Charla Del Senador J.E. Robledo en City
University of New York
Introducción
El Grupo de Estudios Colombianos del Centro de Estudios de Post-Grado de la
Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY Graduate Center) ha tenido en lo
que va corrido del año un programa muy apretado de discusiones académicas sobre
los problemas sociales, económicos y políticos de la sociedad colombiana. Es
parte de un interés de la academia estadounidense en los procesos de paz,
desarrollo, equidad social y movilización de la población que se están viviendo
en Colombia y cuyo éxito o fracaso servirán de lecciones a otras sociedades que
también están pasando por situaciones similares de conflicto interno,
divisiones a veces violentas dentro de las distintas clases sociales y
estamentos políticos, disrupciones en el desarrollo nacional causadas por la
lucha entre la tradición y la modernidad e intentos de establecer un grado de
convivencia pacífica entre sectores nacionales con intereses económicos y
políticos divergentes.
Como parte de las actividades de este grupo de estudios colombianos se
presentó el 17 de los corrientes el senador Jorge Enrique Robledo del Polo
Democrático Alternativo para hablar del futuro de Colombia dentro de la
situación creada por el Tratado de Libre Comercio que su gobierno ha firmado
con los Estados Unidos. A continuación transcribo las notas que tomé durante su
presentación. Advierto al lector atento que tomé estas notas a la manera de
estudiante pre-computadora portátil y pre-grabadora ubicua: a mano, a medida
que hablaba el expositor, tratando de capturar la idea esencial; en
consecuencia, cualquier error o imprecisión en lo que atribuya al senador
Robledo es de mi propia autoría.
Comercio Internacional vs.
TLCs
Los que se oponen al TLC no se oponen al comercio ni se proponen aislar a
Colombia. El debate debería plantearse sobre la pregunta ¿cómo relacionar a
Colombia con el mundo?, más exactamente ¿cómo relacionar a un país débil como
Colombia con un país o un grupo de países poderosos, como EEUU y la Comunidad
Europea?
Oposición al TLC tampoco es oposición a la inversión extranjera. Se trata
de hacer un debate sobre la pregunta: ¿cómo o en qué condiciones se recibe la
inversión extranjera?
Hay que tener claro que sin TLC también hay intercambio comercial con otros
países. De hecho, en el contexto mundial lo raro es un TLC. Los países
europeos, la China, la India, el Brasil, el Ecuador, no tienen TLCs con los
EEUU por una razón: no les conviene a sus intereses abandonar la libertad
relativa del comercio internacional para amarrar sus economías a un TLC.
Uno de los principales argumentos presentados por el gobierno colombiano,
ahora y antes, en defensa del TLC con EEUU es que con el tratado se podrá hacer
exportaciones a este país y que un aumento de exportaciones desarrolla las
oportunidades de desarrollo del país. Pero eso de decir que el país se
desarrolla más cuando exporta más es una falacia.
Historia Reciente del Libre
Comercio
El libre comercio se viene empujando como una política nacional desde 1980,
en la administración Gaviria, con reducción de aranceles y levantamiento de
medidas proteccionistas de la producción nacional. Esta noción de libre
comercio es (1) el llamado consenso de Washington aplicado a escala global, y
(2) elaborada por las multinacionales de acuerdo con la visión que ellos tienen
de cómo quisieran que funcionara la economía mundial. Esto se lo presentan a
los gobiernos de los países más poderosos que, a su turno, se lo presentan a
los organismos internacionales quienes se encargan de imponérselo a los demás
países.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) fue un intento de EEUU y
organismos internacionales de globalizar el libre comercio pero fracasó por la
oposición de varios países. Entonces EEUU ofreció el ALCA, que tampoco fuer
aceptado por todos los países latinoamericanos. Entonces los EEUU promovieron
un TLC en pequeños pasos, con México y Canadá, con los países centroamericanos
a los que tuvieron que enganchar colectivamente para que representaran algo,
con Chile, Colombia y Panamá.
Contenido del TLC
El debate en Colombia se enfocó tanto en el agro que la gente pensó que eso
era todo. Poco a poco el debate se ha extendido para incluir la industria, las
importaciones y las exportaciones de todo tipo. La realidad es que el TLC
afecta todos los aspectos de la vida económica del país.
“Discusión” de Contenidos Entre
Colombia y EEUU
Aunque los dos últimos gobiernos colombianos han querido vendernos la idea
de que el TLC es un acuerdo entre partes iguales, esa igualdad es una ficción.
