ESTUDIANTES DE ESTADOS UNIDOS ENFRENTAN LAS
ARMAS DE FUEGO
Publicado originalmente en Razón Pública
01 de abril, 2018
Una tragedia y una protesta inolvidables
El 14 de febrero de 2018 diecisiete estudiantes y un
profesor fueron asesinados y diecisiete personas más heridas con un fusil
semiautomático en una escuela de bachillerato en Parkland, Florida.
El 24 de marzo la gran avenida que desemboca frente al
capitolio en Washington D.C. se llenó de estudiantes y sus simpatizantes. Los
estudiantes honraban la memoria de sus compañeros muertos.
Cerró el día Emma González, de 18 años, hija de un
inmigrante cubano. Hizo una lista de actividades y logros que sus compañeros de
clase asesinados ya no podrán realizar. De repente calló, cabeza en alto dejó
que las lágrimas rodaran por sus mejillas. La multitud, hipnotizada, calló
también. Seis minutos y veinte segundos más tarde volvió a hablar. “Este es
todo el tiempo que se necesita para segar la vida de dieciocho personas con un
arma semiautomática”, dijo.
Nadie olvidará ese momento.
El contexto: terrorismo doméstico
En Estados Unidos una generación ha vivido bajo la
amenaza de actos terroristas domésticos facilitados porque la ley protege el
comercio y porte de armas de fuego. Desde 1999 más de 187.000 estudiantes han
experimentado una balacera en por lo menos 193 escuelas primarias y
secundarias. Desde 2013 han ocurrido 306 incidentes con armas de fuego en
recintos escolares.
Las armas pueden adquirirse en 50.000 puntos de venta
y en numerosas ferias locales. Según el Centro de Investigaciones Pew hay
entre 270 y 310 millones en manos privadas; casi una por habitante. Una encuesta de este Centro
muestra que en el 37 por ciento de los hogares vive un adulto que posee un
arma.
Según el archivo de Violencia con Armas de Fuego, desde 2014 se han dado más de 50.000
incidentes anuales, con más de 40.000 heridos y muertos; los menores de edad
representan un consistente 8 por ciento de las víctimas. Los eventos con
múltiples víctimas ocurren a diario.
Se calcula que en Estados Unidos hubo más de un
millón de manifestantes en la manifestación principal del 24 de marzo.
Muertos y heridos causados
por armas de fuego en Estados Unidos
Año
|
2018*
|
2017
|
2016
|
2015
|
2014
|
Número total
de incidentes**
|
12.933
|
61.579
|
58.879
|
53.743
|
51.854
|
Número
de Muertos
|
3.378
|
15.611
|
15.097
|
13.521
|
12.557
|
Número
de heridos
|
5.950
|
31.214
|
30.632
|
27.048
|
23.002
|
Menores de 18 años muertos o heridos
(porcentaje del total de víctimas)
|
774
(8,3 por ciento)
|
3974
(8,5 por ciento)
|
3806
(8,3 por ciento%)
|
3393
(8,4 por ciento)
|
2940
(8,3 por ciento)
|
Incidentes con cuatro o más víctimas
|
52
|
346
|
383
|
333
|
270
|
* Cálculo a marzo 27 de 2018 ** Incluye todo evento comprobado, voluntario o
accidental, en el que se haya disparado un arma de fuego, con y sin víctimas.
No incluye suicidios.
Todo el problema gira alrededor de la Segunda Enmienda constitucional. En
2008 la Corte Suprema reconoció el derecho
personal a cargar armas de fuego. Con ello anuló la jurisprudencia tradicional
que reconocía a las autoridades la facultad –que no siempre ejercían– de
regular su tráfico y porte.
El movimiento estudiantil y sus efectos
Estudiantes sobrevivientes del asalto de Parkland se
organizaron para protestar contra la irracionalidad de la legislación sobre
armas. Convocaron a una huelga de clases para el 14 de marzo en la que
participaron 3.000 escuelas y a la marcha nacional del 24 de marzo, de acogida
multitudinaria. Para el 20 de abril planean otra huelga de clases.
