Creado: Lunes, 7
de marzo de 2016
Ante el
asombro de todos, Donald Trump y Bernie Sanders llegaron a remover los dos
grandes partidos. Lo que hace unos meses empezó como una anécdota divertida, se
ha convertido en una preocupación muy seria para los líderes tradicionales.
Elecciones globales
Las elecciones de Estados Unidos tienen importancia
para el resto del mundo -y en especial para América Latina- porque al final del
día el poder de este país (especialmente su poder externo) descansa en las
manos del presidente como jefe del Ejecutivo y comandante de las Fuerzas
Armadas.
La autoridad interna del presidente de Estados Unidos
está limitada por el Congreso y las Cortes, por la autonomía de los
gobiernos estatales y por la sociedad civil. Su autoridad externa parece aún
más fuerte, pese a los contrapesos que ejercen las otras ramas del poder
público, los grupos de presión, las agencias de espionaje, la opinión pública
nacional e internacional y por supuesto las otras potencias internacionales.
Generalmente los presidentes norteamericanos empiezan
sus mandatos enfocados en los problemas nacionales, pero eventualmente dedican
más tiempo a las relaciones internacionales.
Además la campaña presidencial de este año ha
adquirido un interés especial -dentro y fuera del país- por el talante de los
contendientes.
El presidente de Estados Unidos es escogido en un
proceso escalonado: las elecciones primarias escogen delegados de cada estado a
la convención nacional de cada partido. Esta escoge el candidato que
representará al partido en la elección presidencial.
Las primarias no son representativas de las
preferencias nacionales porque los votantes tienden a ser los miembros más
comprometidos con las posiciones extremas de los partidos. Sin embargo, las
votaciones de febrero redujeron el número de candidatos en campaña. De los 11
republicanos iniciales, quedan cuatro, y de los tres demócratas quedan dos.
El martes 1 de marzo hubo elecciones primarias en doce
estados. Aunque a partir de ellas no se hacen predicciones confiables, estas
muestran la intención de voto y anticipan lo que puede suceder en las próximas
fechas.
Resultados republicanos
La primera elección primaria puso a Donald Trump a la
cabeza del Partido Republicano. Esto produjo sorpresa en la opinión y en los
líderes del partido, pero se consideró como una aberración momentánea de los
votantes que sería corregida en las primarias subsiguientes.
Sin embargo para fines de febrero Trump había ganado
82 delegados contra 51 de sus rivales y punteaba en casi todas las encuestas.
El 1 de marzo consolidó su control sobre más de una cuarta parte de los
delegados que se necesitan para tomar decisiones en la convención nacional y
demostró tener una sólida base de respaldo entre los activistas del partido,
con 600.000 votos de ventaja sobre el candidato que le sigue y mayorías en 10
estados.
Resultados de las primarias en el Partido Republicano
(Marzo 3, 2016)
Candidato
|
Delegados (Estimado)*
|
Voto popular
|
Estados donde tuvo mayoría
|
Donald Trump
|
338 /1.237 (27,3 %)
|
3’366.208 (34,21 %)
|
10
|
Ted Cruz
|
236 / 1.237 (19,1%)
|
2’764.072 (28,09 %)
|
4
|
Marco Rubio
|
112 / 1.237 (9,1%)
|
2’133.028 (21,68 %)
|
1
|
John Kasich
|
27 / 1.237 (2,2 %)
|
650.933 (6,62 %)
|
|
Otros
|
15 / 1.237 (1,3 %)
|
868.701 (8,84%)
|
|
Fuente:
Wikipedia - Democratic Party presidential primaries, 2016
*A la convención nacional republicana asisten 2.472
delegados; 1.237 de los cuales forman una mayoría decisoria.
Resultados demócratas
Las primarias del Partido Demócrata no han permitido
el surgimiento de un líder indisputable, y la diferencia de votos entre Clinton
y Sanders no es muy grande. Sin embargo las reglas de la Convención Nacional
han dado a la primera una ventaja casi abrumadora en términos de delegados.
Hay dos tipos de delegados a la Convención Nacional:
·
Los elegidos en
representación de los estados, que van comprometidos a favor de un candidato
(cuando menos en la primera votación o vuelta).
·
Los llamados “súper
delegados”, altos funcionarios del partido, senadores y representantes del
Congreso federal y gobernadores de estados y territorios. No están
comprometidos y, aun si ofrecen su respaldo a alguien, son libres de cambiar de
opinión en la Convención.
En las primeras cuatro elecciones primarias Clinton
obtuvo el 58 por ciento de los delegados y Sanders, el 42 por ciento, una
diferencia que podría disminuir o no sostenerse en el curso de la campaña. Los
resultados combinados de las primarias hasta el momento mantienen una
diferencia de 60-40 en la distribución de delegados elegidos, que todavía no es
indicativa de una tendencia a favor de Clinton.
Es el respaldo de los súper delegados lo que ha dado a
Clinton una representación en la convención que ya alcanza el 45 por ciento de
los votos necesarios para asegurar su nominación.
Sanders sin embargo ha jugado un papel importante al
forzar a Clinton a adoptar un discurso más incluyente y donde ella reconoce los
peligros que implican la creciente concentración de riqueza, los desbalances
económicos anexos a los tratados de libre comercio, la inseguridad en el empleo
y los salarios y la inestabilidad internacional.