El texto del TLC fue redactado por los EEUU y propuesto a los representantes
del gobierno colombiano como un paquete no discutible ni modificable. Hubo dos
años en los que los representantes colombianos pretendieron que negociaban pero
esto fue mero teatro. De hecho el texto de los TLC es idéntico en todos los
casos, con pequeñas variaciones en los tiempos de eliminación de aranceles.
Vigencia del TLC
El TLC ha sido aprobado por el Congreso colombiano y la Corte
Constitucional, lo cual quiere decir que ninguna autoridad puede hacer algo que
no esté aprobado por el TLC y no se le puede cambiar un solo artículo sin
permiso de los EEUU. Además, es concebido como un tratado a perpetuidad.
Colombia, sin embargo, puede eliminarlo cuando haya una voluntad nacional de
hacerlo invocando la “denuncia” del mismo.
El Proceso de Liberación del
Comercio Internacional
El libre comercio no empieza con el TLC sino con el gobierno de Gaviria y
la llamada “apertura”. El TLC hace irreversible el libre comercio que hemos
vivido desde hace 22 años y agrega otras cargas a la economía colombiana.
¿Qué Ha Pasado en Este Tiempo?
En lo social hay que empezar por hacer referencia a la base más elemental
del bienestar social que es el empleo de la población. El deterioro de la
calidad del empleo ha sido constante en términos de subempleo y empleo
informal. Los niveles de pobreza e indigencia son impresionantes. Las
condiciones laborales –esto es, el cubrimiento del seguro social y la
estabilidad en el empleo- son bajas. La privatización de los servicios públicos
ha bajado su calidad. La desigualdad social se ha profundizado.
En lo económico han ocurrido dos fenómenos concurrentes: la desagrarización
y la desindustrialización del país desde 1990. El país importa productos
agrícolas que ya no produce y se limita las oportunidades de desarrollo que
dependen de una base industrial sólida. La economía nacional cada día descansa
más en las exportaciones de materias primas agrícolas y mineras, con el riesgo
de inestabilidad financiera que surge de las fluctuaciones en sus precios. Hay
un tercer resultado económico: la privatización de la economía social y de los
monopolios públicos.
Un país en desarrollo necesita para prosperar de la agricultura, la
industria y la producción minera combinadas. Pero si se especializa en minería,
por ejemplo, se queda al nivel de productor de materias primas para que otros
las procesen y le devuelvan los productos elaborados con ellas. Los que
procesan las materias primas son los que están creando riqueza nueva realmente.
Papel del Capital Extranjero
El capital extranjero debería ser bienvenido si contribuye al desarrollo. Esto
no se logra con regalías del 3% que se cargan sobre la minería del oro o del 6%
sobre el carbón. Tampoco cuando las empresas construídas con capital extranjero
generan empleo de bajos salarios y no pagan impuestos.
Efectos del TLC
El TLC en Colombia agudizará los procesos que han venido ocurriendo en los
últimos 22 años: mas desagrarización, más desindustrialización, mayor deterioro
de la calidad del empleo, profundización de la desigualdad social,
debilitamiento del potencial nacional para crear riqueza. Vale la pena ampliar
este último punto. Cuando se eliminan sectores productivos la economía se
elimina la posibilidad de crear riqueza en esos sectores. El colombiano no
puede crear riqueza en el algodón, en la cebada, en el trigo, en la carne de
pollo, para poner unos ejemplos, porque en esos sectores son los empresarios
estadounidenses los que van a crear riqueza.
El TLC también elimina los instrumentos que usaron los mismos EEUU y Europa
para desarrollarse tales como el arancel de importaciones y los subsidios a la
producción. En este campo, se conservan los subsidios de EEUU y se eliminan los
de Colombia. Las compras públicas son importantes para estimular la economía y
tradicionalmente se ha dado preferencia en ellas a los productores nacionales;
el TLC iguala a los productores nacionales y estadounidenses con respecto a las
compras por parte de las agencias del gobierno. Se dirá que los productores
colombianos estarán en igualdad de condiciones con los productores
estadounidenses para competir por órdenes de compra de las agencias de EEUU,
pero eso ni debe mencionarse pues no es realista.
El sector financiero era un sector protegido en Colombia y los empresarios
de EEUU tenían que establecer una subsidiaria en Colombia creada conforme a las
leyes locales; dentro del TLC ya no tendrán que hacerlo.
El TLC introduce la noción de la expropiación indirecta que consiste en que
el estado colombiano se vuelve responsable de las pérdidas estimadas o
presupuestadas de las compañías estadounidenses que lleguen a ser afectadas por
legislación o reglamento nacional de cualquier tipo.