Organizan otras manifestaciones y promueven la
participación del público en consejos comunitarios con miembros de cuerpos
legislativos y con candidatos para las próximas elecciones. Es una campaña para
despertar conciencia sobre el poder del voto. A este esfuerzo se han unido
sobrevivientes de otras masacres, otras organizaciones promotoras de regulación
de las armas, padres de familia, maestros, hombres de negocios, artistas y
muchos adultos preocupados por el tema.
Los estudiantes proponen algunas medidas de sentido
común, como:
- Prohibición de armas de asalto y semiautomáticas;
- Prohibición de recámaras de alta capacidad en
todas las armas;
- Creación de un registro nacional de armas de
fuego;
- Chequeo del pasado judicial y policial de todo
comprador;
- Prohibición del comercio de armas de segunda mano
y de ferias de armas como puntos de venta;
- Financiación federal de la investigación sobre
violencia armada;
- Fortalecimiento de la agencia federal de control
de alcohol, tabaco, armas y explosivos.
La manifestación principal del 24 de marzo se hizo en
Washington D.C. Hubo manifestaciones simultáneas en 752 ciudades de Estados
Unidos y en 104 del exterior. El número estimado de participantes en Washington
D.C. varía entre 200.000 y 500.000. Un indicador frecuentemente usado para
estimar el volumen de una manifestación es el del número de pasajeros en el
metro de la ciudad. Para ese día se contaron 334.000. Se calcula que en el país
hubo más de un millón de manifestantes.
Bajo la influencia del movimiento estudiantil se han
registrado miles de votantes y muchas empresas han cerrado sus departamentos de
venta de armas, han liquidado sus inversiones en compañías productoras de estas
y han cancelado sus líneas de propaganda con productores de televisión opuestos
a la reglamentación de armas. Igualmente, después de la masacre de Parkland:
- El Congreso se abstuvo de aprobar un proyecto de
ley que ordenaba a los estados aceptar los permisos de porte oculto de
armas expedidos por otros estados. También ordenó fortalecer la base
federal de datos sobre el pasado judicial y policial de compradores potenciales,
dispuso fondos para mejorar la seguridad en las escuelas y autorizó a los
centros para prevención y control de enfermedades a estudiar la violencia
armada. Estos
estudios habían sido prohibidos en 1996.
- El Departamento de Justicia inició procedimientos
para prohibir aceleradores de disparos -aditamentos que permiten usar un
arma semiautomática como ametralladora-. La prohibición efectiva ocurrirá
dentro de tres meses, si acaso.
- El estado de Florida subió a 21 la edad mínima
para comprar armas e impuso un período de espera de tres días para
entregarla. La Asociación Nacional del Rifle demandó estas disposiciones
por inconstitucionales.
Reacciones e intereses afectados
El típico legislador estadounidense nunca ha actuado
para proteger a las víctimas de armas de fuego. La primera reacción de los
políticos frente a una masacre es ofrecer a las víctimas sus oraciones y
condolencias. Uno de los carteles exhibidos en la marcha del 24 decía:
“oraciones y condolencias no salvan vidas”.
Líderes del partido republicano, comentaristas de los
medios, propietarios de armas y voceros de la Asociación Nacional del Rifle han
desatado una salva de insultos y ataques personales contra los estudiantes
organizadores de la marcha.
Han descrito el movimiento como una conspiración
“respaldada por fuerzas radicales con una historia de violencia y amenazas en
su lenguaje y acciones”. Han criticado a los estudiantes por exigirles a los
adultos que les solucionen sus problemas, los han invitado a hacer algo serio,
como aprender primeros auxilios para ayudar a las víctimas de disparos. También
los han llamado inmaduros y peleles con intereses obscuros, los han acusado de
usar técnicas de la juventud nazi, de importar un socialismo de tipo europeo y
de querer expropiar todas las armas de fuego.
Favorita de los ataques ha sido Emma González,
descrita como “lesbiana cabecipelada” y simpatizante del castrismo por llevar
una bandera cubana en su chaqueta. Una foto arreglada la muestra rasgando una
copia de la Constitución estadounidense. De David Hogg, su compañero de clase,
han dicho falsamente que estuvo ausente de la escuela durante el ataque y le
han hecho burla porque no fue aceptado en algunas universidades.