Resultados de las primarias en el Partido Demócrata
(Marzo 3, 2016)
Candidato
|
Número
de delegados* (Estimado)
|
Totales
|
Número de estados donde tuvo mayoría
|
||
Elegidos
|
Superdelegados
|
Total
delegados
|
Necesarios
para la nominación
|
||
Hillary Clinton
|
609 / 4.051 (15 %)
|
457 / 714 (64 %)
|
1.066 / 4.765 (22 %)
|
1.065 / 2.383 (45 %)
|
11
|
Bernie Sanders
|
412 / 4.051 (10 %)
|
22 / 714 (3 %)
|
434 / 4.765 (9 %)
|
434 / 2.383 (18 %)
|
5
|
Fuente:
Wikipedia - Democratic Party presidential primaries, 2016
*A la convención nacional demócrata asisten 4.765
delegados entre elegidos y súper delegados; 2.383 forman una mayoría decisoria.
La rebelión de la clase media
El respetado politólogo Ralph
Buultjens ha propuesto la
hipótesis de que la clase media estadounidense ha comenzado a rebelarse contra
gobiernos y políticos que no la representan. Su rebelión no es de tipo
ideológico ni se enmarca en un partido político, sino que se ha manifestado a
través de fenómenos como el Tea Party, inclinado a la derecha,
y Occupy Wall Street, inclinado a la izquierda, vehículos de
protesta que no se convirtieron en movimientos de masas.
La hipótesis del Bultjens podría explicar el papel que
Sanders y Trump han jugado en estas elecciones, ambos recién llegados a sus
partidos.
·
Trump, un millonario,
contribuyó financieramente a las campañas de políticos de todos los partidos y
matices pero nunca fue un republicano activo.
·
Sanders hizo su carrera de
político profesional como un independiente, aunque en el Congreso se alineó
regularmente con las filas demócratas y solo se afilió formalmente al partido
al declarar su candidatura presidencial.
Los líderes tradicionales de sus partidos rechazaron a
Trump y a Sanders desde un comienzo. De hecho son los líderes establecidos del
Partido Republicano quienes han coordinado la campaña para descarrilar el avance
electoral de Trump y son los líderes del Partido Demócrata quienes han dado a
Clinton el respaldo que la tiene cerca de consolidar la mayoría decisoria en la
convención nacional.
Durante la última semana, jefes republicanos como el
senador John McCain y el excandidato presidencial Mitch Romney han
descalificado a Trump como representante del partido. También ciento cuarenta
expertos en asuntos internacionales firmaron una carta denunciándolo como un
peligro para la paz.
Pero tanto Sanders como Trump han hecho un uso tan
hábil de los medios electrónicos de comunicación que han superado a sus rivales
por la nominación.
Sanders se ha posicionado como vocero de las ideas que
inspiraron el movimientoOccupy Wall Street y Trump cuenta con el
respaldo del Tea Party y de grupos supremacistas blancos. Por
lo mismo, ambos son libres de cortejar a la gente más inclinada a votar en las
primarias, distanciarse de la ortodoxia de sus partidos, elaborar un discurso
heterogéneo en sus componentes ideológicos y hacer propuestas tan irreales como
las de sus rivales sin que ello los perjudique en las encuestas de intención de
voto.
Política violenta
Pero ha habido una gran diferencia en el diálogo
intra-partidista. Las clases dominantes estadounidenses mantienen un equilibrio
de fuerzas y comparten una idea básica sobre el tipo de sociedad y de economía
que quieren, y el surgimiento de candidatos que amenazan ese consenso produce
grandes tensiones institucionales y personales.
Hasta el momento los candidatos demócratas han manejado
sus diferencias en un ambiente de respeto mutuo, urbanidad y gentileza. Los
debates televisados y la propaganda electoral se centran en gran medida en
planes de gobierno, programas de acción y promesas de cambio. Aunque se sabe
que gran parte de esto es retórica electoral que evita el insulto personal y
los argumentos ad-hominem.
Los republicanos por su parte han roto todos los
protocolos de cortesía con respecto a rivales y seguidores. Sus debates
televisados, por ejemplo, son ejemplos de extrema rudeza en el trato personal.
Pero su público parece participar con entusiasmo de la euforia de un pugilato
verbal sin guantes y sin reglas.
Aunque el futuro del país y del mundo no está en juego
en estas elecciones presidenciales, pues un presidente está sujeto a muchas
restricciones institucionales y fácticas y no está en sus manos crear una
crisis global o cambiar el país, sí puede tomar pequeñas decisiones aquí y allá
que afecten para bien o para mal la vida de individuos, sociedades y países.
Luis Mejía – 8
de marzo del 2016
Reproducido de
Razón Pública en blogluismejia.blogspot.com
He leído tu articulo para Razón Publica y me parece
ReplyDeleteextraordinario de cómo has podido en español
describir minuciosamente y correctamente el proceso
político de elegir el próximo presidente de los E.U.,
también a los candidatos republicanos y demócratas
con una precisión asombrosa.
Luis Javier te felicito por tu gran logro con este articulo
para Razón Publica en Colombia.
LUZ