Monday, July 13, 2015

MASACRE DE CHARLESTON: RAZA Y CONFLICTO SOCIAL EN ESTADOS UNIDOS



Una versión corta de este artículo ha sido publicada por la revista colombiana Razón Pública en su edición del 6 de julio del 2015.


La masacre

El miércoles 17 de junio, en Charleston, estado de Carolina del Sur, a las ocho de la noche, un hombre blanco de 21 años entró a la Iglesia Metodista Episcopal Africana Emanuel cuando miembros de la congregación estudiaban la Biblia. Recibido como huésped, durante casi una hora participó en la discusión. De súbito se paró, sacó un revólver de su riñonera y empezó a disparar a quemarropa. Esa noche Dylann Roof mató a seis mujeres y tres hombres, todos negros. No los conocía. Sus víctimas fueron el pastor principal, también senador estatal, tres pastores invitados, una bibliotecaria, un consejero universitario, un estudiante universitario acabado de graduar, dos ancianas jubiladas. Dejó viva a una persona para que sirviera de testigo y contara lo que había pasado.

LA MASACRE DE CHARLESTON: EL PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS HONRA A LAS VÍCTIMAS




El siguiente es el texto de la oración fúnebre pronunciada por el presidente de los Estados Unidos Barak Obama en honor del Reverendo Clementa Pinckney y de sus compañeros en la iglesia Emanuel asesinados en la masacre de Charleston, Carolina del Sur, el 17 de junio del 2015. [Un video de la intervención presidencial se encuentra al pulsar aquí]

ORACIÓN FÚNEBRE EN HONOR  DEL REV. CLEMENTA PINCKNEY

Por Barak Obama, presidente de los Estados Unidos

26 de junio del 2015 

College of Charleston
Charleston, Carolina del Sur
 
Todo honor y gloria a Dios.

La Biblia nos da un mensaje de esperanza. Nos llama a perseverar y tener fe en lo que no vemos.

Las Sagradas Escrituras nos dicen: “En la fe murieron todos ellos, sin haber  conseguido el objeto de las promesas: viéndolas y saludándolas desde lejos y confesándose extraños y forasteros sobre la tierra”.[i]

Nos hemos reunido aquí hoy para recordar a un hombre de Dios que vivía en la fe. Un hombre que creía en lo que no había visto. Un hombre que creía en días mejores que estaban por llegar. Un hombre dedicado a servir, que perseveraba a sabiendas de que no recibiría todas las cosas que le fueron prometidas. Creía que su trabajo sentaría las bases de una vida mejor para los que vinieran después. Para Jennifer, su amada esposa, para Eliana y Malana, sus hijas maravillosas y bellas, para la familia de la Madre Emanuel[ii], para el pueblo de Charleston y el pueblo de Carolina del Sur.