Con el argumento de que las propuestas de los
estudiantes no salvarán vidas los voceros de la reacción proponen:
- Aumento del personal oficial de seguridad y
policía;
- Incremento de guardias armados en las escuelas;
- Autorización a maestros y administradores para
portar armas de mano en los recintos escolares.
Además hay que tener en cuenta que en el debate sobre
las armas hay poderosos intereses afectados:
- De los dueños de millones de armas que temen su
expropiación o limitaciones a su porte;
- De los fabricantes de armas y municiones que
ganan 1,5 mil millones de dólares sobre ventas de 13,5 mil millones;
- De los comercializadores de armas y municiones
que ganan 478 millones de dólares sobre ventas de 3,1 mil millones;
- De la Asociación Nacional del Rifle, una red de
fondos y ONG dedicada a promover la libertad de compra y porte de armas
con ingresos de 345 millones de dólares en 2013 por cuotas de miembros,
donaciones individuales, contribuciones empresariales y regalías;
- Del Partido Republicano, que recibe el voto del
44 por ciento de los propietarios de armas (los demócratas solo reciben el
20 por ciento).
Por otra parte, algunos líderes demócratas respaldan
restricciones a las armas pero la mayoría considera que no es oportuno
politizar la sangre de las víctimas y permanece al margen mientras los
republicanos legislan nuevos privilegios para las armas de fuego.
El futuro
No hay que olvidar que los estudiantes de hoy son
herederos de una tradición y que, como sus antecesores, probablemente dejarán
huella.
En mayo de 1963 los estudiantes negros de las escuelas
de Birmingham salieron a protestar contra la discriminación racial. La policía
los atacó con perros y cañones de agua. El rechazo a la brutalidad policial dio
impulso a la lucha por los derechos civiles.
En junio de 1963 el gobernador de Alabama se plantó
frente a las puertas de la universidad del estado para impedir la entrada de
dos estudiantes negros. El presidente Kennedy tuvo que intervenir en favor de
los estudiantes y la Corte Suprema abandonó el principio de “separados pero
iguales” que institucionalizaba la discriminación.
La rebelión de los estudiantes universitarios contra
el servicio militar obligatorio en la guerra de Vietnam apresuró su
terminación.
Los legisladores de hoy no aprobarán regulaciones
eficaces, así que los estudiantes apuestan a las próximas elecciones para
lograr un cambio de legisladores y de actitudes. Su éxito dependerá de mantener
activas las fuerzas movilizadas hasta el momento y de sostener la presión sobre
los cuerpos legislativos federales y estatales.
Han creado un movimiento con un sentido de liderazgo
diferente: abierto a todas las víctimas, colectivo, de carácter cívico,
respetuoso de la ley.
Hasta el momento las autoridades han respetado su derecho
a protestar. A diferencia de otras ocasiones, en la marcha del 24 en Nueva York
hubo colaboración entre la policía y los manifestantes.
El discurso de los estudiantes, maduro, bien razonado,
sin insultar a sus opositores, sin perder la compostura, marca una distancia
con la estridencia y las falacias de estos. Si ellos son la avanzada de la
generación que nos reemplazará, bienvenidos.
Luis Mejía – 2 de abril del 2018
Reproducido de Razón Pública en
blogluismejia.blogspot.com
The gun lovers say that guns don’t kill people, people kill people. That’s what they were saying at the NRA’s annual convention in Dallas last week, when they weren’t voting for Oliver North to be their organisation’s new president. The gun haters say that without guns, people wouldn’t be killing anyone. To be honest I don’t know what the specific retort is to the latter argument. Maybe the gun lovers say that if the criminals and maniacs didn’t have guns they’d find other ways to kill...
ReplyDeletehttps://www.lrb.co.uk/blog/2018/05/08/fred-russell/if-they-didnt-have-guns/
Students Spoke Out After Fla. School Shooting. Then Internet Trolls Attacked.
ReplyDeletehttp://blogs.edweek.org/edweek/DigitalEducation/2018/02/parkland_students_spoke_out_trolls_attacked.html