemporáneas el liderazgo ha usado la censura directa sobre los medios y sobre todo tipo de comunicación. Las ediciones del Quijote todavía reproducen los permisos de publicación de las autoridades reales y eclesiásticas. En los años de gobierno hegemónico conservador en Colombia, a finales de los cuarenta y principios de los cincuenta, había un censor oficial en las oficinas de los periódicos que tenía poderes discrecionales de corrección y veto sobre los editoriales. En la Unión Soviética las asociaciones de escritores tenían la misión de hacer que autores y textos se ciñeran a la ideología del Partido Comunista.

En los países latinoamericanos durante las últimas décadas los periodistas independientes han corrido el riesgo de ser asesinados o de quedarse sin empleo. Unas veces por armas de las fuerzas de seguridad oficiales, otras a instigación de funcionarios del gobierno o de la empresa privada y otras a manos de criminales comunes a quienes las autoridades no castigan.
Las sociedades demoliberales se horrorizan de estas medidas extremas pero probablemente seguirán el ejemplo de los Estados Unidos donde se prepara legislación que limitará la libertad de expresión so guisa de proteger la seguridad nacional y  el orden público.

Otras propuestas introducirían un modelo de propiedad privada protegida y mercado no regulado para los servicios de conexión a internet, lo que daría a estos el poder de bloquear el acceso de ciertas categorías de usuarios, aislarlos dentro de redes no compatibles con otras, discriminar entre usuarios de servicios rápidos y servicios lentos o establecer tarifas que efectivamente eliminen el acceso de usuarios pobres.

Liderazgo y coordinación de la comunicación de masas

Aunque de sentido común conviene tener presente que el liderazgo de una sociedad no es un grupo homogéneo, jerarquizado, de lealtades ciegas, decisiones unánimes y actividades económicas y políticas coordinadas.

En condiciones ordinarias el liderazgo es un grupo amorfo, de lealtades personales inciertas, dividido en facciones y grupos de interés. A sus miembros los une el propósito de:

- conservar para sí los privilegios que les da el statu quo político y económico, 
- mantener la distribución social de la riqueza, el ingreso y las oportunidades, 
- controlar las fuentes de enriquecimiento personal, sean ellas el fisco o los negocios rentables y 
- reservarse el acceso preferencial a las altas posiciones del estado y de la empresa privada. 

Estos son, en el lenguaje colombiano, sus “derechos adquiridos”. 

Pero ese propósito admite interpretaciones y estrategias variadas, acepta la cooptación de intrusos útiles de clases bajas y convive con rivalidades y enfrentamientos internos. Al final las facciones del liderazgo están enfrentadas por la posesión de recursos que no son infinitos.

En condiciones ordinarias, entonces, el liderazgo puede hablar con muchas voces, tolerar muchas versiones de la realidad, convivir con facciones autoritarias y liberales, modernas y tradicionales, criminales y honorables, aceptar la competencia de muchas ambiciones individuales  y permitir que estas difundan mensajes contradictorios. Las condiciones de coexistencia de facciones se mantienen dentro de un precario equilibrio que cambia día a día.

Cuando una crisis amenaza al liderazgo en su totalidad puede surgir un líder dominante o un equipo coordinador que asuma la tarea de unificar las comunicaciones, definir el mensaje a las masas y arbitrar entre las facciones enfrentadas la distribución del poder. Tambien puede suceder que las rivalidades entre las facciones se conviertan en enfrentamientos sangrientos y mortales, de los que solo los más hábiles en el uso de la violencia salgan con bien. 

Al final el liderazgo depende de que las masas crean en su poder y lo obedezcan.

Luis Mejía
6 de julio del 2016
Publicado en blogluismejia.blogspot.com 

1 comment:

  1. Periodistas investigativos cívicos han creado esta página web para documentar falsedades en las comunicaciones dirigidas a la opinión pública internacional:

    https://www.bellingcat.com/

    ReplyDelete