En materia de comunicaciones el empresario de EEUU tiene derecho a usar, a
precios racionales teóricamente, las redes instaladas en Colombia por
empresarios nacionales. En la práctica ellos pueden hacerlo sin contribuir a la
capitalización necesaria para la renovación y extensión de las redes existentes
en el país.
En lo que se refiere a la propiedad intelectual y patentes se apunta a un
mundo de monopolios al impedir la competencia en ciertas cosas por largos
periodos de tiempo que son renovables.
En el campo de la solución de controversias se elimina el sistema de
justicia nacional para reemplazarlo por un sistema de justicia privada
administrada por tribunales de arbitramento.
Beneficiarios del TLC
Aunque al principio y en principio el TLC es beneficioso para todos los
consumidores que tendrán acceso a un volumen muy grande de bienes y servicios a
precios bajos, a la larga este beneficio desaparece a medida que el grueso de
la población sufre los efectos de un mercado laboral reducido y unas
condiciones de trabajo desfavorables.
Sin embargo, el gobierno de EEUU representa los intereses de sus
corporaciones transnacionales, que son las beneficiarias permanentes de la
economía creada por la globalización del libre comercio.
En Colombia habrá nativos que se beneficien con el TLC, especialmente los
que logren jugar un papel en la intermediación necesaria para hacerlo funcionar
o adquieran una posición sólida sobre bienes no transables. Así, algunos
nacionales colombianos podrán
beneficiarse de la especulación en propiedad raíz y en la
extranjerización de las tierras productivas.
Contra-Corrientes en el Mercado
Nacional
El TLC es un proceso de recolonización
imperialista que deja a Colombia en un estado similar al que tuvo con
España cuando esta era la potencia hegemónica. Y ha sido posible porque los
gobernantes han logrado separar su suerte personal de la suerte nacional: si al
país le va bien a ellos les va bien financieramente hablando cuando dejen el
poder y si al país le va mal a ellos les sigue yendo bien.
Aunque las tendencias económicas que impulsa el TLC llevan a profundizar la
desigualdad social y a desnacionalizar la economía, puede haber una reacción
contraria que genere un movimiento social de nacionalización y socialización de
la economía. Esto exigiría una lucha, una confrontación social y política que
deberá llevarse por canales pacíficos y civiles.
La Academia y el TLC
Uno de los problemas de la globalización es que se “achata” el mundo. Esto
ha pasado en la academia, donde se ha ido desarrollando un proceso de
pensamiento único, de teorización unanimista, eliminando la capacidad de
crítica y análisis, aunque empieza a haber un ambiente más democrático de
debate y discusión de los alcances e impactos del TLC.
Financiación de Pagos Externos
Las importaciones y la deuda externa se pagan con recursos generados por
las exportaciones de café –que van bajando en términos absolutos y relativos-,
bananos, materias primas mineras y algo de petróleo y productos industriales,
el narcotráfico, las remesas de los colombianos residentes en el exterior, la
inversión extranjera, el “rollo ver” de la deuda existente. El problema es que
la balanza de pagos es una bomba latente pues la economía, basada en la
exportación de materias primas, es frágil y sujeta a los vaivenes de los
precios internacionales.
Papel del Empresariado Frente
al TLC
Se pregunta uno, ¿por qué el empresariado colombiano permitió que el
gobierno comprometiera la economía en términos tan desventajosos? Lo que ha
pasado es que las políticas de comercio libre se han ido implementando
gradualmente de manera que no ha habido quiebras masivas ni crisis simultáneas
en varios sectores de la economía. Los sectores productivos que han
desaparecido lo han hecho de uno por uno. Tanto el libre comercio de los
últimos 22 años como el TLC son efectivos porque conllevan quiebras
escalonadas. Por eso no ha habido una sensación de pánico en la clase
empresarial.
En este momento se están creando grandes fortunas en el sector de la
intermediación y en las exportaciones y exportaciones. El empresariado no ha
tenido comprensión del problema ni ha tenido peso alguno para oponerse a los
EEUU.
Tampoco hay una opción política que genere ideas de oposición.
El debate en este sentido es: ¿sale adelante el país y con él sus
empresarios, o se salva el empresario y se perjudica el país?
En Colombia hubo sectores empresariales que se opusieron al TLC. El
empresariado agrícola, por ejemplo, hizo una oposición que demoró la aprobación
del tratado.
La Oposición Obrera al TLC
El sindicalismo colombiano se opuso al TLC sobre dos bases: la
desprotección en que se encontraban los líderes sindicales y la destrucción de
frentes de producción y empleo, y dejó claro que aún si se garantizaba la vida
e integridad de los líderes sindicales la oposición continuaría para evitar las
pérdidas económicas anticipadas.
El sindicalismo estadounidense se opuso por solidaridad con los
sindicalistas víctimas de violencia. Fue la misma razón por la se opusieron en
su oportunidad los sindicalistas europeos al TLC entre Colombia y la comunidad
europea. Poco a poco, el movimiento sindical en EEUU y en Europa ha comenzado a
entender que los TLCs son también perjudiciales para el empleo en sus países.
TLC y la Cultura
El TLC aumenta la cuota de pantalla de EEUU en la televisión colombiana de
fin de semana así como en el cine y las telecomunicaciones. Mas allá de esto
debemos tener presente que hay una proporcionalidad entre el desarrollo
cultural y el bienestar material; por ejemplo, ¿cuántos pianistas podemos
sostener dentro de la economía que tenemos? O bien, ¿cuántos colombianos pueden
comprar libros, saxofón, violín, computadora?
La pregunta que podemos formular es: ¿qué puede contribuir Colombia a la
cultura del mundo? Dentro de la economía generad por el TLC los colombianos no
podremos aportar de acuerdo a nuestro potencial.
La educación dentro del TLC es un negocio más y vamos a ver políticas del
estado y acciones empresariales que la van a tratar como un negocio que debe
ser rentable. La privatización de la educación es el resultado del TLC y eso
implica educación muy buena para los ricos y muy mala para los pobres.
TLC y Conflicto Armado
El conflicto armado tiene origen en una decisión política: sectores del
país, cansados del estado de cosas, tomaron la decisión de cambiarlas por la
fuerza de las armas. Hay, por supuesto, condiciones de pobreza y falta de
oportunidades que sirven de caldo de cultivo a la violencia pero ellas solas no
son condición suficiente para generar el conflicto armado.
El TLC por la vía indirecta de agravar la pobreza y la perdida de soberanía
estimula la violencia. Pero a pesar de esto hay que trabajar por una solución
del conflicto, que necesariamente ha de ser política y que no a solucionar
todos los problemas del país. La solución de los problemas es de un orden
diferente, es una lucha larga y difícil, que tiene que hacerse por medios
pacíficos y civiles. Y hay que tener en cuenta que este movimiento político de
cambio social va a ser hecho por seres humanos imperfectos, dirigidos por
líderes también imperfectos.
Luis Mejía – 27
de mayo de 2012
Publicado en blogluismejia.blogspot.com
Colombia sin TLC estaba en una posición exportadora más ventajosa que el actual. convenio. Tenía prioridad en las exportaciones de carbón (Cerrejón ya en manos extranjeras) y en las flores, las cuales se han estado exportando desde los tiempos de Gaviria, cuando comenzó la apertura económica.
ReplyDeleteVenezuela sin TLC es actualmente el mayor proveedor de petróleo de los EE.UU y el producto no paga impuestos aduaneros. Ecuador sin TLC sigue siendo el mayor exportador mundial de banano y en EE.UU tiene arancel preferencial.
Los noticieros colombianos anunciaron con gran bombo la salida de las primeras exportaciones ayudadas por el TLC y los productos embarcados en tres barcos fueron, café, carbón y flores. Tremendo avance. Al firmar el TLC redactado por EE.UU y aceptado por Colombia, Colombia se obliga a eliminar los subsidios a los productos agrícolas y animales. El tratado garantiza que Colombia comprará carne, aves y productos agrícolas como el arroz sin que EE.UU esté obligado a eliminar los subsidios que en el momento proporciona. Esto quiere decir que todos los ganaderos y los arroceros de la Costa van a tener que encarar una competencia desleal del amigo regional de que tanto hablan los gobiernos de Colombia.
Y hablando de naciones amigas John Foster Dulles, ministro de estado norteamericano en 1948 dijo en la primera conferencia panamericana: Estados Unidos no tiene amigos, tiene intereses.
Colombia nunca ha sido nacionalista, siempre ha aceptado como dogma lo que dicen los funcionarios del gobierno estadounidense, no importa que el país se perjudique. Somos el único país que ha perdido tierra a manos de los EE.UU. y nos consideramos el mejor aliado.
JAIME
El columnista colombiano Eduardo Sarmiento habla de los efectos económicos del libre comercio y de los TLCs:
ReplyDeletehttps://www.elespectador.com/opinion/proteccion-mundial-columna-745065